Viena, 18 nov (EFE).- El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) confirmó hoy que Irán ha comenzado a desmantelar algunas partes de su controvertido programa nuclear, como está previsto en el acuerdo alcanzado en julio con seis grandes potencias.
Según el más reciente informe técnico del OIEA sobre Irán, al que Efe tuvo acceso, técnicos iraníes han empezado a trasladar centrifugadoras de una sala a otra en la gran planta de enriquecimiento de uranio en Natanz, al sur de Teherán, bajo la supervisión de la ONU.
A su vez, desde el pasado 18 de octubre, cuando se inició la adopción del acuerdo atómico, Irán aplica «de forma provisional» el Protocolo Adicional del Tratado de No Proliferación de armas nucleares (TNP) que permite exhaustivas inspecciones de la ONU sin aviso previo en la República Islámica.
A 15 de noviembre, en Natanz había 12.156 centrifugadoras de diferentes tipos (11.308 IR1 y 848 IR2), frente a las casi 16.428 unidades que estaban instaladas cuatro semanas antes, detalla el informe del OIEA.
En el caso de la instalación nuclear subterránea en Fordo, que según el acuerdo de julio debe ser convertido en un centro de investigación atómica, el número de centrifugadoras del tipo IR1 ha bajado de 2.710 a 2.452 en un período de cuatro semanas.
La reducción total es de 4.530 unidades, lo que equivale a una bajada de casi el 25 por ciento en cuatro semanas.
En total, el tratado de Viena prevé que Irán tenga durante un período de diez años solo 6.104 centrifugadoras del tipo IR1, más lentas, y ningunas del tipo IR2, más avanzadas y rápidas.
De éstas, solo 5.060 podrán tener capacidad de enriquecer y el resto servirán para llevar adelante experimentos científicos, también con ciertas limitaciones.
«Los expertos del OIEA no saben aún cuánto se tardará para cumplir el acuerdo, ya que depende de muchos factores técnicos», explicó un diplomático, conocedor de la investigación en Irán.
Cuando Irán haya cumplido con todo lo exigido en el acuerdo, las potencias internacionales empezará a levantar las sanciones económicas que pesan en su contra.
Otra exigencia clave del acuerdo es que Irán debe reducir las reservas de uranio poco enriquecido (menos del 5 %) hasta un total de 300 kilos.
Pero la cantidad de uranio enriquecido ha crecido en otros 460 kilos en las últimas cuatro semanas, hasta un total de 8.305 kilos, frente a los 7.100 kilos que había en julio cuando se pactó el acuerdo nuclear.
La reducción de esas cantidades, que se producirá sobre todo mediante el traslado al exterior, aún no ha comenzado, confirma el informe del organismo.
Por otra parte, el OIEA debe presentar antes del próximo 15 de diciembre un informe en el que aclara pasadas actividades nucleares de Irán que posiblemente tuvieron dimensiones militares.