Londres, 18 oct (EFE).- El Ministro británico de Defensa, Michael Fallon, consideró hoy «lógico» extender los bombardeos contra posiciones del Estado Islámico (EI) a Siria e insistió en que el Gobierno está comprometido a solicitar el permiso del Parlamento.
En unas declaraciones a la cadena BBC, Fallon dijo que ampliar a Siria los ataques aéreos británicos es algo «ineludible» porque los yihadistas del EI suponen una amenaza para el Reino Unido, «la estabilidad de Irak y de toda la región».
Los aviones de la Real Fuerza Aérea británica (RAF) participan en bombardeos contra blancos del EI en Irak después de que la Cámara de los Comunes diera a finales del año pasado su visto bueno, pero la aprobación no incluyó ataques en territorio sirio.
El Gobierno británico ha anticipado que antes de considerar ataques en Siria buscará el permiso del Parlamento, algo que -aclaró- sólo hará si hay suficiente consenso entre los partidos políticos.
«El EI es administrado desde el noreste de Siria, donde (el presidente sirio, Bachar al) Asad no ha tenido el control durante años. El comando y control están allí, su logística y rutas de suministro a Irak. Los otros (países) de la coalición están atacando estos blancos, y les gustaría que nosotros tomásemos parte, pero aún no tenemos autoridad parlamentaria para hacerlo», añadió.
Al mismo tiempo, el ministro criticó a Rusia por alcanzar a civiles en los ataques aéreos que realiza en Siria, que en su mayoría -agregó- no consiguen castigar al EI.
Rusia está «prolongando el conflicto y están muriendo civiles», dijo el titular de Defensa, que pidió al Presidente ruso, Vladimir Putin, que trabaje con los países occidentales para encontrar una solución política al conflicto en el país árabe.
«Al Asad no puede formar parte del futuro de Siria y Rusia debería estar trabajando con nosotros para conseguir que haya un Gobierno mejor e integral que pueda poner fin a este baño de sangre», expresó.
El Gobierno no ha anticipado cuándo pedirá al Parlamento luz verde para extender los ataques a Siria, pero el nuevo líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, se opone a ampliar la operación militar.