Redacción/SinEmbargo
17/04/2017 - 6:42 am
¿De qué se ríe Duarte? / El Cuau, en busca de oxígeno
Luego de ser encontrado en Guatemala, el ex Gobernador de Veracruz, Javier Duarte, mostró una sonrisa durante su aprehensión. Más allá de la red de apoyo tejida por el ex mandatario, misma que le permitió conseguir identificaciones falsas y salir del país, lo que llamó la atención fue la sonrisa del veracruzano, dando pie a una serie de teorías acerca las circunstancias en las que se dio su captura
¿De qué se ríe Duarte?
Luego de ser encontrado en Guatemala, el ex Gobernador de Veracruz, Javier Duarte, mostró una sonrisa durante su aprehensión. Más allá de la red de apoyo tejida por el ex mandatario, misma que le permitió conseguir identificaciones falsas y salir del país, lo que llamó la atención fue la sonrisa del veracruzano, dando pie a una serie de teorías acerca las circunstancias en las que se dio su captura. En El Universal, el periodista Salvador García Soto: «lo que más llamó la atención de todos los mexicanos en la sorpresiva captura de sábado de gloria fue esa sonrisa burlona y cínica de Javier Duarte. […] El ex Gobernador de Veracruz […], se reía de una manera extraña, como si se burlara de haber puesto en jaque a todas las agencias de seguridad e inteligencia del gobierno mexicano […]. Esa extraña sonrisa de Duarte […] que dio pie a teorías y suspicacias en las redes sociales sobre una ‘entrega pactada’, también recordaba a la de otro peligroso criminal, Édgar Valdez ‘La Barbie’ que sonreía y se burlaba cuando lo llevaban esposado y detenido en agosto de 2010. ¿Será que la mente criminal del corrupto Gobernador priísta y la de aquel temido narcotraficante funciona de la misma manera? El caso es que en la oportuna captura del político veracruzano […] fue un grupo de agentes de la AIC […], quienes desde el jueves llegaron a Guatemala con un discreto operativo basado en información que ya indicaba la presencia de Duarte en ese complejo turístico ubicado en las orillas del lago Atitlán, cerca de Antigua, Guatemala […]. Para el sábado por […] la tarde que comenzó el operativo […] y al ingresar los agentes de la AIC y de Guatemala se encontraron de frente con Duarte en un pasillo de la casa y ahí fue detenido y esposado […]. Fue tan sigiloso el operativo en PGR que solo 10 personas supieron de su existencia, todas de alto mando, para evitar ‘fugas’ de información […]. Por ahora, y en espera de que Duarte rinda sus primeras declaraciones […] hay muchas dudas y pocas certezas; una de las certezas es que nadie va a cobrar la recompensa de 15 millones de pesos que la Procuraduría General de la República (PGR) había ofrecido y dos grandes dudas: la primera, ¿qué tanto quiere o puede revelar Duarte que involucre supuestos financiamientos a campañas del Partido Revolucionario Institucional (PRI) incluida la presidencial con recursos provenientes de Veracruz?; y la segunda, que tal vez esté relacionada con la primera, ¿de qué se ríe Javier Duarte?».
Esta interrogante, también fue retomada en el diario Reforma, por su columna de trascendidos Templo Mayor, donde se menciona: «¿de que se ríe Javier Duarte? Esa fue la pregunta obligada al verlo sonriente, casi burlón, tras ser detenido en Guatemala. A lo mejor se reía del coraje que hará Miguel Ángel Yunes cuando se entere que Karime Macías, la esposa del ex Gobernador, ha sido prácticamente exonerada por el Gobierno federal. Pareciera que no fueron tomadas en cuenta las indagatorias de la Fiscalía de Veracruz que llevaron hasta los famosos diarios de la ex primera dama, en los que «decretaba» abundancia económica para ella… y daba santo y seña de la red de complicidades de su marido. A eso se suma el descubrimiento de que en los primeros dos años del gobierno duartista, la señora gastó la friolera de ¡8 millones de pesos! en artículos de lujo, mismos que fueron pagados por un prestanombres de Duarte. Y, además, claro, las residencias en Boca del Río; las oficinas en Polanco; y las casas en Woodlands, Texas. Tras investigar a los padres, la hermana y el cuñado de Karime Macías fue que se pudieron evidenciar las transas y, de hecho, atrapar a Javier Duarte, por lo que resulta extraño que el subprocurador Alberto Elías Beltrán haya salido a decir que contra ella nomás no hay nada. Será por ahora».
