Déjà vu
Las recientes decisiones del Congreso de la Unión donde Morena tiene mayoría parecen ir en sentido contrario de lo prometido en campaña por el Presidente electo Andrés Manuel López Obrador, y por ello en el Excélsior, la columnista Vianey Esquinca, escribe que: “seguramente muchos lectores han experimentado últimamente varios déjà vu al sentir que muchas de las cosas que están pasando ya lo han vivido o escuchado previamente […]. El último déjà vu sucedió apenas el miércoles pasado, cuando el Presidente electo presentó el Plan de Seguridad también conocido como el ‘I have a dream’, de Macuspana. Entre los 8 puntos que se mencionaron, hubo uno del que todos hicieron comentarios: la creación de la Guardia Nacional, que a juicio de los expertos sería la militarización oficial del país. Andrés Manuel López Obrador estará recurriendo a la misma fórmula que le fue criticada a Felipe Calderón y a Peña Nieto e, incluso, quiere llevar al Ejército y a la Marina hasta el infinito y más allá, al modificar la Constitución para que por siempre se queden en las calles. “Militarización”, dicen unos; “oficializar lo que ya está”, dicen otros. Lo que es un hecho es que Andrés Manuel López Obrador está aplicando el sagrado derecho constitucional de cualquier Presidente de reinventar el país cada 6 años […]. No, es distinto porque el cristal con el que se está juzgando al Presidente electo es del color de 30 millones de votantes y una legitimidad que le permite cancelar el aeropuerto de Texcoco o hacer consultas simuladas y aumentar su popularidad. De acuerdo con una encuesta del Gabinete de Comunicación Estratégica, su popularidad aumentó más de 10 puntos del 25 de octubre al 6 de noviembre. Como diría Diego Torres, el cristal con que se mira es el color de la esperanza y de una necesidad de creer que las cosas ahora sí van a cambiar”.
Las prioridades morenistas
Sobre el trabajo de los morenistas en el Congreso, también en El Universal, su columna de trascendidos Bajo Reserva, asegura que: “los diputados seguirán con la aprobación de las iniciativas para dar paso al plan de gobierno del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador. Nos comentan que viene otra desvelada de los inquilinos de San Lázaro, pues buscan aprobar la iniciativa que presentaron diputados de Morena, que encabeza Mario Delgado, para eliminar el fuero en todos los servidores públicos, incluido el Presidente de la República. De manera paralela impulsan la iniciativa para cambiar los colores a la Banda presidencial para que, de arriba a abajo, primero vaya el verde, luego el blanco y al final el rojo. Todo esto debe quedar antes del 1 de diciembre”.
Alerta Conago
El plan de seguridad presentado recientemente por AMLO ha encendido alertas entre los gobernadores, quienes ya se están poniendo de acuerdo para cerrar filas sobre el temas. Al respecto en el diario Reforma, su columna de trascendidos Templo Mayor, asegura que: “varios gobernadores de todos los partidos han estado cruzando llamadas telefónicas para intercambiar opiniones sobre el plan de seguridad presentado por Andrés Manuel López Obrador. Y es que se quedaron muy sorprendidos con el anuncio de que serán meros ‘invitados’ a las reuniones de seguridad pública, que serán coordinadas por los nuevos superdelegados del gobierno federal. De hecho, varios de ellos tienen bien claro el recuerdo de que en la reunión que sostuvo el Presidente electo con la Conago les prometió que los superdelegados no se meterían en tareas de seguridad. La duda que les queda es si al tabasqueño se le olvidó esa promesa o si se habrá quedado con la idea de que la bebida preferida de los gobernadores es… ¡el atole con el dedo!”
Calderón contra AMLO
La reciente salida de Felipe Calderón del Partido Acción Nacional (PAN) ha dado mucho de qué hablar, sobre todo luego de la candidatura independiente de su esposa, pues se especula que esta podría nuevamente contender por la presidencia en 2024, para entonces representando al partido de su esposo. Ante ello en Milenio, el periodista Álvaro Cueva, escribe que: “hasta que por fin alguien se atrevió a hacer algo para contrarrestar el impacto de Andrés Manuel López Obrador en la opinión pública nacional. Por supuesto, me refiero a la renuncia de Felipe Calderón al PAN, que aparentemente culminará en la creación de un nuevo partido político. Y no, no lo digo porque odie al Presidente electo. Lo digo por la más elemental salud mental. En ninguna democracia de verdad cabe la posibilidad de que todo lo que haga un político como AMLO sea perfecto, maravilloso y divino, y que todo lo que hagan los demás sea malo, sucio y catastrófico. El Peje necesita contrapuntos para validar sus decisiones, necesita enemigos, opositores […]. No sé si Calderón vaya a poder crear su partido y convertirlo en un éxito en poco tiempo, tampoco si vaya a lanzar a Margarita Zavala en 2024. Lo que sí sé es que, fuera de esto, no existen personajes presidenciables y que nadie los está creando. Es como si con López Obrador hubiera terminado una época y a partir de él no fuera a haber futuro […]. El próximo presidente será el que ponga Andrés Manuel López Obrador. A lo mejor el señor resulta un genio y su sucesor, el mejor. ¿Pero esto es lo que queremos? ¿En eso va a acabar nuestra democracia? Los pecados de Calderón son muchos para una sociedad como la mexicana: ex Presidente, riqueza, violencia extrema. Además le da continuidad a la rivalidad que ha tenido con el Presidente electo desde 2006. Pero no deja de ser una historia interesante en el contexto actual. ¿Quién se va a animar a apoyarlo? ¿Quién se va a atrever a hacer algo medianamente parecido?”
