Mozambique es uno de los países más atacados por los cazadores furtivos, que forman parte de una red organizada que involucra a autoridades policiales y aduaneras, y trafica marfil con países como China.
Maputo, 18 diciembre (EFE).- Al menos 110 elefantes fueron abatidos desde el pasado enero en la Reserva del Niassa, en el norte de Mozambique, debido a la caza furtiva, que ha reducido en más de la mitad la población de estos animales desde 2016, informó hoy a Efe dicha zona de conservación.
Tres elefantes fueron abatidos la semana pasada en esta reserva, lo que se suma a los 107 encontrados muertos desde el pasado enero, alertó la portavoz de la Alianza para la Conservación del Niassa, Collen Begg.
Cazadores furtivos especializados y equipados con ametralladoras y armas de alta precisión no encuentran resistencia en los pocos guardias que usan escopetas para proteger 42 mil kilómetros cuadrados de reserva, la mayor área de conservación de Mozambique que hace frontera con Tanzania a lo largo de 300 kilómetros.
La semana anterior otros 14 elefantes fueron abatidos y su marfil arrancado, según la Alianza, una organización no gubernamental que vigila un tercio de la reserva.
La población de elefantes del Niassa en 2016 era de 3 mil 675, según un censo aéreo gubernamental, que ha pasado ahora a ser de entre 1200 y 1600 especies en toda el área de Conservación, según un cálculo reciente de la reserva.
La Administración Nacional de las Áreas de Conservación (ANAC), entidad estatal responsable de la conservación de la biodiversidad y el desarrollo sostenible del ecoturismo, confirmó que hasta el tercer trimestre de este año se habían encontrado 59 esqueletos de elefantes.
La ANAC ascendió la cifra de elefantes muertos en todas las áreas de conservación de Mozambique hasta los 271 este año, aunque asegura que la cifra real puede ser mayor.
A lo largo de este año en el que la matanza de elefantes ha aumentado, solo un cazador furtivo ha sido detenido en el Niassa.
Mozambique es uno de los países más atacados por los cazadores furtivos, que forman parte de una red organizada que involucra a autoridades policiales y aduaneras, y trafica marfil con países como China.
Aunque no hay registros de cuánto marfil ha sido incautado, toneladas de colmillos de elefante fueron requisados en Asia en contenedores procedentes de Mozambique.
Datos recientes de la Agencia de Investigación Ambiental (EIA por sus siglas en inglés) indican que entre enero de 2010 y septiembre de 2017 se incautaron 29 toneladas de marfil relacionadas con Mozambique.