El presidente electo, Donald Trump ha criticado frontalmente a Yellen y el banco central estadounidense por prolongar el estímulo monetario tras la crisis de 2008, y prolongar con los tipos de interés a niveles excepcionalmente bajos, actualmente entre el 0.25 por ciento y el 0.50 por ciento.
Washington, 17 noviembre (EFE).- La presidenta de la Reserva Federal (Fed), Janet Yellen, pidió hoy más «claridad» al Gobierno del nuevo presidente electo de EU, Donald Trump, antes de valorar sus efectos sobre la economía y recalcó su intención de cumplir «hasta el final» con su mandato que culmina en enero de 2018.
«Cuando haya más claridad, quizás actualicemos nuestras perspectivas», afirmó Yellen en su comparecencia ante el comité conjunto del Congreso de Estados Unidos.
Los analistas esperan que el plan económico del presidente electo incluya un agresivo estímulo fiscal a través de un aumento del gasto público en infraestructura y en reducción de impuestos, algo que podría acelerar el ritmo de ajuste monetario en EU para evitar un sobrecalentamiento de la economía.
Al inicio de su intervención, Yellen señaló que una subida de tipos de interés «podría muy bien ser apropiada relativamente pronto si los datos entrantes proporcionan alguna evidencia adicional de progreso continuo hacia los objetivos del comité (de política monetaria de la Fed)».
La economía estadounidense creció en el tercer trimestre a un ritmo del 2.9 por ciento, según el primer cálculo oficial; y la tasa de desempleo cerró octubre en el 4.9 por ciento, en niveles considerados próximos al pleno empleo.
Además, la inflación ha repuntado en los últimos meses con un avance del 1.6 por ciento en los últimos doce meses, el mayor ritmo desde 2014, y cada vez más cerca de la meta del 2 por ciento del organismo.
En su primera aparición pública tras las elecciones presidenciales del pasado 8 de noviembre, en las que Trump se impuso a su rival demócrata Hillary Clinton, la presidenta de la Fed recalcó su intención de servir «hasta el final» de su mandato que concluye a comienzos de 2018.
El presidente electo ha criticado frontalmente a Yellen y el banco central estadounidense por prolongar el estímulo monetario tras la crisis de 2008, y prolongar con los tipos de interés a niveles excepcionalmente bajos, actualmente entre el 0.25 por ciento y el 0.50 por ciento.
Tras ser investido presidente, Trump podrá nominar en 2018 a un sucesor o mantener a Yellen al frente de la Fed.
Asimismo, la presidenta del banco central expresó su respaldo a la ley de reforma del sistema financiero Dodd-Frank impulsada por el presidente de EU, Barack Obama, con el objetivo de elevar la regulación y la supervisión tras la crisis de 2008.
«No me gustaría ver cómo se da marcha a atrás a las mejorías (que se han adoptado)», indicó Yellen.
Trump ha insistido en que la recuperación económica actual viene lastrada por un exceso de regulación federal, y ha atacado en concreto la ley Dodd-Frank en el ámbito financiero.
Para Yellen, la primera mujer al frente de la todopoderosa institución, la independencia de la Fed es fundamental para garantizar el cumplimiento de su doble mandato de promoción del pleno empleo y estabilidad de precios.
Aprovechó, por ello, para remarcar que los países que han vivido episodios de alta inflación los han sufrido a costa de la independencia de sus bancos centrales.
Los republicanos, que ahora controlan las dos cámaras del Congreso, han apostado por aumentar el control sobre la Fed y han llegado a proponer el establecimiento de una fórmula matemática para establecer el precio del dinero.
Los mercados recibieron el discurso de Yellen con optimismo y mantuvieron su modesta senda alcista, con un alza del 0.07 por ciento en el Dow Jones de Industriales, el principal indicador de Wall Street.
La próxima reunión de la Fed, la última del año, se celebrará el 13 y 14 de diciembre, y los analistas sitúan las posibilidades de una subida de los tipos de interés de un cuarto de punto en un 90 por ciento.