El filme Drive my car fue elegido por ser extremadamente sutil; además, recibió la distinción del jurado ecuménico, que premia desde 1974 a uno de los filmes en competición que mejor ensalce los valores humanos.
Cannes (Francia), 17 de julio (EFE).- La película Drive my car, del japonés Ryusuke Hamaguchi, fue reconocida este sábado por la crítica internacional y por el jurado ecuménico como el mejor filme de la competición oficial del 74 Festival de Cannes, iniciado el día 6.
La Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica (Fipresci) lo eligió por ser una cinta «extremadamente sutil, una obra de arte fantástica sobre el poder eterno del arte», que está firmada «por uno de los directores actuales más prometedores».
«Antes de ser director fui un fan del cine. Soy consciente del valor de este premio. Es un honor», dijo el director, cuyo largometraje figura entre los favoritos a la Palma de Oro en la ceremonia de clausura de este sábado.
Esa película, adaptación de un relato homónimo de Haruki Murakami, recibió también la distinción del jurado ecuménico, que premia desde 1974 a uno de los filmes en competición que mejor ensalce los valores humanos y solidarios.
En la también sección oficial Una Cierta Mirada, la Fipresci recompensó a Un monde, de la belga Laura Wandel, que pone el foco en el acoso escolar.
«Explora la delgada línea entre el amor y la violencia entre niños en el patio de colegio, con un estilo realista y sin concesiones», dijo de esa película el jurado, para quien esta ópera prima es perturbadora pero está llena de compasión.
Su distinción a una primera película en las secciones paralelas Quincena de Realizadores o Semana de la Crítica fue dirigida al egipcio Omar El Zohairy por la «singular mezcla de comedia y tragedia» de Feathers, cinta que se llevó igualmente el máximo premio en la Semana.
La Mención Especial del jurado ecuménico fue para Compartimento nº 6, del finlandés Juho Kuosmanen, «por su mirada tierna sobre dos personas dolidas que no se elegirían ni como vecinos», y que consiguen superar su respectiva soledad.
Y el Ojo de Oro, el premio al mejor documental presentado en cualquier sección de Cannes, recayó en A night of knowing nothing, de la realizadora india Payal Kapadia, un filme que mezcla ficción y realidad, presentado en la Quincena de Realizadores.