El dinero robado y la protección conseguida para su escape, podrían ser una de las razones para la sonrisa y tranquilidad de Duarte, asegura en Milenio, el periodista Carlos Puig, quien escribe que: «la primera vez que supimos en lo que andaba Javier Duarte fue hace más de cinco años, enero de 2012, cuando dos funcionarios de su administración fueron detenidos con 25 millones de pesos en efectivo en el aeropuerto de Toluca […]. Nada sucedió contra Duarte, y el gobierno tuvo hasta que devolverle el dinero. Aunque hace poco supimos más de aquello. En el cierre de campaña de Miguel Ángel Yunes, el ex Presidente Calderón dijo que ‘la investigación que hicimos no había parado ahí, llegó hasta la cuenta de un banco en Xalapa, en la capital del estado, una cuenta del gobierno de Veracruz, de esa cuenta todos los depósitos que diariamente llegaban diariamente eran retirados en efectivo, en billetes, de los cuales nadie sabía absolutamente nada de a dónde iban. ¡Claro que todos sabemos a dónde iban! Pero los podían retirar como si fueran suyos. ¿Saben cuánto dinero retiró el gobierno de Veracruz en un año de esa cuenta en efectivo? 3 mil 400 millones de pesos en efectivo’ […]. Calderón dijo que ‘la maquinaria de la justicia’ les impidió hacer más y hasta tuvieron que devolverle el dinero a Duarte. ¿Cuál fue esa maquinaria? En los siguientes años siguieron saliendo escándalos. Unos millones por acá, otros por allá […]. Nada. Hace unos años, por ejemplo, Duarte desapareció todos los fondos para la prevención del delito. Nada. Animal Político y Mexicanos contra la Corrupción destaparon el escándalo de las empresas fantasma. Nada, o muy poco. Hoy sabemos de casas, departamentos, ranchos, dólares, muchos dólares. Excesos de locura. Complicidad de todos […]. No fue hasta que perdió su elección cuando el gobierno federal se decidió a ir por él. Todo se perdona menos perder una elección. Duarte había dejado el estado sin dinero, hundido en el caos y la inseguridad. Tanto dinero robado compra protección. Le duró para 185 días […]. Las imágenes de la detención muestran a un Duarte tranquilo, en varias ocasiones sonriendo. Como aquel que hace mucho tiempo entendió que su destino era una prisión. Como aquel que piensa: a mí nadie me quita lo vivido ni muchos de los dólares que me robé. Tal vez ‘Javidú’ se ríe de todos nosotros».
En El Universal, el periodista y escritor, Héctor de Mauleón, escribe que existe la posibilidad de que al ex Gobernador se le haya dejado escapar intencionalmente, pues al parecer contaba con una red de asesores que le ayudaban a planear su escape pues: «llevaba 182 días prófugo […]. El 11 de octubre Javier Duarte se había reunido con el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. Según su versión, Osorio le dijo al mandatario estatal ‘que era muy difícil trabajar con alguien tan cuestionado ‘ […]. Duarte habría respondido que estaba dispuesto a solicitar licencia para separarse del cargo y enfrentar a la justicia. Entrevistado en el noticiero de Carlos Loret, se hizo pública esa decisión. […]. El rastro de Duarte se perdió misteriosamente a partir de entonces. Las circunstancias que rodearon la fuga parecían indicar que lo habían dejado huir […]. El 10 de noviembre de 2016 la Policía Federal detuvo en el aeropuerto internacional de Tapachula a un hombre que portaba 7 mil dólares y dos pasaportes falsos: Mario Medina Garzón. Los pasaportes estaban a nombre de Alex Huerta del Valle y Gabriela Ponce Arriaga, pero contenían las fotos de Duarte y su esposa, Karime Macías. Medina Garzón dijo que ‘un tío’ le había enviado a entregar los pasaportes en la frontera entre Chiapas y Guatemala. Señaló algunas propiedades en Tapachula y Ciudad Hidalgo, en las que Duarte se habría escondido […]. La detención de Medina Garzón […] permitió también a las autoridades llegar al círculo que asesoraba y preparaba la fuga de Duarte. Antes de que él pidiera licencia, los miembros de este círculo realizaron viajes a El Salvador, Costa Rica y Guatemala para tratar de ubicar zonas que convinieran como resguardo. Este círculo había puesto en manos de Medina los pasaportes falsos. Este mismo círculo está siendo investigado, según afirmó ayer en conferencia de prensa el director de la Agencia Criminal de Investigación, Omar García Harfuch […]. Duarte y su esposa se habían dejado ver, almorzando, en el restaurante del lugar […]. La pareja confiaba en pasar inadvertida […]. Hay dos versiones sobre la captura. Una, ofrecida por el subdirector de Investigación Criminal de Guatemala, indica que Duarte salió de su habitación hacia las ocho de la noche para ‘pedir algún licor’. En ese momento lo abordaron la Interpol y la Policía Nacional Civil. La otra, del subjefe de Interpol en Guatemala, indica que llamaron a Duarte a su habitación para decirle que había sido localizado y pedirle que se entregara. Agentes que tomaron parte en el operativo dicen que el ex Gobernador parecía ‘perturbado’. Unas veces sonreía, otras se mostraba soberbio, y otras de mal humor. Ocurrió la anhelada detención. La telenovela apenas comienza».
