El Hijo del Capitán Trueno, que ya está a la venta, es el libro autobiográfico de Miguel Bosé que hace un paseo sensorial por las memorias de «Miguelito», un niño sensible que resultó ser una de las grandes decepciones del machismo de su padre por no seguirle los pasos.
Ciudad de México, 17 de noviembre (SinEmbargo).– Miguel Bosé es contundente al decir que escribió El Hijo del Capitán Trueno, su autobiografía, porque «el momento llegó, y llegó» para hacerlo. Un libro que acerca al lector a una infancia que empezó por definir su carrera y fue marcada también por la dura relación con su padre, el célebre torero Luis Miguel Dominguín.
Miguel Bosé no necesita presentación. El cantante español de 65 años de edad que dio vida a éxitos que le dieron la vuelta al mundo como «Amante bandido», «Morena mía», «Si tú no vuelves», entre muchos otros, abre su intimidad para contar desde el recuerdo de un niño y su memoria sensorial los primeros años de su vida en España con un trasfondo franquista.
«Yo me reconozco 100 por 100 con el mundo pasado y los recuerdos, porque ahí estuve y fui el protagonista, es cierto que mirándolo desde hoy, las cosas aparecen con otros tintes, como cuando vez una fotografía de los años 60, 70, hoy el revelado no es así. No se ven los mismos colores», comenta Bosé en un encuentro con medios virtual organizado por Grupo Planeta.
Escrito sin influencias en nada, el cantante dio a su libro el título de El Hijo del Capitán Trueno porque está inspirado en el protagonista de una historieta de aventuras de 1956, del mismo nace en que nació Bosé. El músico atribuye describe a este personaje como un hombre «heroico, valeroso, que se lanzaba a viajes interminables, y se iba sin saber cuándo volver», una «imagen mítica» que también veía en su padre.
LA DECEPCIÓN DE SU PADRE
En su autobiografía, se describen pasajes en los que Luis Miguel Dominguín, padre de Bosé, se refería él con rudeza. A ‘Miguelón’, como le decían, le gustaba pasar el tiempo leyendo, y su padre parecía decepcionado de ello, pues que quería que le siguiera los pasos.
Duros encuentros como el que tuvo su padre con su madre, la actriz Lucia Bosé, son detallados:
«Lucía, me han dicho que el niño lee, que lee mucho, sin parar, y que se queda hasta altas horas de la madrugada bajo las sábanas con una linterna, y que luego en clase se duerme». Y mi madre le preguntó que cuál era el problema con que yo leyese, y él le contestó: «¡Maricón, Lucía, el niño va a ser maricón!… ¡Seguro!», se lee en el libro.
El intérprete de «Aire soy» describe al «Miguel niño» como ser determinado, que siempre «sacaba la cabeza debajo del agua» y que de alguna manera los golpes que recibió durante esa etapa fueron sanados rápidamente y no guarda rencor.
«Sin culpa, sin rencor. Las cosas al final también es verdad que surgen, y surgen y de una manera limpia porque están exentas de cargas ya, el tiempo todo lo ajusta, el tiempo todo lo encaja, todo lo explica, todo lo perdona, todo lo cura. Creo que ponerse a escribir un libro autobiográfico cuando a llegado este momento, momento de alianza con el tiempo que todo lo resuelve, es infinitamente más bello, más emotivo, puedes ahondar con las cosas sin tanto dolor», dijo.
Bosé ahonda en la relación con su padre porque influyó en su vida, sin marcarla para mal, como asegura, y mostrando al lector una parte de de la que poco se ha hablado.
«Mis padres se separaron, no había divorcio, y en la separación, cuando entramos a un blanco y negro terrible, yo pensé y dije ‘por lo menos ya no está mi padre’, para macharme, obviamente por muchas razones. Yo no cumplía los requisitos del heredero al clan, o el heredero a la cabeza. Era todo lo contrario, era un niño sensible con unos intereses muy diferentes a los que quería esa España que tuviese el heredero de ese personaje, un tipo rudo. No era un niño peleón, era cosa que luego mi padre, tarde ya teniendo carrera, entendió, me dijo ‘es increíble, cómo de todas las personas que depende de mí, incluso económicamente, haya sido mi hijo el único que haya levantado vuelo y el único que jamás me pedido nada’. Claro en ese momento, eso no lo vio, tenía que responder a esa cosa odiosa del ‘qué dirán’. Él no quería que en boca del ‘qué dirán’ apareciese la imagen de un hijo que no tenía ‘torería’.
SIN HERIDAS ABIERTAS
Escribir el libro tomó a Bosé tres años, pero él último antes de su publicación lo llevó a una jornada más intensa de de 8 a 14 horas de trabajo diario.
Escribirlo fue un ejercicio de introspección, pero también de sepultar por completo heridas de «Miguelito» que ya estaban cerradas.
«Cuando yo me puse a escribirlo me di cuenta que las heridas estaban ya sanadas, totalmente. De hecho, si hubiese tenido algún desquicio de rencor o algo pendiente, en el libro hubiese aparecido, y al escribirlo hubiese entrado en proceso catártico, pero cuando me puso a escribir que el amor hacia mi padre, el amor hacia mi madre a pesar de sus caprichos de ambos y las excentricidades de ambos, estaba resuelto».
El Hijo del Capitán Trueno, que ya está a la venta, pasó de más 800 páginas a las 488 por las que está conformado. Un libro que da fin cuando Bosé hace su primera aparición en un gran escenario, cuando deja de ser «Miguelito», «Miguelón», «Miguelino».
«Lo que está, está, y está resuelto, se lee como resuelto. Es una crónica muy fiel, muy detallada, con mucho detalle sensorial, extremadamente honesta y cuenta no Miguel Bosé, Miguel recuerda y sacude los recuerdos y a los personajes para que salgan, pero cuenta Miguelito, de hecho está en primera persona solo lo que está más acá en el tiempo. Son crónicas contadas».
El libro va dedicado sobre todo fans que tenían preguntas en el aire y que ahí son resueltas. Además es la antesala para su serie biográfica que se realizará Paramount+ y que ya se empezará rodar este mes de enero.