Tijuana, 19 Ene. (Notimex).- Aunque el tema de la portación del VIH-Sida ha dejado de ser un tabú y existe una mayor apertura, aún hay altos niveles de discriminación en contra de las personas que viven con este padecimiento en el país.
El investigador del Instituto Nacional de Salud Pública, José Arturo Ruiz Larios, aseguró que subsiste una cultura o tradición para condenar a quienes portan esta enfermedad y que confunden a todos los portadores como homosexuales.
Entrevistado en Tijuana, donde lleva a cabo estudios sobre la discriminación contra los portadores del VIH-Sida, al igual que en ciudades de seis entidades de la República, afirmó que el común entre la gente entrevistada, ha sido este anatema motivo de tabú.
«Lo que hacemos es entrevistar a distintos actores clave alrededor del problema, personajes de los Organismos No Gubernamentales (ONG), autoridades sanitarias, de derechos humanos, políticos, y hasta las mismas personas enfermas», indicó.
Refirió que entre las entidades donde llevan a cabo estos estudios son Baja California, Puebla, Jalisco, Guerrero y Quintana Roo, entre otras, con el fin de realizar un mapeo para determinar dónde se presenta con más énfasis el problema discriminatorio.
Dijo que pese a los diversos programas de atención a estos grupos y de toma de consciencia hacia la sociedad a través de los medios masivos de comunicación, aún subsiste el problema de la discriminación, «falta mucho por hacer como política pública».
Agregó que varios de los propios portadores han referido mediante las entrevistas una condición marginada dentro de la sociedad, sobre todo si éstos tienen una preferencia sexual diferente, «han sufrido rechazo incluso de su propia familia».
Manifestó que pese a las campañas y actividades sobre todo de las ONG, aún faltan por involucrar a directivos de altos niveles del sector público y privado, «incluso dentro del mismo sector Salud hace falta más sensibilización hacia los enfermos».
Refirió que en Baja California no existe una ley en contra de la discriminación como la hay en otras entidades, «la cual, muchas veces ni siquiera los propios funcionarios saben que existe, por lo que no la conocen».
Lo lamentable de esta situación, aseveró, es que «bastantes problemas tienen los portadores de VIH-Sida con su estado de salud para tener que soportar todavía las actitudes homofóbicas de personas que aún no logran entender esta condición».
Refirió que en el caso de Tijuana, se han encontrado con que existe un alto porcentaje de casos de contagio por el uso de drogas inyectables en los grupos marginales, «es el estado en el que más hemos encontrado este problema».
Lo anterior, a pesar de las estrategias que los sectores de salud y social han implementado en esta frontera, como por ejemplo, el intercambio de agujas nuevas por parte de los servidores, por agujas usadas por parte de quienes se inyectan drogas.
Destacó que este tipo de casos se presenta mayormente entre las personas en condición de migrante, pero «con los resultados de estos estudios, vamos a hacer una serie de recomendaciones y estrategias específicas para combatir la discriminación».
Aclaró que la situación legal en estos casos no es el objetivo, sino la sensibilización y la educación a través de campañas directas a los sectores poblacionales e incluso al personal de salud, «para esto estamos realizando estos estudios».
Estrategias específicas para combatir esta problemática, «se van a generar varias propuestas que vamos a entregar a las autoridades correspondientes, para ver qué tipo de acciones inmediatas pueden implementar para atacar la discriminación».