El filme parte del regreso a casa de un veterano de guerra tras una experiencia espeluznante en el frente de batalla, pero a partir de este episodio se hilan varias tramas que tienen como nexo común la religión, la violencia, la venganza o la familia.
Por David Villafranca
Los Ángeles (EU), 17 de septiembre (EFE).- Una religión de creencias extremas, de maldiciones, de destinos inmutables y de «ausencia de Dios». Eso es lo que retrata el cineasta latino Antonio Campos en El diablo a todas horas, inquietante cinta que estrenó este miércoles Netflix con un espléndido reparto liderado por Robert Pattinson y Tom Holland.
«Esta película se fija realmente en un tipo específico de creyente, en uno que lo lleva al extremo. Y mirando al extremo ves el peligro de la religión. Esta cinta saca la presencia de Dios de este mundo y explora la ausencia de Dios, lo que sucede cuando la gente está desesperada por conectar con Dios y él no está ahí, él no responde», argumentó en una entrevista con Efe.
«El peligro del hombre es cuando empieza a procesarlo, cuando se inventa sus propias ideas locas y llena ese vacío de Dios. Ese es el peligro (…). También explora la manera en que las personas se aprovechan de otras personas usando su fe (…). Y, al final, trata de ver si hay una manera de salir de esta locura», añadió.
RURAL Y CORAL
Estadounidense de origen brasileño y que ha destacado anteriormente en cintas como Christine (2016), Campos (Nueva York, 1983) viaja ahora al Ohio y la Virginia Occidental más rurales en esta película de reparto coral e historias entrelazadas que puede recordar por su estructura narrativa a Short Cuts (1993), Magnolia (1999) o Crash (2004).
Pero su temática es mucho más siniestra y escalofriante.
El diablo a todas horas parte del regreso a casa de un veterano de guerra tras una experiencia espeluznante en el frente de batalla, pero a partir de este episodio se hilan varias tramas que tienen como nexo común la religión, la violencia, la venganza o la familia.
Los lazos de sangre también fueron clave tras las cámaras.
Antonio Campos escribió el guión junto a su hermano Paulo mientras que Sofía Subercaseaux, esposa del director, se encargó del montaje de la película.
Aunque el origen de todo fue la novela homónima de Donald Ray Pollock en la que se basa El diablo a todas horas.
«Me enamoré del libro al momento: a mitad de lectura ya estaba fascinado», aseguró Campos.
«Mis dos géneros favoritos son el gótico sureño y el criminal duro. Y vi que este libro era el híbrido perfecto de esos dos géneros», añadió.
El realizador también señaló que, pese a la gran cantidad de personajes que caminan por esta historia, Donald Ray Pollock, quien colaboró con la voz en off de la película, consiguió penetrar en sus mentes para entender y explicar «por qué hicieron lo que hicieron».
«Y lo que me encanta es que la columna vertebral es una historia de un padre y un hijo. Empiezas con el padre pasando por este terrible trauma en la guerra y volviendo para encontrar su fe. Y luego esa fe y esa violencia se entrelazan y el hijo hereda todo eso», detalló.
EXTREMISMO PASADO Y PRESENTE
Aunque El diablo a todas horas centra su historia a mediados del siglo XX, sus reflexiones sobre la religión pueden sonar actuales aunque con matices, según Campos.
«Es complicado. Creo que la religión no juega el mismo rol en las vidas de las personas que solía jugar, pero también pienso que en EU en particular hay una especie de movimiento de gente que es realmente religiosa y que tiene mucho miedo de lo que sucede en el mundo secular porque entra en conflicto con sus visiones y valores tradicionales», desarrolló.
«Así que creo que el mundo se siente menos religioso que antes pero también creo hay mucho extremismo», indicó.
Por último, Campos habló sobre el impactante y amplio reparto de su película, ya que en las diferentes tramas y episodios de El diablo a todas horas se dejan ver intérpretes de la talla de Robert Pattinson, Tom Holland, Riley Keough, Jason Clarke, Mia Wasikowska, Bill Skarsgård, Sebastian Stan, Haley Bennett o Eliza Scanlen.
«Es mi parte favorita: trabajar con los actores», dijo Campos.
«Así que poder trabajar con actores tan diferentes, cada uno con su propio enfoque y método, que son tan talentosos y que además son de verdad personas fantásticas, fue lo mejor de hacer esta película», finalizó.