Corea del Norte continúa con su creciente crisis ante el feroz contagio de «fiebres» presumiblemente atribuidas a la COVID-19 ante el reporte de casi 233 mil nuevos casos y seis muertes adicionales.
Por Kim Tong-Hyung
SEÚL, Corea del Sur, 18 de mayo (AP).— Corea del Norte reportó el miércoles 232 mil 880 nuevos casos de fiebre y otras seis muertes, y el mandatario Kim Jong-Un acusó a los funcionarios de “incapacidad” y “pancismo” en su manejo del creciente brote de COVID-19 que causa estragos en una población que no está vacunada en su mayoría.
La comandancia estatal de combate al virus informó que 62 personas han fallecido y más de 1.7 millones han enfermado en medio de una veloz propagación de la fiebre desde finales de abril. Añadió que más de un millón se han recuperado y que al menos 691 mil 170 permanecen en cuarentena.
Expertos externos aseguran que la mayoría de las infecciones serían de COVID-19, aunque Corea del Norte sólo ha podido confirmar una pequeña cantidad de casos de coronavirus desde que reconoció un brote de la variante Ómicron la semana pasada, posiblemente debido a su poca capacidad para realizar pruebas diagnósticas suficientes.
El no controlar el brote podría tener graves consecuencias en Corea del Norte, tomando en cuenta su deteriorado sistema de salud y su negativa a aceptar vacunas ofrecidas del extranjero, algo que ha dejado a sus 26 millones de habitantes sin ser inoculados.
Sin duda el saldo del brote es mucho mayor al total de casos de fiebre reportados, considerando la falta de pruebas diagnósticas y de recursos para dar seguimiento a los enfermos. Además existe la sospecha de que Corea del Norte reporta un número menor de fallecidos para atenuar el impacto sobre Kim, quien atraviesa el momento más complicado de sus 10 años en el poder. La pandemia además ha castigado a una economía ya deteriorada por las malas gestiones y por las sanciones internacionales impuestas en su contra debido al desarrollo de armas y misiles nucleares.
Durante una reunión del Politburó del partido Gobernante, Kim criticó el martes a los funcionarios por su respuesta a la pandemia, la cual —dijo— resalta que “los cuadros responsables de los órganos del partido y el Estado no cumplen debidamente sus tareas en la situación de profilaxis emergente debido a la falta de experiencias”, y atribuyó la vulnerabilidad a su “pasividad, relajamiento e inacción”, según la Agencia Central de Noticias de Corea.