De acuerdo con algunas investigaciones, las gallinas en su ambiente natural muestran comportamientos complejos, ataduras sociales y fuertes personalidades. Pueden experimentar estrés y tienen habilidades cognitivas, «desafortunadamente, la gran mayoría de las gallinas ponedoras de los huevos que comemos en el país son tratadas más bien como máquinas que animales sintientes», escribe la Gerente de Proyectos y Participación Corporativa del Departamento de Animales de Producción de HSI.
Por Sabina García, Humane Society International
Ciudad de México, 17 de diciembre (SinEmbargo).– ¿Sabías que México es el primer consumidor de huevo en el mundo? Los mexicanos comen más huevo per cápita que cualquier otro país alrededor del mundo: en el desayuno, pasteles, pan, postres y otros alimentos. Hoy en día, la mayoría de nosotros tiene poco contacto con las gallinas que ponen esos huevos. ¿Sabías que las gallinas ponedoras, así como nuestros perros y gatos en casa, son animales inteligentes y sociables, capaces de sentir estrés y miedo? La observación de gallinas en su ambiente natural y en laboratorio comprueban de estos animales poseen comportamientos complejos, ataduras sociales y fuertes personalidades. Es decir, las gallinas son capaces de experimentar una calidad de vida tanto positiva como negativa.
Aquí un poco más de información sobre ellas:
Bajo condiciones naturales, las gallinas dejan su grupo para encontrar un nido en un sitio apartado, cuando están listas para poner sus huevos. Después de poner sus huevos, las gallina se sentará en el huevo todo el día y noche por tres semanas y saldrá solamente una vez al día rápidamente para encontrar agua y alimento.
Las gallinas tienen un sistema de comunicación que incluye decenas de diferentes tipos de vocalización, ¡y la comunicación empieza incluso antes de la eclosión! Los embriones pueden emitir llamados de estrés, cuando tienen frío por ejemplo, y la gallina responde moviendo el huevo al nido. Hasta los polluelos dentro del huevo pueden comunicarse entre ellos. Pueden emitir sonidos de chasquidos y aplausos, los cuales están pensados ayudarlos a sincronizar la eclosión. Durante el período de incubación, la gallina y sus polluelos se llamarán entre ellos.
¡Estudios han demostrado que las gallinas poseen increíbles habilidades cognitivas y que los polluelos que acaban de eclosionar pueden inclusive contar!
Las aves usan su pico de la misma manera que nosotros usamos nuestras manos, como herramienta primaria para tocar y sentir. En su ambiente natural, las gallinas pasan gran parte de su día buscando, caminando y picoteando el piso.
La habilidad visual de un ave sobrepasa la del humano, extendiéndose en un rango ultravioleta.
Para acceder una lista completa de referencias y hechos adicionales, favor de ver los artículos de Humane Society International sobre aves (en inglés).
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Desafortunadamente, la gran mayoría de las gallinas ponedoras de los huevos que comemos en el país son tratadas más bien como máquinas que animales sintientes. En México, gran parte de las gallinas ponedoras son confinadas en galpones sin ventanas dentro de jaulas de malla, tan pequeñas que apenas pueden moverse o estirar sus alas. Este cruel encierro se llama la jaula en batería y es común en granjas industrializadas de huevo. Inmovilizadas toda su vida –entre uno a dos años– son incapaces de expresar ninguno de sus comportamientos naturales como poner sus huevos en nidos o explorar el ambiente.
Humane Society International está cambiando esta realidad en México, trabajando con la industria alimentaria para promover un cambio a sistemas de mayor bienestar animal libre de jaulas. En la producción sin jaulas las gallinas tienen más espacio y son capaces de mover a su alrededor, posarse en perchas, poner sus huevos en nidos y estirar sus alas, básicamente actuar más como gallinas.
Afortunadamente, la demanda del consumidor está haciendo una diferencia sustancial para estos animales. Grandes empresas alimentarias incluyendo Grupo Bimbo, McDonald’s, Burger King, Subway y Nestlé se han comprometido a comprar únicamente huevos de instalaciones donde no usan jaulas en México. Este cambio se está dando porque consumidores como tú se oponen al confinamiento de las gallinas en jaulas en batería, escogiendo comprar huevos libres de jaula en el supermercado, y prefiriendo restaurantes y hoteles que sirven exclusivamente huevos producidos de manera más humanizada, que reflejan mejor sus valores.
Todos nos preocupamos sobre el origen de nuestros alimentos y tenemos la oportunidad de continuar usando nuestro poder de compra para ayudar a los animales. Escogiendo huevos de gallina libre de jaula y no los huevos convencionales de gallinas confinadas, o sustituyendo el huevo por opciones a base de vegetales en nuestra dieta, todos podemos ayudar a que las crueles jaulas sean algo del pasado.