Zombies
Luego de que en las pasadas elecciones, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) perdiera un importante porcentaje de la preferencia electoral se ha hablado mucho acerca de su posible desaparición, sin embargo parece que sus militantes se niegan a esa posibilidad, por ello en el Excélsior, su columna de trascendidos, Frentes Políticos, asegura que: fue nutrida la asistencia al congreso del PRD, lo que ellos traducen como una clara muestra de que son un partido vivo y van por un fortalecimiento. No se dan por muertos. Al iniciar el XV Congreso Extraordinario, la unidad prevalecía. Comenzaron con la idea de que a los del sol azteca lo que les impulsa a seguir trabajando son las causas de la gente, y quieren caminar de la mano con la ciudadanía. Pero toda esta alegría de la renovación les duró poco, pues más tarde rompieron su propio récord, y a 40 minutos de comenzar el congreso, ya estaban desconociendo una votación y tomaron la mesa. ¿Dónde quedó la unión y la camaradería? Usos y costumbres amarillos.
Estrategia Migrante
La caravana migrante continúa su travesía por México, sin embargo, algunos de los integrantes de esta, ya consiguieron llegar hasta la frontera y han comenzado a plantear estrategias para poder ingresar a EU. Al respecto en Milenio, su columna de trascendidos Trascendió, asegura que algunos de los migrantes han “comenzado a penetrar a Estados Unidos. Por Ciudad Juárez hacia El Paso se han internado algunos centroamericanos, pero con un motivo diferente al que tenían cuando pasaron de Guatemala a México. Con el sueño americano a la mano, grupos pequeños de migrantes cruzaron la línea con la idea de ser detenidos por la Patrulla Fronteriza. Su estrategia es pedir asilo y, si no es posible, ser subidos a un avión para retornar a sus países de origen. Es la última y terrible carta que tienen bajo el brazo”.
Saltar al ruedo
La importancia de la crítica a la élite política es mencionada en el Reforma, por el columnista Enrique Krauze, quien escribe que: “el reloj político mexicano se ha retrasado más de cuatro décadas. Estamos en 1976. El PAN atraviesa por una crisis tan o más seria que la de aquel año en que no presentó candidato presidencial. El PRI, que entonces imperaba con poder absoluto, lucha para que la “cuarta transformación” no trastoque sus siglas en RIP. En 1976, la izquierda no tenía verdadera representación parlamentaria pero sí una muy amplia en ámbitos sociales, académicos, intelectuales, sindicales y políticos, todos agraviados por los hechos del 68 y el 10 de junio del 71 […]. En este siglo, sobre todo a raíz de la transición a la democracia, las generaciones posteriores a la del 68 (mujeres y hombres en parecida proporción) se han dedicado al ensayismo político y el periodismo de opinión. Además de publicar en diarios y revistas impresos o en línea, tienen programas de radio y televisión. En años recientes son una presencia influyente en las redes sociales. Dan pláticas y conferencias. Por lo general no viven principalmente de esas labores, pero los ingresos que obtienen en ellas complementan sus salarios en instituciones académicas. ¿Qué van a hacer en los años siguientes? No se trata de renunciar a la vocación de dar clases, investigar o escribir, ni demeritar su importancia; pero en el momento actual de México, dada la inverosímil vuelta a la situación que describió don Daniel, algunos deben preguntarse si no es el momento de hacer política. La decisión requiere una dosis sustancial de autocrítica. Hay quien considerará, con razón, que su vocación intelectual no debe desviarse, que es mejor apegarse al ‘zapatero a tus zapatos’ que probar una casaca nueva e incierta. Pero es evidente que en las filas generacionales a las que me refiero […] hay vocaciones políticas no asumidas, frustradas, latentes. Gente de acción. Aficionados dispuestos a saltar al ruedo […]. Me vienen muchos nombres a la mente. Basta revisar las cuentas de Twitter. Mi generación ya no está para esas faenas. Las que siguen sí”.
