Un mexicano hace que la risa sea el alivio para cientos de pacientes nicaragüenses y ahora, en su visita al país, le contó a SinEmbargo cómo piensa poner a su organización en la vanguardia de la región.
Ciudad de México, 17 de octubre (SinEmbargo).- Fernando Luna Del Valle es un doctor mexicano que dejó su vida en el D. F. para emprender un ambicioso proyecto de risoterapia en el segundo país más pobre de Latinoamérica.
“A pesar del futbol, de que deportemos 2 mil indocumentados a la semana, de que en México los derechos humanos de los centroamericanos son tratados pésimamente, ellos en realidad siempre me dicen cosas buenas sobre México. Una vez un paciente se sintió súper bien cuando le conté de mi nacionalidad, dijo ‘no puedo creer que alguien haya venido de tan lejos para platicar conmigo’ ”, relató Luna.
A su llegada nada fue fácil, rememoró. Aunque Nicaragua es un país donde la gente se caracteriza por ser muy alegre, prácticamente, aquello de hacer reír para dar alivio era algo desconocido en el 2013.
Así comenzó Mediclowns, una asociación médico humanitaria que en principio fue compuesta por tres personas, y que ahora coordina a más de 60, brindando alegría a personas en hospicios, orfanatos y hospitales de Managua.
“Lo que queremos es mejorar su estadía y proceso de recuperación. Hacemos una parodia de los roles en hospitales, de la seriedad con la que se toman muchas cosas, y eso funciona en especial con los niños, por qué, porque eso les devuelve el poder”, explica Luna, más conocido como “Luneiro”, su pseudónimo de risoterapeuta.
A sus 32 años, Luna ha visto el proyecto nacer y espera que el próximo año crezca en otras dimensiones antes no imaginadas. Ahora, quiere aumentar el número de los voluntarios para que todos los hospitales nacionales puedan ser apoyados con este servicio.
La risoterapia ha empezado a ganar fuerza como un tratamiento alternativo. Cada vez más estudios comprueban que al reírse las personas liberan endorfinas en su cerebro que brindan sensación de placer y alivio al dolor. Por lo que sus estados de ánimo mejoran y otorga bienestar al paciente.
Además, Mediclowns pretende realizar jornadas de salud en un país donde la falta de infraestructura de las carreteras, entre una localidad y otra, hace que algunas personas deban trasladarse hasta tres horas para llegar a su centro de salud más cercano.
Estas jornadas contarán con varios servicios médicos, además de la presencia de los risoterapeutas. Psicólogos, nutricionistas, médicos generales, participarán en estas jornadas a partir del próximo año y la asociación pretende brindar este servicio de manera gratuita en las zonas más recónditas de Nicaragua.
Es por esta razón que ‘Luneiro’ decidió viajar a su tierra natal con el propósito de recolectar fondos que puedan servir a la causa. El doctor se ha sentado con distintos sectores, incluyendo, embajadas, con el fin de que el proyecto se expanda; asimismo, abrió la puerta para todas aquellas personas que deseen donar.
“Lo vamos a hacer, pase lo que pase, aunque tengamos que poner de nuestro dinero. Esas jornadas médicas las vamos a realizar”.
Luna contó que la asociación ya logró en estos dos años cosas que para algunos parecían imposibles. El año pasado gestionó la llegada del risoterapeuta más reconocido del mundo, Patch Adams, a Nicaragua para respaldar el trabajo que realizan en los hospitales públicos allá.
Mediclowns ha contado con el respaldo de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua y ahora contempla la posibilidad para que la risoterapia sea entre dentro de la curricula de estudios de la facultad de medicina.
“Si les explicamos a los estudiantes de la carrera, podremos lograr generaciones de doctores mucho más humanos. En Ecuador recientemente acaban de sumar la risoterapia a la Universidad Nacional, en Argentina los payasos de hospital son una obligación por ley en los nosocomios públicos. Entonces, estamos más rezagados. Por qué México no lo hace, por qué Nicaragua no lo hace”, dijo.
Hasta ahora el risoterapeuta indica que la medicina tiene un enfoque meramente económico. Es por esta razón que los doctores en ocasiones se olvidan de hablar con los pacientes, o de darles un trato más amable. “Todo se basa en la ganancia, y en la rapidez”, dijo.
Para romper este modelo Luna del Valle espera posiblemente el otro año fundar una clínica gratuita, donde las personas puedan recibir terapias, pero también tener lugares de recreación y esparcimiento.
“Usualmente en los hospitales nicaragüenses hay de 3 a 4 pacientes en un cuarto. Y no se comunican entre ellos, lo que vuelve el ambiente mucho más pesado. Por eso queremos que los pacientes interactúen entre sí. Si lo podemos lograr en el segundo país más pobre de Latinoamérica, por qué en México van a decir que no se puede ”, explicó.