«Ahora con la nueva ley ninguna mujer dirá que ha sufrido abusos, por miedo, porque la casarán con el agresor», declaró a Efe Fadime Çelebi, presidenta del Colectivo de Mujeres Socialistas, en una de las protestas en Estambul.
Lara Villalón
Estambul, 18 noviembre (EFE).- Una oleada de protestas tuvo lugar hoy en las principales ciudades de Turquía, después de que el Parlamento aprobara anoche una polémica ley que permite suspender penas de cárcel impuestas a quien haya cometido abusos sexuales a menores si está casado con la víctima.
Los partidos opositores en el Parlamento rechazan la nueva norma, impulsada por el islamista partido de Justicia y Desarrollo (AKP), en el poder desde 2002.
También se oponen las organizaciones por los derechos de la mujer, que convocaron protestas hoy en grandes ciudades del país.
Con el lema «No aceptamos nuestro sistema de abuso», las mujeres salieron a la calle para manifestarse contra la nueva ley en Estambul, Ankara, Kocaeli, Esmirna, Samsun y Eskisehir.
En la protesta convocada en la ciudad de Kocaeli, en el noroeste del país, quince mujeres fueron detenidas, mientras que en Samsun, en el noreste, la policía arrestó a once manifestantes.
«Ahora con la nueva ley ninguna mujer dirá que ha sufrido abusos, por miedo, porque la casarán con el agresor», declaró a Efe Fadime Çelebi, presidenta del Colectivo de Mujeres Socialistas, en una de las protestas en Estambul.
Çelebi añadió que «el régimen del AKP, el Gobierno, protege a los agresores, a los que cometen abusos» .
Las organizaciones feministas han convocado manifestaciones para los próximos días, ya que la promulgación de la ley fue postergada hasta el martes para introducir enmiendas.
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El AKP asegura que se trata únicamente de una medida temporal para suavizar la aplicación de una reciente reforma legal que agrava las penas por abuso sexual de menores.
El Ministro turco de Justicia, Bekir Bozdag, explicó que la suspensión de penas no se aplicará en ningún caso a delitos de abuso sexual «mediante fuerza, amenaza o engaño».
«Uno de los dilemas más importantes de la ley es que es muy difícil determinar si un abuso se ha cometido bajo fuerza, amenaza o anulando la voluntad (de la víctima)», sostiene la asociación de mujeres KADEM, cercana al AKP.
«¿Cómo se puede comprobar que una niña pequeña ha actuado por ‘voluntad propia’ sin fuerza ni amenazas?», pregunta en un comunicado esta asociación, cuya vicepresidenta es Sümeyye Erdogan, hija del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.
En muchas regiones rurales persiste el hábito de «casar» a las hijas a partir de los 15 años, a veces incluso antes, mediante una ceremonia religiosa y sin acudir al registro civil.
Según declaraciones de la Plataforma de Mujeres de Ankara, cerca de 4 mil hombres encarcelados por abuso a menores podrían ser liberados gracias a esta ley, que se aplicará con carácter retroactivo.