Los investigadores volvieron a registrar la casa de Manuela el pasado 27 de agosto, en busca de alguna evidencia que apoyara la teoría de que la mujer salió de casa para hablar con alguien conocido y fue secuestrada en el acto, en un coche que abandonó el lugar a toda prisa, tal y como al parecer describe la carta.
España, 18 de septiembre (RT).- La Guardia Civil española detuvo anoche a un hombre de 28 años como supuesto autor del secuestro y la muerte de Manuela Chavero, una mujer de 42 años desaparecida en extrañas circunstancias en julio de 2016.
El arrestado, un vecino de la víctima y residente en la misma calle, situada en la localidad extremeña de Monesterio, Badajoz, ha reconocido los hechos y se ha mostrado dispuesto a colaborar con las autoridades en la localización del cadáver.
Según su declaración, el cuerpo se encuentra enterrado en una finca agrícola y ganadera que era de su propiedad cuando cometió el crimen, pero que vendió poco más tarde.
UNA MISTERIOSA CARTA ANÓNIMA
Al parecer, una carta anónima enviada hace menos de un mes a la familia de la víctima ha acelerado la resolución del caso.
Un vecino de #Monesterio, detenido por la desaparición hace cuatro años de Manuela Chaverohttps://t.co/Qn54SOCiny pic.twitter.com/ZUtd1mLrZF
— ?????? ???????????? (@sosdesaparecido) September 18, 2020
En la misiva, de la que se desconoce tanto el origen como el motivo de que haya sido enviada ahora, se dan detalles concretos y creíbles sobre la autoría del secuestro y las circunstancias en las que fue perpetrado, que al parecer encajan con las conclusiones a las que llegó la Policía en su investigación del caso.
Según estas pesquisas, en la madrugada del 4 y 5 de julio de 2016, alguien habría obligado a Manuela Chavero a salir apresuradamente de su casa, en la que quedaron las luces y la televisión encendidas.
Su bolso quedó también intacto en la mesa del salón, con sus pertenencias (llaves, documentación, dinero y teléfono móvil) en el interior. Horas después de su desaparición se comprobó también que la puerta de su casa estaba abierta y sin señales de forzamiento.
Los investigadores volvieron a registrar la casa de Manuela el pasado 27 de agosto, en busca de alguna evidencia que apoyara la teoría de que la mujer salió de casa para hablar con alguien conocido y fue secuestrada en el acto, en un coche que abandonó el lugar a toda prisa, tal y como al parecer describe la carta.
Una reconstrucción de la escena practicada in situ con un vehículo esclareció además algunos detalles relevantes para la resolución del caso.
«UN ACCIDENTE»
Tras esa última inspección, el juez encargado del caso emitió el jueves una orden de registro de la vivienda del sospechoso y su detención inmediata.
Tal como informan este viernes los medios locales, el autor confeso del crimen se derrumbó ante la Guardia Civil durante el interrogatorio al que ha sido sometido a la luz de las últimas revelaciones.
Aunque admitió su responsabilidad en el crimen, achacó lo sucedido a «un accidente».
Este desenlace confirma las sospechas de la familia, que siempre creyó que la desaparición de Manuela había sido causada por una persona cercana a su entorno.