La conocida profesional encara lo que considera “el proyecto de mi vida”, un blog dedicado a la divulgación de los libros y que presentó en sociedad en el reciente Festival de las Letras en Tepic
Ciudad de México, 18 de junio (SinEmbargo).- La libreta de Irma Gallo “es el proyecto de mi vida”, afirma con genuina emoción la conocida profesional de los medios, periodista desde hace tiempo en el Canal 22, donde hemos aprendido a disfrutar de su estilo pausado y elegante para difundir las notas de la cultura.
Con el eslogan “todo lo que sucede entre la portada y la contraportada”, La libreta de Irma Gallo ( https://lalibretadeirmagallo.com/) ofrece diferentes puntos de vista en torno al mundo del libro, con la colaboración de queridos y talentosos profesionales del medio, por caso la periodista Miriam Vidriales y el escritor Alberto Chimal, entre otros.
El proyecto fue presentado en sociedad en el reciente Festival de las Letras en Tepic, donde en debate con la directora de la Brigada para Leer en Libertad, Paloma Saiz, Gallo refrendó su fe en la lectura y dio testimonio de su trabajo cotidiano alrededor de los libros y “sus derivados”.
Nacida en Ciudad de México en 1971), Irma ha colaborado en publicaciones como Gatopardo, Variopinto, Gentleman México, El Universal y Newsweek en español y en sitios online como SinEmbargo, Intemperie y Cuadernos Doble Raya, en los que, sin abandonar la cultura, se ha centrado en temas de derechos humanos, libertad de expresión y género. Actualmente escribe la columna “Padres al borde de un ataque” que se publica todos los domingos en El Gráfico. Publicó su primer libro en 2014, Profesión: mamá y en 2015 salió su segundo libro, #yonomásdigo, ambos por Ediciones B.
–¿Qué es el libro para ti?
–Es la puerta a un mundo o varios mundos distintos a la realidad y en donde paradójicamente también me puedo sentir identificado. A veces sirven para ver la más tremenda miseria, a veces para ver cosas mejores a las que estamos viviendo en México. Un libro te ayuda a imaginar universos posibles y a aprender, aunque no me guste mucho esta palabra por el dejo didáctico que conlleva.
–Tienes la fortuna de haber nacido en un hogar donde estimularon tu afición a la lectura
–Sí, mi mamá estudió pintura y teatro y se inclinó más por las artes visuales. En casa había muchos libros de arte. Con mi padre fue el tema de la literatura y la historia. Siempre fui una niña de carácter difícil y las cosas que no me parecía las expresaba como tal. Y mi papá solía decirme que cuando me encontrara triste o enojada leyera un libro, porque un libro iba a sacarme de ese sentimiento negativo. Empecé a hacerlo con Mujercitas, una edición ilustrada en tinta negra que me encantaba. Todas las mujeres que escribimos quisimos ser Jo cuando fuimos niñas. Mi padre tenía razón. Mis primas y mi hermana salían a jugar y eso no me hacía mucha gracia. Siempre he preferido estar leyendo, no soy muy física y detesto hacer ejercicios, por eso soy como llenita…
–¿Cómo fue el paso de leer libros a hacer libros?
–Pues, de adolescente quise empezar a escribir e hice un taller de cuentos, pero luego se me dio por ser actriz y a eso me dediqué. El teatro me atrapó. Cuando entré al periodismo quise contar las cosas de otro modo y no desde la ficción. El primer libro De profesión mamá fue periodístico esencialmente y el segundo (#yonomásdigo) significó un esfuerzo más creativo, al tener que ponerme en la voz de una niña adolescente. Acabo de entregar a la Universidad Autónoma de Nuevo León un libro con historias de mujeres extraordinarias.
–¿Qué es La liberta de Irma Gallo?
–Es mi proyecto de vida, un sueño realizado que casi comenzó como un juego. Nunca pensé que iba a tener tanto apoyo de periodistas y escritores que colaboran al igual que yo sin cobrar un peso. Es el periodismo que me interesa hacer, desde notas largas a textos breves. Entre otras cosas, queremos demostrar que no hay nada aburrido en la lectura. Que puedes divertirte leyendo y conociendo más de cerca a las personas que hacen los libros.
