Managua, 17 nov (EFE).- La Red Nicaragüense de la Sociedad Civil para las Migraciones informó hoy que solicitó a la ONU y a la Cruz Roja Internacional la protección internacional de más de mil cubanos que se encuentran varados en la frontera entre Costa Rica y Nicaragua desde el domingo pasado.
«Solicitamos la actuación del Alto Comisionado de las Naciones Unidas, la Cruz Roja Internacional, la Organización Internacional para las Migraciones y otros organismos humanitarios, para proteger los derechos de la población cubana que transita hacia Estados Unidos», indicó en una declaración pública la Red, compuesta por al menos 16 organizaciones.
La organización nicaragüense consideró la situación de los cubanos como «crisis humanitaria», y extendió su llamado a los Gobierno de Costa Rica y Nicaragua para que abran un diálogo que permita retomar «las buenas prácticas de visas humanitarias».
El domingo pasado, unos 800 cubanos intentaron cruzar el paso fronterizo de Peñas Blancas de forma ilegal, pero fueron repelidos por las fuerzas militares y policiales de Nicaragua.
«Exhortamos a Nicaragua y Costa Rica a establecer un diálogo con el resto de la región mesoamericana sobre un corredor humanitario, coordinado y organizado con capacidad de ser administrado por cada país», abogó la Red en su documento.
De la misma manera, la organización demandó a los Estados de la región «aplicar las leyes con severidad contra los delincuentes, traficantes de personas, tratantes y coyotes».
Además instó al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, «a normalizar y restablecer el funcionamiento del puesto fronterizo Peñas Blancas».
Los cubanos han cerrado el paso a vehículos de carga en la frontera como medida de protesta.
El Gobierno de Nicaragua acusó a Costa Rica de «lanzar» a los cubanos hacia su territorio y provocar una crisis humanitaria.
Desde el pasado sábado, Costa Rica ha entregado cerca de 2 mil visas de siete días de vigencia a cubanos que llegaron a su frontera con Panamá y que tienen como fin llegar a Estados Unidos.
Estos inmigrantes salieron legalmente de Cuba con sus respectivos pasaportes hacia Ecuador, donde no les piden visa.
Desde allí comenzaron su tránsito irregular por mar y tierra en Colombia y Panamá, hasta llegar a Costa Rica, donde están varados ante la negativa de Nicaragua de permitirles cruzar su territorio.