El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas detalló que el crecimiento económico esta determinado por muchos factores, por un lado esta el recorte en el presupuesto que no sólo es necesario sino indispensable para mantener la estabilidad macroeconómica.
Por Valentina González
Ciudad de México, 18 de octubre (SinEmbargo).– El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) ajustó por quinta ocasión la expectativa de crecimiento para México con un 2 por ciento para el cierre de este año.
De acuerdo con Joaquín Gándara, presidente de este organismo, más allá de que se ve cerca el 2 por ciento que están proyectando contra el 2.3 por ciento, es muy cercano a la realidad porque estamos a mediados de octubre y ya hay muchos datos. Eso hace que no vaya a variar mucho el crecimiento.
Mientras que para 2017 el IMEF proyecta un crecimiento débil, con solo un 2.3 por ciento. Aunque existe la posibilidad de que se den inversiones en el país que pidiera revertirse.
«Pero todas las condiciones que vemos hacia el próximo año nos hace ver más pesimistas de lo que a estas alturas del ano habíamos sido para años subsecuentes por los últimos seis años», dijo Gándara.
Detalló que el crecimiento económico esta determinado por muchos factores, por un lado esta el recorte en el presupuesto que no sólo es necesario sino indispensable para mantener la estabilidad macroeconómica. Pero no podemos dejar de reconocer que retirar dinero de la economía, el dejar de poner este dinero tiene un impacto sobre el crecimiento económico.
Además de una tasa de interés de política monetaria más alta no es un estimulador de la economía. Más un crecimiento internacional a la baja son los factores que hacen ver un escenario poco favorable hacia 2017.
«Esto se confirma con la confianza del consumidor y la confianza empresarial, pues la gente no tiene en su expectativa un crecimiento económico. Cuando la confianza es baja tiende a contraerse el consumo y las decisiones de inversión, lo cual viene a generar un crecimiento económico débil para 2017», señaló Gándara.
Respecto a la idea de un consejo fiscal hay pros y contras, tal como lo propone el FMI, el pasar a un órgano independiente muchas de las decisiones de gasto más apegado al presupuesto le quita libertad a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
«El gobierno siempre ejerce un gasto mayor al que es aprobado y la idea de un Consejo sería para que no lo hiciera y se amarrara un poco las manos. No veo al gobierno en un corto plazo haciendo una propuesta para autolimitarse en ese sentido», señaló Jonathan Heath, vicepresidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del IMEF.