1. The Kid
Edna acaba de dar a luz a un hijo no deseado, con todo dolor decide dejar a su bebé dentro de un elegante automóvil, probablemente de una familia adinerada, junto a su hijo deja una nota en que la que pide brevemente que se hagan cargo de su hijo.
Sin embargo, unos delincuentes se roban el auto y dejan al bebé abandonado en la esquina de un barrio marginal. Es allí donde lo encuentra Charles, un vagabundo, quien si bien, en varias ocasiones intenta deshacerse de semejante responsabilidad, se compadece de él y decide adoptarlo para asumir su crianza. El bebé crece y se convierte en «Jhon». Él y su padre adoptivo viven el día a día a través de un sinnúmero de divertidas pillerías. Sí, son pobres en un suburbio, pero se encuentran tranquilos y felices.
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2. Luces de la ciudad
Charlot es un pobre vagabundo que se enamora de una florista invidente (Virginia Cherrill), y que frusta el suicidio de un millonario alcohólico (Harry Myers), quien en agradecimiento le ofrece su amistad eterna por haberle salvado la vida, sin embargo bajo los efectos del alcohol.
El vagabundo inicia un romance con la florista, quien cree que su novio es millonario. Charlot al enterarse que embargarán la casa de su amada prueba suerte en diferentes trabajos para conseguir dinero suficiente. Finalmente, es su amigo el millonario quien le brinda generosamente, y en estado de ebriedad, la cantidad de mil dólares. Pero, una vez sobrio se niega a reconocer a Charlot y lo denuncia con la policía. Chaplin le entrega el dinero a la florista, quien con parte de ese dinero consigue someterse a una cirugía que le devolverá la vista. El protagonista, en cambio, es capturado por la policía, acusado del robo de los mil dólares, y pasa una larga temporada en prisión. Al salir, vuelve a encontrarse con la florista, que ahora regentea una tienda en lugar de un puesto callejero y vive con la esperanza de reencontrar a su supuesto millonario.
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3. El circo
Charlot (Charles Chaplin) es perseguido por un oficial de policía, tras haber sido confundido con un carterista. Al correr hacia la carpa principal de un circo en un intento de escapar de la ley, los propietarios confunden su huída como parte de un acto. Al reconocer su potencial histriónico es contratado en el circo, aunque pronto se hará evidente que carece de talento pues sólo puede ser divertido cuando lo hace de manera espontánea.
En cada función, a causa de su torpeza, desencadena la hilaridad del público y se convierte en la estrella del espectáculo. Charlot se enamora de la bella Merna, hija del director del circo, pero ella prefiere a Rex, el funámbulo.