El mes pasado, la NFL y su fundación, además de los Patriots, los Raiders y los Steelers de Pittsburgh anunciaron una contribución conjunta de 200 mil dólares para apoyar a los afectados por el terremoto. Los Cowboys de Dallas aportaron otros 50 mil para apoyar actividades del Ejército de Salvación, que proporcionará agua, alimento, refugio y atención emocional a las personas afectadas por el desastre.
Ciudad de México, 17 de noviembre (AP).- Exactamente dos meses después de un trágico terremoto que cimbró México y dejó cientos de muertos y miles de familias afectadas, la capital del país se apresta para albergar un partido de temporada regular de la NFL, cuando los Patriots de Nueva Inglaterra se enfrenten a los Raiders Oakland el domingo, en el estadio Azteca.
El sismo del pasado 19 de septiembre cobró más de 200 vidas en Ciudad de México, donde varias calles siguen cerradas al tránsito de vehículos por los escombros de edificios caídos ese día y muchas familias afectadas aún no saben cómo reconstruirán sus viviendas.
El temblor no afectó seriamente ninguna instalación deportiva de la capital, incluyendo al estadio Azteca -que fue revisado por dirigentes de la NFL antes de ser confirmado como sede del que será el tercer encuentro en la historia de temporada regular en el país-.
La NFL visitó el país en 2005 para un encuentro entre los Cardinals de Arizona y los 49ers de San Francisco, y el año pasado los Raiders se midieron con los Texans de Houston -pero el ambiente era mucho más festivo que ahora-.
«La Ciudad de México está de pie, el deporte nos alienta y nos anima a seguir adelante con las tareas de reconstrucción», declaró el Jefe de Gobierno de la capital, Miguel Ángel Mancera. «Más allá de la derrama económica que dejará el partido, lo importante es darle la bienvenida al mundo otra vez».
El mes pasado, la NFL y su fundación, además de los Patriots, los Raiders y los Steelers de Pittsburgh anunciaron una contribución conjunta de 200 mil dólares para apoyar a los afectados por el terremoto. Los Cowboys de Dallas aportaron otros 50 mil para apoyar actividades del Ejército de Salvación, que proporcionará agua, alimento, refugio y atención emocional a las personas afectadas por el desastre.
Sin entrar en detalles, el director de la oficina de la NFL en México, Arturo Olivé, anunció que durante el encuentro se recordará a las víctimas del terremoto.
«El partido de la liga es un mensaje de que nuestro país sigue de pie con la fuerza y el orgullo que nos caracteriza», sostuvo Olivé.
Los boletos para el partido, que se vendieron antes del terremoto, se agotaron en cuestión de horas y no sorprende, pues de acuerdo con la NFL, México es el país, después de Estados Unidos, con más aficionados al fútbol americano. La oficina la NFL en México estima que hay más de 25 millones de fanáticos a esa liga en el país y Ciudad de México es la séptima del mundo con más seguidores, incluyendo ciudades estadounidenses.
El choque además enfrenta al campeón Patriots con los Raiders, dos de los equipos más populares en el país.
«Directamente a mí no me pasó nada, pero sí tengo familiares afectados. Creo que no hay una persona en la Ciudad de México a la que no le haya afectado el sismo de una forma u otra, pero la vida sigue y este juego es una oportunidad de olvidar todo por unas horas y divertirnos con un espectáculo como pocos», dijo Ricardo Ramírez, un aficionado de 35 años que caminaba por una avenida de la capital portando un jersey de Tom Brady.
Sobre el campo de juego, los aficionados mexicanos podrán ver a unos Patriots que llegan montados en una racha de cinco triunfos y con el segundo mejor récord de la AFC. Nueva Inglaterra (7-2) buscará extender ese buen momento. Para aminorar los efectos de la altitud de más de 2.250 metros sobre el nivel del mar, el equipo entrenó esta semana en Colorado y arribará a México unas horas antes del encuentro.
Los Raiders (4-5), que juegan por su vida al no tener ya margen de error si aspiran a clasificar a los playoffs, esperan sacarle provecho a la experiencia que vivieron en el estadio Azteca hace un año, donde los aficionados lanzaron canticos homofóbicos, lanzaron enormes aviones de papel desde las tribunas y usaron un rayo láser para distraer el entonces quarterback de los Texans, Brock Osweiler.
«Siempre será ventaja saber dónde estás jugando y qué esperar», dijo el fullback Jamize Olawale. «Recuerdo que la atmósfera fue eléctrica, fue impresionante».
El partido será el domingo a las 15:25 locales (20:25 GMT) en el estadio Azteca de la capital.