Gerardo Grande
17/09/2016 - 12:02 am
Tú recuerda con la música de Alfonso El Pintor
Alfonso El Pintor es el nombre del proyecto de Emiliano Sánchez, músico de Haedo en el Gran Buenos Aires. Su música se puede apreciar desde hace poco más de diez años en el under porteño y cada vez son más los lugares donde suenan sus temas. Incluso algunos fueron utilizados para películas independientes y cortinas de programas de […]
Alfonso El Pintor es el nombre del proyecto de Emiliano Sánchez, músico de Haedo en el Gran Buenos Aires. Su música se puede apreciar desde hace poco más de diez años en el under porteño y cada vez son más los lugares donde suenan sus temas. Incluso algunos fueron utilizados para películas independientes y cortinas de programas de tv. La primera vez que lo escuché fue con su EP “Buen día te quiero mucho” que editó en forma artesanal y digital con un sonido low fi. Ella y yo estábamos de ruta argentina rumbo a cualquier parte del país. Yo conducía y ella, recostada en el asiento del copiloto hacía el soundtrack de nuestro primer viaje juntos. Por eso me gustaron sus canciones; pero también por su ritmo y sus breves pasajes para bailar o estar echado en la playa saboreando un helado de sambayón. Alfonso El Pintor suena a pop electrónico y algo púrpura, azul y rojo en sus creaciones, quiero decir que en muchos de sus temas logra generar esta sensación de sinestesia. Hubo una noche creo que de noviembre o setiembre, no recuerdo, que una bola verde atravesó el cielo de Buenos Aires y se le pudo ver incluso hasta Rosario. Aquella noche puede ser que sonara también Alfonso, o no, y escribí este poema:
Tirados en la cama
Afuera llueve y el cielo se ilumina
Con una luz fluorescente
Que atraviesa la noche
Jugamos al fin del mundo
Y nos perdemos bajo las sábanas
Escenificamos partes
De una película que vimos
En el cine Lorca
La peli trata de dos niños verdes
Escondidos en una cueva
Los niños no envejecen
Y tienen un lenguaje que cambia
Según las estaciones del año
A veces las palabras caen
Dibujadas de su boca
Y al pisarlas
Se deshacen como la luz
Regresando al origen
Otras veces
Se alimentan de las vocales
Y sueñan que cantan con pájaros de fuego
Los pájaros que hoy siguen cantando
Y regalan la música de esta noche
Y en el invierno
Con las palabras construyen espejos de nieve
Para encontrarse desnudos
Y reconocer el país que es su cuerpo
Afuera llueve y el cielo se ilumina
En la radio dicen que es un meteorito
Que al entrar a la tierra se enciende
Como tú te enciendes por las noches
Para que yo no tenga miedo
De los monstruos escondidos en el armario
Entonces podemos seguir con el juego
Del fin del mundo bajo las sábanas
Inventar que todo termina
Y dos niños verdes sobreviven
Mientras un meteorito se enciende
Avanza directo a la tierra
Entra con la furia de todos los trenes
Que rondan en la vía láctea
Y la infancia del planeta
Se echa a llorar
Lo que sí estoy seguro es que pocos días después descargaste “Camino a la soltura” el segundo LP de Alfonso El Pintor. Y no me olvido nunca más que su tema “Hacela bien” te hizo bailar desnuda y también sin ropa, no una ni dos veces. Bailabas, girabas, bailabas, girabas en una fiesta de luces de neón, tu pelo suelto y largo que era tu mejor compañero de baile, aunque yo estaba contigo. En “Camino a la Soltura” los saxofones crean pequeñas atmósferas delicadas para enlazarse con percusiones, y samples de voces delayeadas para generar una psicodelia pop y momentos funky. La música siempre acompaña la vida y un ser humano en parte está hecho de la música que escucha una y otra vez. Me acuerdo que, entre otros, escuchabas mucho a Alfonso El Pintor y eras, a veces, por las noches o las madrugadas, una chica con gafas popstar, alumbrada por un ángel, el mismo ángel que de noche ilumina los cementerios y las fiestas. Y tu baile fanky y tu sonrisa siempre dispuesta a disparar. Una vez me encontré a Alfono El Pintor en Ezeiza, los dos íbamos a México y el vuelo estaba retrasado. Nos pusimos a charlar. Teníamos amigos en común, me habló de algunas de sus canciones y yo de alguno de mis poemas. En el avión escribí esto y se lo mostré, le gustó, quedamos de vernos una noche mexicana pero a los dos se nos olvidó. Me preguntó cuál era tu apellido y preferí no decirlo.
Hola Sofi aquí está el poema de tu pelo
Que me gusta peinar y desacomodar
Enredar mi mano en él
Enredar los brazos
Enredar la música y enredar mis ojos
Con tu pelo
O perder mi rostro y llenarme de su olor
Recordar un atardecer que caía lento
Cuando el sol rieló en tus gafas popstar
Y yo saqué la vista del camino para lamerte un pezón
O morder tus labios de chica popstar
Mientras el auto avanzaba
Y tú ponías el soundtrack de nuestro primer viaje juntos
Este es el poema de tu pelo y de tus ojos
Los más lindos de la city
Intentar describirlos no tendría sentido
Prefiero hablar de la belleza de tus ojos por lo que no son
Los ojos de Sofía no son dos casetas telefónicas bajo la tormenta
Ni dos lagos tranquilos y profundos
No son monedas antiguas bañándose a la luz de la luna
Ni globos aerostáticos como la única posibilidad de salvarse del mundo
Este es el poema de tu pelo de tus ojos y de tus pies
Los pies de Sofía me hipnotizan
Largos
Andan por el mundo con sus 27 años
Siempre dispuestos a agarrar a patadas a señores gordos de sonrisas asquerosas
Delgados
Las uñas de los pies siempre pintadas de color
El color que vos quieras
Me dice Sofia
Pies que tocan la miseria del mundo y de vivir estos días
Que andan por mi boca
Y vuelan en mi pecho cuando llegamos al amanecer
Pies que se calientan entre mis piernas
En las noches largas del invierno de Buenos Aires
Pies desnudos cuando Sofía hace el mate por la mañana
Este es el poema de tu pelo de tus ojos de tus pies
Y este es el poema donde te digo que he vuelto a robar libros
Estoy en un país distante del infierno y casi todo me parece inalcanzable
Aquí un libro vale lo que 2 kilogramos y medio de carne
Un libro vale lo que 5 hermosas botellas de vino
O varios paquetes de cigarrillos
Así que volví a guardar los libros bajo mi campera de cuero
Es divertido y más barato
Ya sé que piensas que es juego de niños
Que esperas despertar a mi lado y que haya un hombre contigo
Pero a veces no es suficiente con pedir
A veces casi siempre siempre
Las cosas resultan distintas
Tiras la moneda y no cae cara o cruz
La moneda rueda hasta la alcantarilla
Y los niños que no conocen el sol creen que por fin comienza a llover dinero
Cierro los ojos
Retorno a los lugares del crimen
Sitios duros y eléctricos se proyectan en el cine de la mente
Agradezco estos días en los que nada se consigue con dinero
El bello tiempo en el que al menor descuido te cosen a balazos
Este es el poema que ya no quieres escuchar
Y desnuda atraviesas la habitación
Desnuda atraviesas la noche
Llevas el cabello largo y alborotado
Y los pechos apuntando hacia el futuro
Entonces entiendo que todo estará bien
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