En la imagen se aprecia al capo de espaldas con las manos unidas y la cabeza ligeramente inclinada hacia enfrente, con el uniforme carcelario. En la celda se observan objetos de uso personal como papel higiénico, toallas y unas sandalias.
Ciudad de México a 18 de enero (SinEmbargo).– El periodista Carlos Loret de Mola compartió la primera fotografía de Joaquín «El Chapo» Guzmán tras su recaptura en el penal del Altiplano del cual se fugó el 11 de julio del año pasado.
En la imagen se aprecia al capo de espaldas con las manos unidas y la cabeza ligeramente inclinada hacia enfrente, con el uniforme carcelario. En la celda, la cual es individual y con doble reja, se observan objetos de uso personal como papel higiénico, toallas y unas sandalias.
«El Chapo» se fugó por segunda vez a través de un túnel de un kilometro y medio de longitud; fue recapturado en un aparente operativo conjunto entre varias dependencias de seguridad de México.
Tras su recaptura, Guzmán Loera fue reingresado el pasado nueve de enero al penal del Altiplano, mismo del cual huyó.
Carlos Loret de Mola ha obtenido distintas primicias con respecto al tema de «El Chapo», fue el primer en ingresar al túnel por el cuál se fugó del Altiplano, también fue el primero en ingresar a la casa donde Guzmán Loera se resguardara minutos antes de su captura en Los Mochis, Sinaloa, y, ahora, esta imagen se suma a la lista de información privilegiada proporcionada por el periodista.
Tanto así, que en su columna del diario El Universal señaló que hay perros entrenados para detectar específicamente el olor de Joaquín «el Chapo» Guzmán y cámaras de vídeo portátiles son parte de las medidas de vigilancia para evitar una nueva fuga del capo.
Los perros se mueven siempre acompañados por un guía humano dentro de la prisión de máxima seguridad del Antiplano, en el central Estado de México.
Guzmán fue recapturado el 8 de enero pasado en Los Mochis, estado de Sinaloa, y fue ingresado nuevamente en el Altiplano, de donde se había fugado del 11 de julio de 2015 por un túnel de 1,5 kilómetros de largo.
Desde entonces, las autoridades revisaron las condiciones de la prisión y los protocolos de seguridad, introduciendo los perros «huele-Chapo», como los han denominado, reforzando los pisos con mallas de acero y cambiando constantemente de celda al prisionero, señaló el diario.
Explicó que en sus primeras cinco noches en prisión, Guzmán fue cambiado de celda en siete ocasiones sin seguir ningún patrón, y que puede estar en una celda horas o minutos y siempre bajo supervisión especial.
Cuando Guzmán se traslada dentro de la prisión lo hace vigilado por guardias que portan cámaras de vídeo en sus cascos, y uno de ellos permanece siempre frente a su celda para grabar los movimientos del narcotraficante.
Las autoridades han multiplicado por cuatro el número de cámaras de vídeo en la prisión y esperan que para abril el número de ellas alcance el millar, todas con tecnología térmica y capacidad de detectar rutinas y emitir una alerta si se rompen, señaló.
La revisión de las personas que entran al penal se incrementó con un escáner corporal y se hicieron adaptaciones al sistema de aguas que pasa cercana del penal, además de que ha vuelto a funcionar el detector de movimientos terrestres.
Los abogados del reo se han quejado de que su cliente está «incomunicado» y de que no se les permite entregarle ropa adecuada para el clima de la zona donde está la prisión.
