Silvia pasó meses buscando el cuerpo de su esposo, hasta que un día un doctor le informó que los restos de Félix se encontraban en la morgue en una bolsa de plástico negra con un papel que tenía el nombre de otra persona, escrito con un marcador.
Ciudad de México, 17 de julio (SinEmbargo).- Félix Merchán falleció a causa de COVID-19 en Ecuador, pero su cuerpo no fue entregado sino hasta casi cuatro meses después; su esposa lo buscó hasta que logró que lo identificaran.
Silvia Guzmán esposa del ahora fallecido Félix contó a la reportera Cecilia Barría de BBC News que su esposo se sentía bien, sin embargo, de un momento a otro se puso mal y tuvieron que llevarlo al hospital.
«Eran las tres de la mañana y me dijo que no podía respirar. Junto a otros familiares recorrimos todos los hospitales y clínicas que hay por aquí, y nadie lo quería recibir porque estaba lleno de enfermos con COVID-19», relató la esposa a BBC News.
A Silvia le decían que no había oxígeno y que no tenían cómo ayudarlo. «Al final llegamos al Hospital del Guasmo Sur a las nueve de la mañana. Ahí lo ingresaron a la sala de emergencia y lo dejaron en una silla de ruedas porque no había camas» continuó.
De acuerdo con la esposa de Félix Merchán, los pacientes de aquel hospital se encontraba tirados. «Era como estar en una guerra, pero una guerra sin armas, una guerra biológica».
Silvia comentó a la reportera Cecilia Barría que a su esposo le faltaba la respiración. Y lo último que le dijo fue: «Mami, de esta no salgo. Quiero que te cuides mucho y que recuerdes que yo siempre voy a estar para ti». Y ahí perdió el conocimiento.
«Murió en mis brazos. Eran 10 de la mañana del primero de abril. Fue muy duro para mí eso porque lo vi morir y no lo pude ayudar. Vi cómo su vida se apagaba lentamente» relató Silvia Guzmán.
Silvia contó que un doctor la sacó a la fuerza porque decía que había mucha carga viral. Después le dijo que llenara un papel y que regresara después a retirar el cuerpo.
Sin embargo, cuando ella regresó a la mañana siguiente ya habían perdido el cuerpo. «Entonces el guardia me dijo que entrara a buscarlo en la morgue del hospital».
«Había muchos cuerpos por todas partes, no sabían ni dónde ponerlos. Era como estar viendo The Walking Dead. Estaban en el piso, era horrible. Los tenían en unos contenedores que no estaban refrigerados. Ahí llegaban todos los que murieron en sus casas y los que estaban esparcidos en las calles» dijo.
«Entonces seleccionaban 80 cadáveres y los ponían en la morgue para que los familiares fuéramos a reconocerlos. Si usted quería ir a buscarlo dentro del contenedor, usted tenía que pagarle 100 dólares o 300 dólares a los guardias para que te dejaran entrar» explicó Silvia.
Lo que Silvia relató para BBC News fue que a los que podían entrar a los contenedores tenían que ellos mismos abrir las bolsas para ver si el cuerpo era de su familiar. «Ni siquiera se dignaron a ponerle un brazalete con identificación. No siguieron ningún protocolo. Nadie ponía orden. Incluso hubo un caso de una señora que estaba viva, pero a los familiares le entregaron las cenizas de otra persona».
Silvia volvió al día siguiente, al otro y al otro, pero nunca lo encontró. Incluso, la mujer fue ocho días seguidos a la morgue del hospital hasta que les dijeron que no iban a entregar más cuerpos y que el gobierno los iba a enterrar en el campo santo de Pascuales o el de La Aurora.
A Silvia le dijeron que tenía que entrar a una página web para saber en qué cementerio había sido enterrado su esposo, así que lo hizo por tres semanas, pero su nombre nunca apareció. «Entonces nos pusimos en contacto un abogado para presionar y con los otros familiares empezamos a hacer plantones en las calles. Yo iba con un cartel que tenía la fotografía de mi esposo, su nombre y dónde desapareció. Hicimos un grupo como de 200 personas. También había otros grupos, pero no sabemos cuántos desaparecidos hay en total».
«Buscamos en hospitales, en morgues, en cementerios, en todos los lados donde podrían estar. Pero nunca tuvimos una respuesta. Como no aparecía, llegué a pensar que podía estar vivo. Pensaba que quizás había despertado, que podía estar entubado en un hospital y no recordaba. Aunque yo lo vi morir, en el fondo tenía la esperanza de encontrarlo vivo. También pensaba que podían haberle entregado el cuerpo a otra familia, que estaba sepultado» dijo Silvia.
«Nunca perdí la esperanza. Yo decía «nunca lo voy a dejar de buscar». Pensaba que me tenían que entregar a mi esposo porque él no era cualquier persona, era mi esposo».
En mayo, Silvia le dio las características físicas de su esposo a un grupo de médicos forenses de otro país que fueron a ayudar en la identificación de los cuerpos. Una persona que trabajaba ahí le dijo que los primeros días de junio sacaron los contenedores con los cuerpos del hospital y se los llevaron a la Policía Judicial para realizar las identificaciones.
Pero los días pasaron y a Silvia le decían que seguían trabajando para encontrarlo. Primero con las huellas dactilares, luego por las características físicas y después con pruebas de ADN en el caso de los cuerpos que no se podían reconocer.
Hasta que el 23 de junio, el doctor la llamó y le dijo: «señora Silvia encontramos a su esposo». «Aunque partes de su cuerpo ya estaban descompuestas, no me quedó duda de que era mi esposo. Había partes que aún se mantenían a pesar de la descomposición del cuerpo. Era su frente, su nariz, sus manos, sus pies. Sentí alegría y le dije: por fin te encontré».
La esposa de Félix pensó en que todo este tiempo su esposo siempre estuvo en los contenedores de la morgue del Hospital del Guasmo y nadie los quiso ayudar. El día en que lo fue a reconocer. El doctor le dijo que lo habían puesto en una bolsa de plástico negro con un papel que tenía el nombre de otra persona, escrito con un marcador.
Hasta este viernes, Ecuador registró 72 mil 444 positivos por COVID-19, con mil 079 nuevos casos respecto a la víspera, y 5 mil 250 decesos oficiales, 223 más en las últimas 24 horas, a los que se suman 3 mil 370 muertes probables, de acuerdo con el parte oficial.
Desde que se reportó el primer caso el 29 de febrero se han tomado un total de 199 mil 115 pruebas, entre PCR y rápidas, gracias a las que se descartaron 98 mil 489 casos, mientras que 5 mil 900 pacientes se recuperaron del virus y otros 9 mil 278 recibieron el alta hospitalaria.
De las 24 provincias de Ecuador, Guayas (cuya capital es Guayaquil) encabeza la lista de contagios, con 16 mil 920, lo que equivale al 26,65 por ciento a nivel nacional, aunque la de Pichincha con Quito como cabecera se acerca con diferencia a las demás, al registrar 11 mil 269 positivos, 209 más que el jueves, lo que representa el 18,08 por ciento del total de los contagios del país.
-Con información de EFE.