Las autoridades penitenciarias informaron que una vez que se tomaron las evidencias del caso, el gato fue entregado a una fundación defensora de los animales. En otras ocasiones, las autoridades panameñas descubrieron intentos para ingresar droga a las cárceles a través de comida, ropa, palomas mensajeras o utilizando de drones.
Ciudad de México, 18 de abril (SinEmbargo).– Autoridades de Panamá detuvieron a un gato que intentaba ingresar a la cárcel de Nueva Esperanza, provincia de Colón, con un cargamento de varias drogas.
De acuerdo con medios locales, el hecho ocurrió el pasado viernes 16 de abril cuando los custodios y algunas unidades policiales vieron al animal acercase con una tela colgada del cuello al centro penitenciario.
A primera vista, los oficiales pensaron que se trataba de un animal herido, pero al recogerlo, se dieron cuenta que la tela no era un vendaje.
El gato cargaba en el cuello dos paquetes envueltos en el trapo colgante, ambos contenían «material vegetal, cuatro envoltorios de polvo blanco forrados en plástico transparente y otro con hojas», según precisó el director general del Sistema Penitenciario de Panamá, Andrés Gutiérrez.
Más tarde, Eduardo Rodríguez, Fiscal de Drogas de Colón y Guna Yala, recalcó que el animal transportaba posible cocaína, crack y mariguana, sustancias que pudieron se colocadas por vendedores de drogas que continúan libres o desde otras cárceles.
Las autoridades señalaron que los animales posiblemente son engañados con comida para que hagan los envíos de sustancias ilícitas a las cárceles, por lo que informaron que se empezará una investigación por el uso de animales para traspasar sustancias ilícitas al Centro Penitenciario Nueva Esperanza”.
Dicha cárcel se ubica a unos 80 kilómetros del centro de Panamá y tiene una población de más de mil 700 presos. De acuerdo con la información, el país tiene alrededor de 18 mil presos en sus 23 centros penitenciarios, sin embargo, la mayoría de estos tienen problemas de sobrepoblación.