El destino que se le dio a un lote de joyas incautado a Joaquín “El Chapo” Guzmán en 1993 es un misterio. Las autoridades mexicanas dicen no saber nada de su existencia.
Estados Unidos, 18 de septiembre (Univisión Investiga).– «Reloj sin marca con emblema ‘presidente Constitucional 1988-1994‘ en caja de acero esmaltado y pulso de piel maltratado». Así describió un perito de la Fiscalía federal mexicana una de las joyas que fueron incautadas en 1993 a Joaquín “El Chapo” Guzmán. El periodo al que hace referencia la joya coincide con los años cuando el Presidente de México era Carlos Salinas de Gortari y con el primer ascenso en la carrera delictiva de Guzmán, antes de su primera detención.
La descripción forma parte de un inventario sin fotografías de un lote de 103 joyas que fue incautado al “Chapo” el año de su primera detención, según fuentes de Univision Investiga, y cuyo destino hoy es un misterio.
«En esos años el PRI hizo más de 100 mil relojes con los emblemas presidenciales, también durante la campaña de Salinas. Lo podía tener cualquiera, no eran relojes que necesariamente entregaba el candidato», dijo para esta investigación una persona cercana a la familia Salinas.
Según las fuentes, las joyas nunca se han vendido. El lote incluiría también un dije de oro de 14 quilates con 120 diamantes y una inscripción con el nombre “Chapo”, además de otras joyas con alusiones a su familia. Hoy, las autoridades dicen que desconocen su paradero.
«No tengo un mayor detalle sobre su administración y sobre su destino», dijo en entrevista Ricardo Rodríguez, director del Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE), la institución que se encarga del resguardo y custodia de los bienes asegurados.
En una llamada telefónica con su madre a finales de agosto, Guzmán solicitó que el dinero que le sea decomisado después de su sentencia a cadena perpetua vuelva a México y se destine «a comunidades indígenas», anunciaron a la prensa los abogados mexicanos José Luis González y Juan Pablo Badillo. La fortuna a la que se refería Guzmán, según esta versión, no contemplaría las joyas que siguen en poder del Gobierno mexicano, de acuerdo con fuentes de Univision.
Univision Investiga obtuvo en exclusiva, de una fuente confidencial, un inventario sin fotografías con las descripciones de las joyas que formaron parte de una investigación oficial de 1993, de acuerdo con el informante. El documento incluye descripciones de dijes, anillos, pulseras y varios relojes Rolex, en especial uno, con 332 diamantes blancos. También se describe un juego de collar, pulsera y anillo de oro con 85 zafiros australianos.
«Este lote de salida de subasta podría valer entre 170 y 200 mil dólares. En valor de mercado podría valer entre 400 y 500 mil dólares», dijo Alba Zabaneh, quien fue durante más de una década perito valuador para el SAE y analizó el documento a solicitud de Univision.
Las descripciones de otras de las joyas en el documento muestran coincidencias con miembros de la familia de Guzmán. La primera es un juego de cachas para pistola con 251 zafiros australianos, 192 diamantes y las letras JG, en probable referencia a las iniciales de Joaquín Guzmán.
Hay dos esclavas de oro con el nombre Alex, dos pendientes con una letra A y otra similar con 59 diamantes y el nombre Gisel, como Alejandrina, primera esposa de Guzmán, y Alejandrina Giselle, una de las hijas de su primer matrimonio.
También está descrita una esclava de dos cadenas tipo Cartier, con el nombre “Chapito” en oro de 14 quilates con 54 diamantes. “Chapito” es el apodo con el que se ha conocido a Iván Archivaldo, otro de los hijos de su primer matrimonio.
Según el inventario, una esclava más tiene escrito el nombre César, otra las iniciales CGZ con 59 diamantes, más una última que contiene la inscripción con el nombre Alfredo y 40 diamantes. César y Alfredo Guzmán son los otros dos hijos del matrimonio del “Chapo” Guzmán y Alejandrina Salazar.
Ahora, las autoridades actuales dicen no tener conocimiento de la existencia del lote ni de la permanencia en poder del SAE, dijo en entrevista con Univision su actual director, Ricardo Rodríguez.
«Me entero por usted de la existencia de esas joyas», dijo Rodríguez, cuando el equipo de Univision estaba instalándose.
Ya en la entrevista, afirmó que tienen lotes de más de diez años en resguardo y que este podría ser uno de esos. Rodríguez fue muy cuidadoso en no mencionar el nombre de Guzmán y siempre le llamó «la persona que comentas» ante las preguntas específicas sobre sus bienes.
«Si las joyas no nada más del personaje comentas sino de otros personajes no se habían vendido o no se les da un destino es porque no había esa coordinación con la PGR, ahora Fiscalía. Esa falta de coordinación hacía que el Ministerio Público no declare en abandono y podrían pasar diez años administrando dichos bienes y se quedaban en el almacén. Ahora ya no», aseguró.
UNA INVESTIGACIÓN DE LOS NOVENTA
Los testimonios recabados para esta investigación apuntan a que las joyas habrían estado durante siete años guardadas en una bóveda bajo responsabilidad de la Fiscalía federal, entonces llamada Procuraduría General de la República (PGR), y en 2001 se habrían trasladado en un operativo especial para pasar a resguardo del SAE.