En tanto en el Excélsior, su columna de trascendidos, Frentes Políticos, asegura que: «los indicios más sólidos de que Javier Duarte, el ex Gobernador de Veracruz, estaba en Guatemala, se dieron desde la detención de uno de sus colaboradores, quien usaba pasaportes falsos. Y el encuentro con su esposa, Karime Macías, y sus tres hijos, fue uno de los pasos en falso. Hay muchas dudas. Entre todos los involucrados, a quienes la justicia apenas investiga, ¿la familia de Javier Duarte no tiene ninguna orden de aprehensión y no está en proceso de investigación? Si forman parte de la red que lo encubrió. ‘Ellos pueden moverse libremente por México o por el país que corresponda’, detalló Alberto Elías Beltrán, titular de la Subprocuraduría Jurídica y de Asuntos Internacionales de la PGR. Increíble, hay un sector que afirma se trata de una jugada electoral. Nada los contenta».
La detención del político veracruzano ha generado varias dudas, pues en El Universal, el periodista Ricardo Raphael, escribe que: «hay algo en la historia oficial que nos cuentan sobre la detención de Javier Duarte que nada más no cuadra. Cabe que una estupidez enorme haya gobernado las neuronas de la familia Duarte Macías y por eso diez personas se metieron al mismo tiempo en la boca del lobo dejando antes señales de neón para que los persiguieran. Aunque también podría ser que el encuentro en el lujoso hotel del lago Atitlán, de esta familia perseguida, haya sido parte de un arreglo negociado para la entrega a la justicia mexicana del ex Gobernador de Veracruz. Los argumentos de la sospecha tienen que ver sobre todo con el viaje que realizaron desde la ciudad de Toluca hacia Guatemala ocho familiares de Javier Duarte […]. Cada uno era una flecha obvia en la ruta de localización […]. Eran pista lógica inclusive para el policía más principiante […]. En total ocho letreros inmensos con forma de persona que gritaban: ¡persecución! En México tenemos policías corruptos pero no idiotas. Justo a la hora en que ese avión despegó comenzó a avanzar el reloj de la prisión donde estará encerrado el ex Gobernador. Lo que antes se dijo de la policía podría decirse también de la familia Duarte Macías. Son corruptos pero no tontos. ¿Entonces por qué se encaminaron todos a la trampa que les estaban tendiendo? […] La hipótesis alternativa, que solo por más coherente me atrevo a compartir con el lector es la siguiente: Javier Duarte de Ochoa decidió entregarse porque constató que en sus condiciones sería imposible seguir huyendo. Después de 186 días de prófugo lo más lejos que Duarte logró llegar fue a Guatemala; asumió entonces que el cerco sobre él y su mujer no tardaría en cerrarse. Un deseo pidió entonces el condenado. Pasar la semana de asueto con sus hijos, en libertad y por última vez. También convino que en la charada de su detención Karime Macías, su mujer, no atravesaría por la vergüenza de una imagen humillante. Quizá por ello solo Javier Duarte fue capturado en vivo y en directo por la Interpol y la Policía Nacional Civil de Guatemala […]. No hay corroboración del hecho pero esta anécdota no sería excluyente con lo aquí narrado: cuando Duarte y su esposa Karime constataron que estaban atrapados, en vez de rentar un avión pagaron por varias habitaciones en el hotel la Riviera de Atitlán, para disfrutar unos cuantos días como familia normal, previo a entregarse a la autoridad mexicana».
