A la propiedad de Alba Sánchez se presentó Juan Manuel Romero Pacheco, supuesto abogado del banco y por medio de engaños y a la fuerza la quiso sacar de su propiedad.
Por Yonadab Cabrera Cruz
Puebla, 18 de enero (Central).- Sin una orden de un juez, sin un diligenciario de por medio, con equipo de fletes y con la ayuda de la Policía Estatal, Bancomer quiso desalojar de su vivienda a la señora Alba Sánchez por una deuda que mantiene con el banco desde hace tres años y que los propios representantes de la institución se han negado a conciliar o llegar a un acuerdo.
La señora Alba es de la tercera edad, apenas y mide 1.55 centímetros de estatura, tiene un problema en el oído izquierdo por lo que usa un aparato para escuchar, pero a los trabajadores del banco poco les importó la condición de la mujer para violentarla y entrar a su casa por la fuerza, argumentando tener una orden judicial para desalojarla.
El pasado martes 12 de enero, doña Alba se estaba bañando cuando escuchó ruidos y pláticas afuera de su propiedad, ubicada en la calle Tepepa, número en el fraccionamiento Oyametl, en San Andrés Cholula. Salió de la ducha envuelta en su toalla para ver qué sucedía y, al abrir la puerta de su casa, ya había policías estatales, cargadores y el «representante de Bancomer», Juan Manuel Romero Pacheco.
«Me dijo que venía del banco, que era su representante y traía una orden de desalojo, le pedí que me dejara ver el papel, pero nunca me lo enseñó, solo levantaba el folder que traía en la mano. Le dije que no podían pasar sin la orden de juez y me metí a mi casa, y él ordenó a los gorilas que lo acompañaban que rompieran el candado y se metieron a la casa», narró la señora de la tercera edad.
Los sujetos que fueron contratados para desalojar la casa golpearon, empujaron a Alba, empezaron a sacar sus cosas, revolvieron todo y descompusieron sus aparatos electrodomésticos. Los vecinos al darse cuenta de la situación llamaron a la Policía Municipal de San Andrés Cholula, cuyos elementos auxiliaron a la señora e impidieron el desalojo.
El comandante que venía a cargo exigió que presentaran la orden del juez y nadie la presentó, entonces les dijo que como no traían una orden de desalojo no podían sacar mis cosas y los obligó a que regresaran todas mis pertenencias a mi casa, pero las dejaron aventadas, muchas de ellas ya ni sirven”, expresó Alba.
A los pocos minutos también llegó su abogado, Juan Pablo Tobón Rojas quien también exigió al supuesto representante de Bancomer la orden de desalojo, pero el sujeto, al no tener los documentos y ver que todo se le había salido de control, se dio a la fuga; se subió a su carro y se fue junto con otro supuesto abogado de la institución bancaria.
VIVE ACOSO DURANTE 3 AÑOS
La señora era puntual con sus pagos, pero de pronto le empezó a ir mal en el trabajo, sus ingresos se vieron mermados y ya no pudo pagar la deuda que mantenía con Bancomer. Mes con mes le llegaban notificaciones de que tenía que pagar las mensualidades de la casa junto con los intereses que cada vez eran más elevados y con ello el acoso del banco.
Y de pronto, de la noche a la mañana la dejaron de llamar, ya no le llegaban las notificaciones. Pero, a cambio, una mujer que también se presentaba como representante de Bancomer iba todos los días a su casa, le decía que ya había una orden de desalojo, que era mejor que se fuera por las buenas o de lo contrario tenían que usar la fuerza pública: “Pero a mí nunca me llamaron a un juicio, nunca me llegó un citatorio, nunca hubo una audiencia, una conciliación”, narró la señora.
Incluso, mencionó que en algún momento ella consiguió el dinero que debía a Bancomer para saldar la deuda por completo, pero los representantes del banco se negaron a llegar a un acuerdo, ya no le permitieron saldar esta deuda: “Pero, además, era tres veces más de lo que ya había pagado, esta casa la pagué ya como tres veces y ni aun así me dejan en paz por los intereses”.
Los sujetos que acompañaban a los supuestos abogados de Bancomer rompieron el candado de la puerta de la calle, también la chapa de la entrada a la casa. Al interior de la vivienda todo sigue tirado, pues entre los golpes que le propinaron y el shock en el que se encuentra la señora de la tercera edad, no ha podido acomodar sus cosas.
Muchos de sus aparatos electrodomésticos quedaron inservibles, pues los aventaron, les jalaron el cable de conexión a la energía eléctrica y no tuvieron cuidado con sus cosas. En el segundo piso, la escena es aún más deprimente, pues todo sigue en el suelo, al igual que la ropa, los cajones desacomodados; pero encima de todo, la señora sigue con el miedo de que una vez más Juan Manuel Romero Pacheco o cualquier representante de Bancomer intenten desalojarla sin la orden de un juez.
De acuerdo con el abogado de Alba, Juan Pablo Tobón, los representantes del banco incurrieron en diversas violaciones a la ley como el derecho de audiencia, usurpar facultades de las autoridades judiciales, el debido proceso, entre otras, por lo que buscarán llegar a un nuevo acuerdo con la institución a fin de que la señora conserve su casa.