La descripción de las características fisionómicas que interesan a los responsables no tiene desperdicio: piden desde personas con piel seca, narices grandes, ausencia de dientes o vello abundante… hasta gente muy alta, muy baja o con «caras parecidas a un bolso de cuero».
Por Claudia García
Ciudad de México, 18 diciembre (AS México).- La trilogía de películas de El Señor de los Anillos, dirigida por Peter Jackson y estrenada entre los años 2001 y 2003, constituye todo un clásico del cine de género fantástico y corte épico. Las cintas resucitaron a lo grande el entusiasmo de los seguidores de la obra de J.R.R Tolkien, así que a finales del año 2017, cuando Amazon Prime Video anunció que pretendía adaptar a formato serie nuevas historias de la Tierra Media, la noticia no pudo ser recibida con mayor alborozo.
En principio parece que la primera temporada llegaría a la plataforma en 2021, con lo que el equipo de producción se encuentra ya inmerso en la preparación del rodaje, incluyendo la elección de los actores que formarán parte del elenco. Ya se han anunciado los nombres de algunos de los intérpretes del reparto principal, sin embargo, lo que estos días está llamando más la atención es el proceso de selección de los extras. Más concretamente, de los extras que se encargarán de ponerse en la piel de los temibles personajes de los orcos.
Para aquellos que no estén muy familiarizados con el vasto repertorio de criaturas del universo ficticio de Tolkien, conviene saber que los orcos son una raza monstruosa al servicio de los líderes de las fuerzas oscuras de la Tierra Media, caracterizada por su aspecto repugnante y deforme. Pues bien, ahora algunas de las agencias de casting involucradas en la preproducción han publicado una serie de anuncios y convocatorias en las que básicamente, buscan candidatos con rasgos que se «aproximen» lo máximo posible en la realidad al de estas criaturas.
Y la descripción de las características fisionómicas que interesan a los responsables no tiene desperdicio: piden desde personas con piel seca, narices grandes, ausencia de dientes o vello abundante… hasta gente muy alta, muy baja o con «caras parecidas a un bolso de cuero». El aspecto físico, no obstante, no es lo único que se tendrá en cuenta, pues también se valorarán las capacidades interpretativas de los interesados, que además, es posible que se vean obligados a llevar a cabo un entrenamiento particular para poder dar la talla en las escenas de lucha.
El salario, desde luego, no está nada mal: más de 200 euros diarios por jornada de trabajo. Esta cantidad es la que ha llevado a muchos a pensar, dado lo inusual de los anuncios, que la producción podría querer recortar al máximo los gastos en el departamento de maquillaje y efectos especiales. Por lo tanto, su petición de personas «feas» tendría una lógica de lo más funcional si se contempla desde esta perspectiva.
