La líder del legendario grupo español propone en el disco Nuevo ciclo un conjunto de canciones cercano a su corazón, con nuevos colores y ritmos
Ciudad de México, 18 de mayo (SinEmbargo).- Muchas cosas ha dejado atrás la cantante y compositora española conocida como “Lamari”, líder del legendario grupo Chambao, entre ellas la grave enfermedad que padeció hace algunos años y de la que hoy se encuentra liberada, como lo demuestra el nuevo disco Nuevo ciclo (Sony Music).
Se trata de un conjunto de canciones representativas de un nuevo momento creativo y que implica la renovación total, luego del álbum 10 años Around the World con el que la banda celebró una década de exitosa carrera musical.
Nuevo ciclo es reflejo de una etapa nueva en el proyecto de Lamari -nombre artístico de la artista de 41 años nacida como María del Mar Carnero en Málaga-, quien con el primer sencillo “Camino libre”, se une a Eduardo Cabra, alias Visitante 13, para ofrecer un tema de aire ligero y percusiones potentes.
“Busco sobre todo divertirme dentro de la expansión de sonidos nuevos y orgánicos y me pareció que Eduardo podía aportar mucha originalidad y que sería divertido”, expresó Lamari.
Haciendo un repaso por las canciones del disco, “En la raíz” es una canción dedicada a la familia Núñez, que se encarga de grabar los ritmos de candombe uruguayo, aunque no es la única sorpresa. “Dentro de mi pecho” es una chacarera argentina (con Jorge Drexler a la guitarra), “Dondandaré” tiene mimbres afrobeat, en “Mejor versión”, Jorge Pardo aliña con su flauta un reggae, “Aquí y ahora” viaja a Marruecos e “Imagina” (con Juanito Makandé) cuenta con aires sureños inequívocamente andaluces, nacidos en la garganta peculiar de Lamari.
En entrevista con SinEmbargo, la artista explica que esta nueva etapa “implica adoptar estilos y decir gracias y hasta pronto al flamenco chill que empezamos a hacer en 2011. Digo hola a toda la música que me gusta y que me hace mucha ilusión aplicarlas a las nuevas canciones de la banda”.
“No he descubierto nada en lo que respecta a mis gustos personales, pero sí me he permitido sacarlos en un disco. No significa que ahora sepa lo que es un candombe o una chacarera, ya lo sabía de antes”, agrega.
–A la chacarera suele llamárselo “ritmo endiablado”, al que muchos músicos le temen
–Ah, mira, no sabía. El ritmo endiablado de la chacarera me encanta, será que soy un poco diabla también. Es un estilo que me es familiar, no lo tengo que estudiar mucho ni nada de eso. Conocí la chacarera en 2004, cuando empecé a hacer los primeros viajes a la Argentina y dábamos conciertos en La trastienda. El ritmo lo escuché en las calles y mis palmas salieron espontáneamente por “tanguillos”. No era un tanguillo, claro, era una chacarera. Son misteriosas las conexiones musicales en el mundo. A mí la verdad es que Nuevo Ciclo me resulta un disco bastante personal, con peculiaridades como el violín de Ara Malikian, que puede no ser muy comercial, pero le da un tono muy particular a mi música. Nuevo ciclo es un viaje interior y salió casi como un vómito, un disco muy esperado por mí.
–¿En este viaje interior qué lugar ha ocupado la ortodoxia musical?
–Probablemente habrá alguien a quien nunca le hizo mucha gracia nuestra música, sobre todo cuando usábamos la palabra flamenco para identificarla. Siempre me he considerado una admiradora total y con mucho respeto del flamenco. Pero sinceramente no estoy pa’esto. Cada uno hace lo que buenamente le dicta su corazón. Yo hago música y si la quieren llamar “flamenco fusión”, bueno, es lo que es. De todas maneras, aunque yo cante un reggae o un candombe, siempre se notará mi admiración al flamenco y al que le pique que se rasque.
–Ya rompiste moldes cuando grabaste con Ricky Martin en lo que resultó ser un gran éxito en todo el mundo…
–Bueno, no sé si fue un éxito mundial, no lo viví así. Para mí una experiencia súper bonita, sobre todo por conocer a Ricky Martin y a todo su equipo. Son unos profesionales excelentes, siempre con una sonrisa en la cara, con una bondad apabullante. De hecho, todavía sigo teniendo con algunos miembros del equipo de Ricky. ¡Era Ricky Martin! Pero eso no me impidió verlo de forma natural y eso me facilitó estar tranquila. No lo vi nunca como un extraterrestre, que es algo que puede hacer sentir muy solo a un artista de esa dimensión.
–Has tocado tu música en todo el mundo, ¿qué es el éxito para ti?
–No me planteo tanto las cosas. Me gusta mucho componer canciones, me gusta mucho cantar y creo que se me da bien. Me alegra mi oficio y me da un lugar en el mundo. Ahora estoy tratando de aprender un poco más de guitarra, me gusta la música y de pequeña estoy en contacto con ella. El éxito consiste en cantar y no extrañar mucho a mi familia cuando voy de gira.
–Es un año difícil para la música…
–Sí, nunca piensas que se puede morir gente como David Bowie o Prince; tan fuerte como esos días en que se fueron Paco de Lucía, Bob Marley o Camarón de la Isla. Claro, son personas, no son eternas, pero no entra en tu cabeza que se hayan ido semejantes artistas. No conocí ni a Bowie ni a Prince personalmente, pero lloro su ausencia por el gran cariño nacido al amparo de su música. Es algo extraño, no nos conocemos de nada, pero estoy llorando.
–¿Qué piensas de las nuevas tecnologías, de Spotify, YouTube y todo eso?
–Como todo, tienen su punto negativo y también el positivo. Hay mucha gente que agradece poder dar “play” y que Nuevo ciclo esté enteramente a su disposición. Y yo lo agradezco también. Por la parte que me toca intento hacer canciones nuevas para presentar en los conciertos
–¿Cómo te encuentras de salud?
–Gracias por preguntar por mi salud. Eso es lo realmente importante. En cuanto a mi cáncer, hace años que tengo el alta médica hace 10 años y estoy muy contenta. Hace poco tuve un traspié por una infección de garganta. No era una gripe ni un resfriado, era una gran infección a causa del estrés y el exceso de trabajo, así que estoy tomándome las cosas con más calma. Estoy bien y con muchas ganas de poner este Nuevo ciclo en un escenario en México.