El castillo es famoso por su conexión con Vlad el Empalador, un príncipe de la vida real que se alojó allí en el siglo XV y tenía la cruel costumbre de emplear estacas para empalar a sus víctimas
Por Alison Mutler
CASTILLO BRAN, Rumanía. 17 octubre (AP) — El castillo de Drácula tendrá huéspedes durante la noche en Halloween, en la primera ocasión desde 1948 en que alguien dormirá en la fortaleza transilvana.
El nombre actual del lugar es castillo de Bran, y dos personas podrán dormir allí la noche del 31 de octubre gracias a una promoción de Airbnb. Los invitados recibirán una cena y vino, y después se les dejará para pasar la noche en ataúdes forrados de terciopelo rojo como hacía Drácula en la novela de terror de Bram Stoker que popularizó la leyenda.
El castillo es famoso por su conexión con Vlad el Empalador, un príncipe de la vida real que se alojó allí en el siglo XV y tenía la cruel costumbre de emplear estacas para empalar a sus víctimas. Vlad inspiró la historia de Stoker sobre el conde Drácula.
El concurso de Airbnb para encontrar a los huéspedes comenzó el lunes. Los interesados deben emplear su «ingenio vampírico» para imaginar qué dirían al conde Drácula si se lo encontraran. Los ganadores recibirán un viaje a Rumanía y serán trasladados al castillo, situado en un vistoso lugar de los Cárpatos. Habrá camas disponibles, por si tienen demasiado miedo como para dormir en los ataúdes.
El castillo es uno de los centros turísticos más conocidos de Rumanía, con más de 630 mil visitantes al año. El anfitrión del concurso puntual será un descendiente de Bram Stoker, Dacre Stoker.
«Quiero que sea a un tiempo realista y muestre la leyenda en el maravilloso país que lo inspiró todo, dijo Stoker en una entrevista por teléfono. Stoker interpretará el papel de Jonathan Harker, un personaje de la novela que conoce a Drácula en el castillo. Cuando los ganadores lleguen en un carruaje tirado por caballos, tiene previsto recibirlos utilizando las mismas palabras que empleó Drácula en la historia de su antepasado: «Bienvenido a mi morada. Entre libremente, por su propia voluntad, y deje parte de la felicidad que trae».
Los ganadores visitarán el castillo y después disfrutarán de una cena a la luz de las velas de pollo con paprika, la misma comida descrita en la novela. Las normas de Airbnb para la noche son sencillas: ni ajo ni joyería de plata —ambas armas de las historias de vampiros— y una advertencia, «El conde no es fan de las selfis en espejos», que alude a la leyenda sobre que los vampiros no se reflejaban en espejos.
El castillo de Bran fue en origen una fortaleza militar, situada en un punto estratégico que conecta Transilvania con el sur de Rumanía. Vlad el Empalador no poseía el castillo, pero se cree que lo utilizó brevemente durante sus incursiones en Transilvania. También se cree que fue encarcelado en el edificio durante dos meses en 1462 cuando fue capturado por un rey húngaro rival.
Vlad empaló a sus víctimas como castigo por fechorías. Según los registros, entre sus víctimas estaban todos los residentes ancianos de un pueblo como venganza por la muerte de su padre y su hermano.
Tras la I Guerra Mundial, el castillo fue regalado a la reina María en gratitud por su labor en la unificación de Transilvania con el resto de Rumanía. Ella lo legó a su hija menor, Ileana. Los comunistas lo confiscaron a Ileana en 1948.
En 2006, años después del fin del comunismo, el castillo fue devuelto al hijo de Ileana, Dominic Hapsburg, un arquitecto retirado de Nueva York. Sus hermanas pasaron su infancia allí. Una empresa rumana gestiona el castillo, que se arrienda para bodas, fiestas y eventos corporativos. Nadie ha pasado la noche allí desde que Hapsburg y su familia fueron exiliados de Rumanía.