Las entidades califican de presos políticos a los activistas encerrados y prometen recoger su testigo para continuar la lucha independentista.
«Estamos jodidos pero determinados a acabar la revolución democrática que hemos empezado», ha asegurado Marcel Mauri, de Òmnium.
La Guardia Urbana calcula cerca 200 mil personas en la concentración de Barcelona, a la que se han sumado al menos una docena de localidades.
Por Arturo Puente, Oriol Solé Altimira, Neus Tomàs
Cataluña/Ciudad de México, 17 de octubre (ElDiarioes/SinEmbargo).- Una marea humana ha tomado este martes el centro de varios municipios catalanes para protestar contra la medida de prisión provisional dictada por la Audiencia Nacional para los líderes sociales independentistas, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, presidentes de la ANC y Òmnium Cultural.
La Guardia Urbana ha contado 200 mil personas en la concentración principal de la capital catalana, aunque los actos se han sucedido en al menos una docena de localidades.
En Barcelona, ciudad donde se ha celebrado el acto central de las movilizaciones, el tramo de la calle Diagonal entre passeig de Gràcia y la plaza de Francesc Macià se ha ido llenado de gente a partir de las 20 horas de la tarde, al grito de «libertad presos políticos». Los concentrados han encendido velas y han mostrado carteles con la palabra ‘llibertat’ y de la campaña de Òmnium ‘Help Catalonia’. Además de las velas, el símbolo del acto contra la represión ha sido el del lazo amarillo.
Los representantes de las entidades convocantes que tomarán el relevo de los encerrados, no en el cargo pero sí previsiblemente en el protagonismo social, han tomado la palabra para dirigirse a las miles de personas que llenaban la vía con unas palabras que han servido como presentación ante el gran público. Estos son Agustí Alcoberro, vicepresidente de la ANC, y Marcel Mauri, portavoz de Òmnium, que han calificado de presos políticos y «rehenes del Estado español» a ambos jordis.
«Estamos jodidos pero determinados a acabar la revolución democrática que hemos empezado», ha asegurado Mauri, quien ha recordado que «ni tan solo el franquismo se atrevió a meter al presidente de Òmnium a la cárcel». En una concentración donde el silencio ha protagonizado la marcha, Alcoberro ha prometido que «por cada represaliado se levantarán cinco voces más que defenderán la democracia y la república».
Junto a los miembros de las entidades y la ciudadanía, varios políticos independentistas han estado presentes en la movilización. Representantes de ERC, PDeCAT, CUP o Catalunya en Comú han mostrado su rechazo a la decisión judicial. El president de la Generalitat, Carles Puigdemont, no ha asistido al acto, pero sí han participado todos los consellers de ERC, salvo la titular de Trabajo, Dolors Bassa. También han protestado los miembros del Govern del PDECat como Santi Vila y Josep Rull, así como el expresident Artur Mas y el exconseller Jordi Baiget.
Al acabar el acto, el vicepresident Oriol Junqueras ha sido despedido por varios de los manifestantes al grito de «ni un paso atrás», mostrando el deseo de que el Govern declare la independencia de Catalunya. «A ver si nos hacen caso», ha asegurado una de las personas que ha animado al líder de ERC en la movilización.
Por su parte, los presidentes de la ANC y Òmnium han querido hacer llegar a través de los abogados que los han visitado en la cárcel de Soto del Real este martes un mensaje de «serenidad», «paciencia» y «calma» en las movilizaciones que exijan su liberación. Los portavoces de las entidades han explicado que la voluntad de los encarcelados es «continuar luchando desde la prisión» de Soto del Real, confirmando que no abandonarán sus cargos.
Como en la capital, en varias ciudades catalanas ha habido también concentraciones, menos numerosas. Localidades como Lleida, Sabadell, Reus o Girona se han llenado como no lo hacían desde el pasado día 3 de octubre, cuando coincidieron la huelga general de los sindicatos alternativos y el llamado «paro de país» para protestar contra la actuación policial en el referéndum del 1-O.
Las concentraciones masivas, convocadas por las propias entidades y apoyadas por el Govern, han vuelto así a las calles catalanas después de dos semanas de relativa tranquilidad en lo referente a la movilización social. Durante este tiempo, sin embargo, la actividad política ha sido acelerada en el independentismo, después de que Carles Puigdemont compareciera ante el Parlament asumiendo el mandato del referéndum pero sin proclamar la independencia. El próximo domingo hay convocada otra nueva jornada de manifestaciones, también por la libertad de Sànchez y Cuixart.