Una vez más, los organizadores de las marchas que discurren de manera completamente pacífica lograron eludir el bloqueo policial y mostraron de nuevo su músculo e inmenso poder de convocatoria coordinados a través de las redes sociales y las aplicaciones de mensajería móvil.
Bangkok, 18 oct (EFE).- Miles de manifestantes tomaron en cuestión de minutos algunas de las principales calles de Bangkok para proseguir con sus demandas de reformas democráticas en el país y su desafío al Gobierno de Tailandia, al que exigen la dimisión.
La Policía ordenó el cierre de al menos 15 estaciones de la red de transporte público que vertebra la capital para tratar de impedir una nueva jornada de protestas masivas, la quinta consecutiva.
Las autoridades, al igual que hicieran ayer con el cierre de todas las líneas, invocaron el decreto de emergencia «severa», aprobado el jueves por el Gobierno, como medida «para mantener la seguridad» del Estado y el pueblo frente al «trastorno» que causan las protestas.
Pero una vez más, los organizadores de las marchas que discurren de manera completamente pacífica lograron eludir el bloqueo policial y mostraron de nuevo su músculo e inmenso poder de convocatoria coordinados a través de las redes sociales y las aplicaciones de mensajería móvil.
«Si cierras la ciudad, nos vamos a las afueras. Si cierras las afueras, nos vamos a la ciudad. Te has metido con la generación equivocada», publicó el grupo estudiantil ThammasatUFDT en claro desafío al Gobierno.
Con carteles donde aparece el rostro de varios de los líderes de las manifestaciones detenidos por la policía, los asistentes reclamaron «libertad para nuestros amigos» y gritaron «fuera Tu», en referencia al apodo del Primer Ministro, Prayut Chan-ocha, quien lideró el golpe de Estado militar de 2014 y retuvo el cargo en 2019 a través de unas controvertidas elecciones.
«Estoy alarmada por las informaciones de esta semana en Tailandia sobre detenciones y el uso de leyes draconianas contra defensores de los derechos humanos que ejercían su derecho a asamblea pacífica y expresar sus opiniones», apuntó en Twitter Mary Lawlor, relatora especial de la ONU sobre la situación de los defensores de los derechos humanos.
I’m alarmed by reports this week from #Thailand of arrests & detentions & the use of draconian criminal charges against Human Rights Defenders exercising their rights to assemble peacefully & to express their views
— Mary Lawlor UN Special Rapporteur HRDs (@MaryLawlorhrds) October 18, 2020
Desde el martes, las autoridades han detenido a más de 70 manifestantes, entre ellos casi todos los principales líderes del movimiento estudiantil prodemocrático, la mayoría por desafiar el decreto de emergencia que prohíbe las reuniones de carácter político de cinco o más personas.
La orden de emergencia fue aprobada la madrugada del jueves y tiene una vigencia de un mes con el objetivo de sofocar el movimiento antigubernamental e impedir la publicación de noticias que afecten a la seguridad nacional, entre otras medidas.
Pero no ha amedrentado al movimiento prodemocracia al igual que la dura represión policial del viernes, cuando los antidisturbios cargaron y usaron cañones de agua contra la desarmada y pacífica muchedumbre.
El Gobierno decretó el estado de emergencia «severo» después de que una protesta masiva desafiara y se plantara el miércoles a escasos metros de la caravana de coches donde viajaban la reina Suthida y el príncipe Dipangkorn, un gesto de rebeldía inédito en la nación.
La principal demanda del movimiento estudiantil, que comenzó en julio y ha ido cobrando fuerza, es la dimisión Prayut y una nueva Constitución, ya que la actual fue redactada por la antigua junta militar (2014-2019), además de reducir la influencia del Ejército y la monarquía en la política.