Ciudad del Vaticano, 17 Oct (Notimex).- El Cardenal alemán Reinhard Marx enfatizó que la exclusión está fuera del lenguaje de la Iglesia católica y calificó de “impensable” que se diga a un homosexual: “usted no puede seguir el evangelio”.
El Arzobispo de Munich, un cercano colaborador del Papa Francisco, se refirió a la polémica causada por un documento demasiado aperturista hacia los homosexuales surgido del Sínodo de los Obispos, la asamblea episcopal convocada por el pontífice para analizar los desafíos de la familia en el contexto actual.
Durante una conferencia en la sala de prensa del Vaticano, Marx recordó que la Iglesia no condena a la persona atraída por otra del mismo sexo, pero considera inaceptable la relación sexual homosexual.
Sostuvo que si bien no se puede decir que “está todo bien”, porque la Iglesia está a favor del matrimonio sacramental entre un hombre y una mujer, “no todo debe ser valorado de forma negativa” en cuanto a los homosexuales, porque en la vida de las personas “no todo es blanco o negro”.
“En una pareja homosexual que convive en fidelidad por 35 años, uno cuida del otro y tratan de ser buenas personas, como Iglesia qué debo decir, ¿todo lo que hicieron a su vida está mal porque son homosexuales?”, reflexionó.
El Cardenal alemán insistió en que la exclusión “no es parte del lenguaje de la Iglesia”, y estableció que en todo recorrido humano siempre hay algo de bueno.
“Incluso en un relación basada en el error se puede mejorar. No se puede decir: Usted no puede seguir el evangelio por ser homosexual, por su condición. Eso es impensable”, subrayó.
Marx sostuvo que durante el Sínodo, los obispos buscaron un nuevo enfoque para atender las situaciones “irregulares” desde la misericordia, tratando de proponer a la Iglesia como un espacio abierto para todos.
Añadió que el Papa pidió a los participantes en la asamblea “nuevos impulsos” sin cambiar la doctrina, pero el pontífice espera que los pastores no se sigan citando a ellos mismos de forma autorreferencial, sino que busquen estar más en contacto con las realidades que vive la gente.
Sobre el debate respecto a la posibilidad o no de abrir la comunión a algunos casos de divorciados y vueltos a casar, dijo que la mayoría de los obispos alemanes están de acuerdo en la necesidad de profundizar en el análisis.
“Acá no se trata de propuestas, en realidad se puso sobre la mesa una cuestión que debe ser afrontada. En la conferencia episcopal alemana meditamos durante mucho tiempo sobre esto, porque muchos católicos comprometidos con la Iglesia en nuestro país hablan de esto”, indicó.
“Son fieles que practican el catolicismo, están ahí, nosotros no podemos seleccionar a los fieles. Ellos plantearon seriamente este debate antes del Cónclave, antes del Papa actual. Es un debate que viene desde hace décadas y hay muchas preguntas abiertas”, agregó.
Marx reconoció que muchos obispos no piensan como los alemanes y no están de acuerdo en dar la comunión a ciertos divorciados y vueltos a casar, pero consideró que si bien el Papa aún no se expresa al respecto, él quiere mantener abierto el debate sobre el tema.
“En este contexto debemos continuar desarrollando el tema, espero que este debate sea abierto, que nadie busque prohibir la palabra. Podremos responder, enojarnos, pero nadie puede impedirle hablar a estas personas en situaciones difíciles”, abundó el Cardenal.
El tema de la posible concesión de la eucaristía a divorciados y vueltos a casar, en casos particulares y después de un largo proceso penitencial, fue uno de los temas candentes tocados durante el Sínodo, que concluirá el próximo domingo.
Los “padres sinodales”, divididos en 10 grupos de trabajo, se dividieron sobre este argumento. Mientras dos “círculos menores” se manifestaron contra esa apertura, otros dos expresaron su consenso. El resto no se opuso a continuar analizando el tema.
El debate sobre los desafíos de la familia continuará. Este sábado el pleno del Sínodo votará un documento final de sus trabajos que debería incluir alguna referencia a los divorciados, aunque en estas horas una comisión especial trabaja en compatibilizar las diversas posturas en una fórmula lingüística aceptable.
Ese documento, una vez votado, será enviado a todas las diócesis del mundo para una consulta amplia y los resultados de ese ejercicio, enviados a Roma, servirán para preparar otra asamblea del Sínodo sobre el mismo tema, prevista para octubre de 2015.