Por Angélica De Diego
Sao Paulo, 18 oct (EFE).- El Alcalde de la ciudad brasileña de Sao Paulo, Fernando Haddad, y su esposa, Ana Estela, disfrutaron hoy del desfile inaugural de la Semana de la Moda de Sao Paulo (SPFW, por su sigla en inglés), que cumple 20 años de existencia y que en esta ocasión especial se realizó en el ayuntamiento de la ciudad.
El pistoletazo de salida de la 40 edición (dos ediciones al año) de la SPFW, que presenta la colección Invierno 2016, lo dio el diseñador Alexandre Herchcovitch, que convidó a «fashionistas» y clientes a ir en transporte público al edificio de la Alcaldía usando el billete único cargado con 7 reales (unos 1,78 dólares), ya enviado a los asistentes junto a la invitación al desfile.
El salón de entrada de la Alcaldía congregó a publico y críticos que disfrutaron de un local genuino y poco habitual para un evento de estas características.
Como resaltó en declaraciones el propio Haddad, «esta es la primera vez que se utiliza la sede de la Alcaldía de Sao Paulo para un evento cultural y creo que la Alcaldía debería en un futuro integrar en sus edificios más eventos relacionados con el arte y la cultura de la ciudad».
En esta ocasión excepcional este edificio fue testigo de una interesante colección inspirada en el «boudoir» o sala íntima, que antiguamente en Francia era usada por las mujeres como lugar para esperar a novios o amantes, ataviadas con ropas insinuantes que resaltaban el lado erótico y sensual.
La colección, presentada en blanco y negro en su totalidad, se inició con camisolas leves en tejidos de seda y cachemira que daban a las modelos un aire romántico y soñador, para dar paso al color negro que inmediatamente tomó la pasarela, con vestidos de tejidos armados como el tafetán de seda, combinado con gasas transparentes, y que otorgaban a las piezas un aire perverso y sexy.
Los cuadros y el Jacquard fueron los estampados estrellas, tanto en vestidos como en pantalones, y la lana de cachemira el material presentado en las piezas más calientes de esta colección de invierno 2016, que insistió en los «looks» de vestidos rectos a media pierna, y una silueta poco ceñida al cuerpo y confortable.
El accesorio clave de la colección fueron las botas que acompañaron a todos los modelos, realizadas en cuero negro o charol por la marca de calzados Arezzo en colaboración con Herchcovitch, que indudablemente pusieron el toque final a esta colección inspirada en una historia de amor y perversión.
El desfile del brasileño Herchcovitch es el primero de una intensa Semana de la Moda de Sao Paulo que conmemora sus 20 años de trayectoria y continuará desde mañana hasta el viernes 23, en el Pabellón de la Bienal del Parque Ibirapuera de la ciudad de Sao Paulo. EFE
