Francisco Gabilondo Soler fue un veracruzano destacado que marcó a generaciones de niños con su música y su personaje “Cri-Cri, el grillito cantor”. Compartimos algunos datos de la vida de este compositor mexicano que se inspiró en las fábulas de Esopo, cuentos de Emilio Salgari, Wilhelm Hauff, Hans Christian Andersen y los hermanos Grimm, entre otros, para crear sus historias.
Ciudad de México, 18 de agosto (SinEmbargo).- «¿Quién es el que anda ahí? Es Cri-Cri«, se escuchaba en una canción que presentaba a un grillito cantor ideado por Francisco Gabilondo Soler, un personaje de origen veracruzano que marcó a varias generaciones con su música e historias.
Orizaba, Veracruz, vio nacer a Francisco José un 6 de octubre de 1907. Francisco mostró interés en aprender de todas las asignaturas, le apasionaba el origen de las palabras, por lo que recurría a libros y a su abuela, quien le tocaba melodías de piano y le contaba historias. De acuerdo con la biografía compartida por la Sociedad de Autores y Compositores de México, Gabilondo Soler no se emocionaba con asistir a la escuela y prefería los sonidos del campo y el bosque por lo que «aprendió más por sí mismo que con profesores que le parecían poco interesantes».
A continuación te compartimos algunos datos curiosos de la vida de este destacado veracruzano:
Cuando tenía 10 años sus hermanos pequeños murieron, sus padres se divorciaron y vivió en internados hasta tomar la decisión de quedarse con su papá.
El «grillito cantor» practicó varios deportes entre ellos boxeo, natación y tauromaquia en la que recibió el apodo de «El estudiante».
Entre las lecturas que lo inspiraron para crear sus historias como Cri-Cri están las fábulas de Esopo, cuentos de Emilio Salgari, Wilhelm Hauff, Hans Christian Andersen y los hermanos Grimm.
Cuando tenía 17 años viajó a Nueva Orleans para estudiar Linotipia, sin embargo, se encontró con el movimiento de jazz de esa ciudad que lo cautivó y motivó en su formación como compositor. Así, a los 19 años decidió aprender música y estudió la pianola de unos baños públicos de Orizaba, de manera autodidacta tras observar y practicar dominó el teclado.
Tocó en bares y casas de citas, además empezó a componer sus propias canciones (tangos, danzones) alrededor de 1930 entre las que destaca Montecarlo, un fox-trot que fue grabado por una banda estadounidense en Nueva York. En 1934 se acercó a Emilio Azcárraga Vidaurreta en busca de una oportunidad, este le recomendó escribir una letra para los niños de la «Marcha de Zacatecas», sin embargo, Francisco Gabilondo se arriesgó y presentó una canción propia con la que logró un espacio.
El 15 de octubre de 1934 estuvo al aire por primera vez en un programa de 15 minutos durante los que interpretó, sólo con voz y piano, las canciones «El chorrito», «Bombón I» y «El ropero». Poco después se le sugirió agregar a algún animalito que sirviera de narrador para las aventuras que presentaba Francisco; así nació Cri-Cri, el Grillito Cantor, que además contó con el patrocinio de la Lotería Nacional.
Francisco Gabilondo Soler compuso más de 200 obras, de las que se grabaron 120, entre ellas «El ratón vaquero», «Caminito de la escuela», «Castillo azul», «Che araña», «La muñeca fea», «Juan pestañas», «Chong Ki Fu», «El Jicote Aguamielero» y «El rey de chocolate». Además creó más de 500 personajes y escribió 3 mil 500 páginas de cuentos.