Viena, 17 sep (EFE).- La Policía ha comenzado a registrar la granja en la que lleva atrincherado desde esta mañana un presunto cazador furtivo que mató hoy a cuatro personas, tres policías y un sanitario, en una zona rural de la región de Baja Austria.
Una unidad «Cobra» de operaciones especiales de la policía austríaca ha logrado entrar en la granja con la ayuda de un blindado del Ejercito, ya que el cazador se encontraba fuertemente armado y se temía que dispusiera de explosivos.
Cientos de agentes están haciendo una «búsqueda segura» en la amplia propiedad, situada en Grosspriel, un diminuto poblado rural cerca de la ciudad de Melk, a unos 90 kilómetros al oeste de Viena, informó la radiotelevisión pública ORF.
Detlev Polay, un portavoz de la policía austríaca, confirmó desde Grosspriel que los agentes de la unidad «Cobra» se encuentran ya dentro de la granja, aunque no han hallado al sospechoso, del que no se sabe si está vivo o muerto.
La última señal de vida del cazador en la granja fue a las 17.30 hora local (15.30 GMT).
A lo largo del día, el cazador, identificado como Alois Huber, un empresario de 55 años, había disparado contra el cerco policial con fusiles de gran potencia y había empleado incluso munición especial capaz de atravesar chalecos antibalas.
«Dispara tan pronto como ve a alguien», relató horas antes un agente en declaraciones a ORF.
En las últimas cinco horas, sin embargo, no se ha escuchado ningún disparo procedente de la granja.
El suceso comenzó anoche durante un control de una patrulla de las fuerzas especiales de la Policía, que participaban en una operación contra la caza furtiva.
El cazador disparó por sorpresa contra los dos agentes de paisano y alcanzó mortalmente a uno de ellos.
La policía seguía la pista al sospechoso después de varias denuncias por caza ilegal en la región.
Posteriormente, el cazador volvió a abrir fuego contra la ambulancia que acudió a la zona, mató al conductor e hirió a otro policía.
Tras huir a pie, el sospechoso se encontró una patrulla con otros dos agentes, mató a uno de un balazo en la cabeza, secuestró al otro y empleó el coche policial para huir hasta su granja.
En Grosspriel, a 60 kilómetros de Annaberg, el sospechoso se atrincheró y horas más tarde la policía austríaca localizó en las cercanías de la granja el cadáver del agente secuestrado, informaron fuentes de las fuerzas de seguridad.
Un fuerte despliegue policial, en el que participan centenares de agentes y al menos tres vehículos blindados del Ejército, se hizo cargo del sitio de la granja.
Todos los intentos de contactar con el cazador por teléfono fracasaron a lo largo del día, según las autoridades.
Pero un amigo del supuesto agresor logró hablar con él e indicó al diario «Kurier» que éste le confesó: «Lamentablemente es cierto, soy el cazador furtivo de Annaberg».
El cazador le contó además que durante el tiroteo con los policías fue herido en el abdomen y que ha matado de un balazo a su propia perra de caza.
