Según la investigación de ex miembros del Servicio Secreto de EU, Hitler escapó de Alemania un día antes de su supuesto suicidio; la teoría gira en torno al único resto existente del Führer.
Ciudad de México, 18 de enero (SinEmbargo/RT).-Dos ex miembros del Servicio Secreto de EU han realizado una nueva investigación sobre las circunstancias que rodearon la muerte de Hitler y que desmentirían la versión de que se suicidó en Berlín junto a su esposa, Eva Braun, el 30 de abril de 1945, informa The Daily Express.
Bob Baer, ex agente de la CIA, y Tim Kennedy, un militar estadounidenses que participó en la captura del líder de Al Qaeda Osama Bin Laden, examinaron cerca de 12 mil documentos desclasificados sobre la cuestión. Los detalles de su trabajo forman parte del más reciente capítulo del documental Hunting Hitler (Cazando a Hitler) del canal History Channel, que será emitido esta semana.
De acuerdo con el estudio, información de la Inteligencia británica asegura que el piloto de la Lufwaffe –la fuerza aérea alemana durante el período nazi– Peter Baumgart fue el encargado en secreto de sacar de Berlín a Hitler un día antes de su supuesto suicidio. Asimismo, se encontraron pruebas de una salida de su búnker hacia un área lo suficientemente extensa como para ser utilizada a modo de pista de despegue improvisada.
Por otra parte, los expertos sugieren la existencia de datos sobre un complejo militar en Argentina donde el líder nazi pudo haber llegado tras escapar de Europa con el propósito de crear un Cuarto Reich, idea sustentada por la gran cantidad de miembros del régimen que llegaron al país suramericano después de la Segunda Guerra Mundial.
La teoría de ambos investigadores gira en torno al único resto existente de Hitler –un supuesto fragmento de su mandíbula inferior– aceptado por los historiadores como prueba de su muerte en 1945 y que, al parecer, fue obtenido por los soviéticos ese mismo año. Al respecto, Baer asegura que dicho material óseo, que se cree conserva el Kremlin y que no ha sido sometido a estudios forenses, podría ser la prueba concluyente. «No hay testigos vivos fiables que confirmen que realmente lo vieron [en América del Sur]. Por otro lado, hay comunidades nazis en Argentina que simplemente se niegan a hablar», concluye.