El deceso del artista se produjo esta mañana en la clínica Santa María de Sincelejo, capital del departamento caribeño de Sucre, en donde estaba recluido hace varios días por una isquemia cerebral, dijo a periodistas su hijo César Ochoa.

Autor de un amplio repertorio del cual destacan canciones grabadas por él y por otros artistas colombianos y extranjeros, Calixto Ochoa comenzó su carrera artística en 1956, cuando a los 19 años abandonó su pueblo natal, Valencia de Jesús, un caserío del departamento del Cesar, para recorrer el Caribe colombiano con diferentes agrupaciones musicales.

De los conjuntos musicales con los que actuó, sus seguidores recuerdan especialmente a «Los Corraleros de Majagual», uno de los más populares.

Calixto Ochoa compuso canciones populares como «El Africano», grabado por más de 25 agrupaciones entre las que destacan el dominicano Wilfrido Vargas y la orquesta venezolana Los Melódicos.

Igualmente son de su autoría composiciones como «Diana», «Los Sabanales», «Playas marinas» y «Todo es para ti», que popularizó el fallecido cantante colombiano de vallenatos Diomedes Díaz, entre otros.

Además de cantante y compositor, Calixto Ochoa fue un virtuoso acordeonista.

En 1970 fue coronado «Rey del Festival de la Leyenda Vallenata» que anualmente se celebra en la ciudad de Valledupar (Departamento del Cesar, norte).

Desde «El lirio rojo», la primera canción que grabó cuando tenía 21 años, Calixto Ochoa deja una extensa obra que incluye también temas como «El calabacito», «Charanga campesina», «Manantial del alma» y «Marilí».

El también cantante y acordeonista Dolcey Gutiérrez lamentó en declaraciones a Efe el fallecimiento de Calixto Ochoa y manifestó que es una gran pérdida para la música colombiana.

«Se fue un gran maestro. Para mí es muy doloroso porque en mis primeros años de carrera artística aprendí a tocar el acordeón con la música de Aníbal Velázquez y Calixto Ochoa», dijo Gutiérrez.