Los abusos sexuales se efectuaron entre 1990 y 2008. De acuerdo con los testimonios, las víctimas eran adolescentes de entre 13 y 15 años que asistían a dos congregaciones de Buenos Aires, Argentina.
Ciudad de México, 18 de diciembre (RT).- El sacerdote Eduardo Lorenzo, acusado de al menos cinco violaciones a menores de edad, se suicidó este lunes horas después de que la Justicia argentina ordenara su detención, y fue hallado muerto en una oficina de Cáritas, ubicada en la ciudad de La Plata, donde residía.
El cura estaba implicado en casos de abusos sexuales cometidos entre 1990 y 2008, cuyas víctimas eran adolescentes de entre 13 y 15 años. Según los testimonios brindados ante las autoridades, Lorenzo habría corrompido a chicos que acudían a la Iglesia San José Obrero, de Berisso, y la Parroquia Inmaculada Madre de Dios, en Gonnet, ambas localidades de la Provincia de Buenos Aires.
El Arzobispado de #LaPlata convocó a todos los curas a la Misa exequial por el padre Eduardo Lorenzo a las 9.30 hs en la parroquia Inmaculada Madre de Dios de Gonnet y el entierro en el Cementerio a las 13 30. El cura se suicidó ayer acusado de 5 abusos sexuales graves en la zona pic.twitter.com/RfqdEof3Wq
— Ignacio González Prieto (@igonzalezprieto) 18 de diciembre de 2019
«Me pedía que le hiciera masajes en los pies o en la espalda, en su cama grande, y comenzaba a refregarse contra mí», recordó uno de ellos durante su declaración ante la Fiscalía, producida semanas atrás. En ese marco, Lorenzo ya había sido apartado del contacto con niños por órdenes del Arzobispado de La Plata. Por su parte, el acusado había rechazado las acusaciones en su contra.
Según el reporte de la policía local, el hombre del clero «fue encontrado tendido en el suelo, con posibles manchas hemáticas», junto a una pistola. Antes, un informe elevado a la Justicia había indicado que Lorenzo tenía una «estructura psicopática perversa de la personalidad, con características de manipulación, elevado autocentramiento y egocentrismo».
Tras darse a conocer la noticia de su fallecimiento, la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico de Argentina señaló: «Lo único que repara el daño causado a las víctimas es la justicia».