El ataque, ocurrido presuntamente el 5 de septiembre de 1997, cuando ella tenía 24 años, la hizo sentirse «enferma» y «violada», declara al periódico la también actriz, que actualmente reside en Florida (Estados Unidos).
Londres, 17 sep (EFE).- La exmodelo Amy Morris ha acusado al Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de agredirla sexualmente durante el torneo de tenis US Open de 1997, cuando la manoseó y le metió «la lengua hasta la garganta», según explica en una entrevista publicada este jueves por el periódico The Guardian.
El ataque, ocurrido presuntamente el 5 de septiembre de 1997, cuando ella tenía 24 años, la hizo sentirse «enferma» y «violada», declara al periódico la también actriz, que actualmente reside en Florida (Estados Unidos).
Según Morris, Trump se le acercó cerca de los baños de su tribuna VIP durante el campeonato disputado en Nueva York en 1997, y la sujetó tan fuerte que no pudo escapar.
«Me metió la lengua hasta la garganta, yo le empujaba», dice la víctima, quien añade que después su agresor comenzó a tocarle «el culo, los pechos, la espalda, todo».
Ella intentó frenar el avance de la lengua mordiéndole la suya, y cree que pudo «hacerle daño».
The Guardian señala que, a través de sus abogados, el líder republicano, que en noviembre opta a la reelección en su país, ha negado categóricamente haber acosado, abusado o haberse comportado de manera inapropiada con Dorris.
La exmodelo ha aportado por su parte «pruebas» de su versión de los hechos, entre ellas una entrada al torneo de tenis US Open y seis fotos en las que aparece en Nueva York con el magnate inmobiliario, que en esa época tenía 51 años y estaba casado con su segunda esposa, Marla Maples, explica el diario.
The Guardian agrega que el testimonio de Morris, de 48 años, ha sido además corroborado por varias personas a las que ella contó el suceso.
La antigua modelo, madre de dos hijas gemelas, dice que se planteó hacer pública la agresión en 2016, cuando otras mujeres denunciaron acoso de Trump, pero no lo hizo porque pensó que perjudicaría a su familia.
Ahora, en cambio, siente que quiere ser «una referencia» para sus niñas, quienes, con casi 13 años, deben saber que «no hay que permitir a nadie hacerte nada que no quieras».
«Quiero que vean que no me callé, que confronté a alguien que hizo algo que era inaceptable», afirma Dorris, que conoció a Donald Trump a través de su novio de entonces, Jason Binn, fundador de varias revistas y marcas de lujo.