En ese momento, Víctor Aznar era encargado de recepción de bienes asegurados. Es la primera vez que él habla sobre este caso. «PGR trasladó muy bien custodiadas todas esas joyas a esa bóveda y ahí durante 17 días hicimos la revisión con peritos de PGR de joya por joya», dijo Aznar.
Durante esos días, uno de los lotes que ingresaron era el de las 103 joyas, según él. Por legislación, los miembros de SAE no deben conocer a quién pertenecían los bienes asegurados, pero él recuerda el dije personalizado.
«Era un colgajo muy grande con muchísimos brillantes, con muchísimas piedras, como con oro blanco y que decía ‘Chapo'», relató el ex funcionario.
Luego comenzó la batalla legal. Pocos meses después, relató Aznar, fue a su oficina un hombre de más de 80 años, con sombrero, abrigo largo y un modo muy formal para hablar.
«Un abogado se presentó en la oficina, estoy hablando de 2002, me dijo que iba para que le devolvieran las joyas de ‘El Chapo’. Le dije: ‘¿trae usted una orden (de devolución de un juez)?’. ‘No, pero tengo instrucciones de venir por ellas'».
Según el ex funcionario, el abogado le presentó un listado con los números de varias investigaciones contra Guzmán, en las que había aseguramientos de bienes. Aznar no recordó si alguno de los números coincidía con la investigación que contiene el lote con las 103 joyas.
Durante los siguientes meses, dijo, el mismo hombre se presentaba cada martes, siempre a las 11 de la mañana, con la misma petición.
«Yo le pregunté por qué iba si ya le habíamos dicho que no. Me contestó: ‘Tengo la orden de venir a solicitar la devolución'».
Aznar relató que después de un tiempo el abogado dejó de presentarse. Guzmán se había fugado en 2001 del penal de Puente Grande, en Jalisco y fue reaprehendido en 2014 en Mazatlán, Sinaloa.
Meses después, cuando ya litigaba una nueva defensa y poco antes de fugarse del penal del Altiplano, en el Estado de México, ordenó a sus abogados que intentaran nuevamente recuperar las joyas, dijo a Univision una persona cercana a la defensa, que pidió omitir su nombre. «Pidió que se viera ese asunto, pero los casos estaban prescritos», recordó.
Aznar continuó en el puesto durante 16 años. En 2016, se jubiló. Ya Guzmán había sido reaprehendido y su defensa litigaba en contra de la extradición a Estados Unidos. Dijo que cuando salió del SAE ese lote no se había vendido, ni tampoco supo que se incluyera en alguna subasta en los dos años siguientes, cuando continuó colaborando con el SAE como asesor externo.
INVENTARIO CON POBRES DESCRIPCIONES
Con asesoría de la perito Alba Zabaneh, Univision revisó el catálogo de las joyas de las subastas anunciadas como bienes provenientes del narcotráfico que se han realizado en México en la última década. La revisión incluyó una subasta reciente, que tuvo lugar a finales de julio de 2019 en la antigua residencia presidencial de Los Pinos. Las descripciones de esas ventas no coinciden con ninguna de las joyas contenidas en el inventario donde está el dije que dice “Chapo”.
Como parte de su análisis, Zabaneh explicó que algunas piezas del lote tienen características propias de joyas de los años 90.
«Habla de unas pulseras caladas, diseños que eran muy noventeros, por llamarlo de alguna manera, era de la joyería que se vendía en ese momento».
Pero las descripciones del inventario no son profesionales, explicó ella, ya que no incluyen mayores especificaciones de color, material, tipo de corte, vitales para una valuación exacta de las piezas. Debido a esto, los valores calculados por Zabaneh son solo aproximados.
Ella dijo que un ejemplo está en los relojes Rolex, lo más llamativo del lote. El documento dice que contienen diamantes, pero no si estos venían con el diseño original, que implicaría un costo muy alto, o fueron añadidos después de sacarlos de tienda, con un joyero.
«No es profesional, es un avalúo hecho por alguien que tienen trabajando dentro de la dependencia y que dentro de sus conocimientos hacen lo mejor que pueden», explicó Zabaneh.
Durante los años cuando ella valuó joyas para el SAE, recordó que siempre había una zona intocable en el sitio de resguardo de bienes que aún estaban en litigio. Aznar dijo que este es el lugar donde las joyas del lote con el dije que dice Chapo estaban en resguardo durante los años cuando él trabajó allí.
Después de la sentencia de Joaquín Guzmán, el Gobierno federal de México ha dicho que busca recuperar parte de la fortuna del capo, para subastarla y entregar el dinero a los municipios más necesitados del país. Según los abogados de González Meza y Badillo, que ya no forman parte oficial de la defensa del capo pero dicen mantener comunicación estrecha con la familia, Guzmán habría pedido por teléfono que su dinero fuera a comunidades indígenas mexicanas. La petición, dijeron los abogados a la prensa, estuvo dirigida al presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador.
Una fuente de la cancillería aseguró que ya están en conversaciones con el gobierno de Estados Unidos para intentar acceder a parte de lo que pueda incautarse tras la sentencia, pero en ningún momento alguna autoridad mexicana se había referido al lote de joyas de 1993.