Del mismo modo, en el Excélsior, el periodista Jorge Fernández Menéndez, trata de resolver algunas dudas sobre la detención de Duarte y comenta: «¿por qué cayó Duarte después de casi 190 días de estar prófugo? Porque parecen habérsele agotado los tres principales instrumentos que tiene cualquier delincuente en fuga: se necesitan recursos, mucho dinero y de fácil acceso; se necesita protección en las áreas en donde se espera refugiar y se necesita un sistema eficiente de comunicaciones que se torna muy vulnerable cuando, como en el caso de Duarte, se tiene una familia con tres niños pequeños. Según la información a la que hemos tenido acceso, se sabía desde mucho tiempo atrás que Duarte estaba en Centroamérica, moviéndose entre Costa Rica y Guatemala. Incluso en varias ocasiones estuvo a punto de ser detenido y pudo escapar. Para eso se necesitaban recursos y protección […]. Las comunicaciones también lo perdieron: es lógico que un hombre que huyó acompañado de su esposa quisiera tener contacto con sus tres hijos pequeños. El movimiento que realizó la familia, con los niños viviendo con los abuelos en Chiapas, dio pistas sobre los movimientos de Duarte y su esposa Karime, que permitió localizarlos. No sé si fue así exactamente, pero todo lo sucedido, el agotamiento de esos tres círculos de protección y la distancia familiar creo que pueden haber llevado, de una u otra forma, a una suerte de entrega o abandono del propio Duarte. No tiene ya mucho sentido seguir huyendo cuando el círculo se ha cerrado y no se puede romper […]. Independientemente de eso, hay que ser conscientes de que Duarte ha tenido muchos meses para preparar su defensa […]. Tiene que haber detrás suyo una estructura operativa que tiene, necesariamente, que trascender el marco de la política, incluyendo a muchos actores de distintas historias políticas, pero también a empresarios o gente de dinero. No estamos hablando de una acción solitaria y única, sino de una trama que se tejió durante años y funcionó a lo largo de toda una administración, o más […]. Si todo se resume a detener a un personaje y las tramas de corrupción no se desmontan ni se castiga a los principales implicados, estamos en realidad ante un escenario de impunidad. Eso es lo que se debe romper aprovechando la oportunidad que le brinda al Estado mexicano (más allá del gobierno federal o local) la investigación del caso Duarte».
Dónde también se comenta sobre el caso es en Milenio, donde el periodista, novelista e historiador Héctor Aguilar Camín, escribe que: «Javier Duarte, el ex Gobernador priista de Veracruz aprehendido […], es un escándalo esférico: como Gobernador en funciones, como Gobernador prófugo, como Gobernador preso. La opinión pública mexicana aborrece su caso al revés y al derecho. Mientras estuvo prófugo, por la complicidad política que lo había dejado escapar. Ahora que ha sido detenido, porque su captura le viene como anillo al dedo al reto electoral del gobierno, urgido de bonos en su batalla por el Estado de México. Muchos lamentan el daño que Duarte y otros gobernadores le hacen a la imagen del país. Sin duda es un gran daño, pero […] es preferible el escándalo de gobernadores presos que el de gobernadores prófugos. Los gobernadores presos son una raya de contención de la impunidad. Los prófugos son la impunidad buscando refugio. Los gobernadores presos son también una advertencia para gobernadores en funciones […]. Javier Duarte es un caso extremo de excesos rutinarios en un paisaje de gobiernos locales cuyos usos y costumbres no se distinguen mayor cosa de los que Duarte llevó al delirio […]. Duarte es solo la punta del iceberg de una institucionalidad torcida que produce Duartes. Es un monstruo estándar que estaba antes y seguirá después: una anomalía que se sale de su molde solo porque su torpeza inaudita atrae sobre él los reflectores de la justicia».
A propósito de la reciente captura de Javier Duarte, ex Gobernador de Veracruz, en Milenio, su columna de trascendidos Trascendió, asegura que: «a quien también se le avecinan días difíciles es a la Sección Instructora de la Cámara de Diputados que preside el priista Ricardo Ramírez Nieto. Y es que resulta que aunque se tiene previsto que el juicio de desafuero contra el legislador Tarek Abdalá, ex tesorero veracruzano, se resuelva hasta junio, las bancadas de oposición presionarán para que sea antes de que acabe el actual periodo de sesiones, el próximo 30 de abril. Ya veremos.
El Cuau, en busca de oxígeno
E oro tema reciente, en El Universal, su columna de trascendidos Bajo Reserva, asegura que: «el señalamiento que pesa sobre Cuauhtémoc Blanco, de haber ordenado la muerte de Juan Manuel García Bejarano, el concesionario de la Feria de Cuernavaca 2017, quien ha sido ligado por el propio gobierno morelense con el crimen organizado, obligó a su equipo cercano a intentar una estrategia en la búsqueda de conseguir mayor tiempo para preparar la defensa del alcalde. Nos detallan que en los últimos días el núcleo más allegado al ex futbolista y alcalde de Cuernavaca le recomendó que pidiera a la Procuraduría General de la República que atraiga el caso. Una vez que el hombre acusado del homicidio inculpó a Blanco y a una persona identificada como un “güero español”, de haber ordenado el asesinato, los cercanos al edil consideran que sigue tratándose de un asunto político que busca restarle fuerza a su intención de ser candidato a la gubernatura. De ahí, nos dicen, que pidieron a la PGR de Raúl Cervantes Andrade, que atraiga la investigación. Ayer la PGR y el gobierno local de Morelos acordaron que la Procuraduría coadyuvará en el caso. ¿En realidad pensará el Cuau que la entrada en escena de la PGR le dará oxígeno?»
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