Es uno de los autores juveniles más exitosos de México y probablemente porque él no sepa qué es ser un escritor para estos primeros lectores. Lo suyo es emocionar y hacer que el terror asuste pero que todo quede en los libros. Ha terminado luego de 10 años su saga Principio y fin. En el medio se las ha arreglado para escribir otros libros y ahora todavía no sabe bien qué va a hacer.
Ciudad de México, 17 de febrero (SinEmbargo).- Entrar a su Facebook es encontrarse con muchísimos lectores que le escriben largos correos diciéndole lo mucho que han disfrutado sus historias de Principio y fin. Es un escritor de muchos lectores y también podría decirse un autor juvenil, tal como ha entrado sus historias de terror desde que comenzó a hacerlas en Océano.
Fue un poco una idea de Daniel Goldin, el gran editor que se inició en la edición de libros infantiles a fines de los años 80, cuando dirigió la colección “A la orilla del viento” del Fondo de Cultura Económica (FCE). Anthony Browne, Satoshi Kitamura y Chris Van Allsburg son algunos de los autores que dio a conocer al público latinoamericano y como director entonces de Océano Travesía sedujo a Malpica para hacer los libros que hoy son un éxito.
Ahora presenta el final de la saga El libro de los héroes, formada también por las novelas: Siete esqueletos decapitados, Nocturno Belfegor, El llamado de la estirpe y El destino y la espada. Situada en la Ciudad de México, la historia escenifica con singular aplomo la lucha entre el bien y el mal y la verdad que adentrarse en ellas es percibir un universo propio de terror y de thriller.
“¿Cuánto miedo puedes soportar, Mendhoza?”, es la frase con la que da inicio la historia de Sergio Mendhoza, un adolescente que es llamado para luchar contra el mal y en esta última parte de Principio y fin, nos encontramos una vez más con Sergio, al cual hemos visto crecer y enfrentar los más diversos peligros para proteger a sus seres queridos y salvar su propia vida. Ahora tendrá que enfrentarse a la batalla final.
–¿Cómo se ha dado este éxito, lo tenías pensado?
–Todo me ha agarrado por sorpresa. Desde que me invitaron a escribir un libro de terror, sin que yo hubiera escrito antes nada por el estilo, fue sorpresivo. Fue en el 2007, cuando me invitó Daniel Goldin a sumarme a una nueva colección de libros de miedo para jóvenes. La historia exacta es que me gustó la idea y empecé a trabajar esto, que al final se me fue de las manos. Mientras estaba escribiendo el primer libro me di cuenta de que el universo que yo estaba formando no me cabía en un solo libro. Lo platiqué con la editorial, qué les parecía hacer una saga y les gustó mucho la iniciativa.
–Al principio no ibas a hacer nada y luego te mandaste una saga entera
–Sí, exacto. La historia general que engloba a todos los personajes, ahí estuvo el reto, en principio nadie que se meta en esto sabe en qué se está metiendo. Cada uno de los libros se nos fueron a dos años, son diez años de Principio y fin. Hubo rigor de parte de Daniel Goldin, de la editorial y hubo mi propio rigor.
–Es importante lo que dices, porque siempre hay un editor detrás de cada libro
–Es cierto. Completamente, a mí me gusta mucho recalcar el trabajo conjunto. He estado muy bien acompañado por la editorial, ha habido mucho respeto, pero también cuidado de la historia y mucho cariño. En el diseño de las portadas, se pensó que algo las unificara, hay una caja muy bonita donde se incluyen a las cinco novelas.
–¿Qué tiene la historia para competir con los libros que vienen de afuera?
–La propuesta fundamental era espantar lo más que pudiera a los jóvenes. Sí me propuse eso, de que hubiera una buena dosis de terror, me metía en terrenos demasiado oscuros, me parece que iba a recibir correos muy airados de padres que se enfadaban porque asustaba a los hijos. Al final fue todo lo contrario. El terror tiene ese gustito que genera en los lectores y quería hablarle yo al chico lector, al que le puedo dar la mano. Es decir, siempre pienso así en mis lectores, en el chico capitalino, en el chico mexicano, porque pueden venir muchos libros de afuera, pero pocos tendrán como el mío personajes mexicanos y en lugares que todos reconozcan. La lucha entre el bien y el mal se vuelve global, salen del país, pero la identificación con los personajes se vuelve de primera mano.
–¿El terror es lo que más le interesa al joven?
–No es lo que más, pero sí es cierto que sí forma parte de las aficiones de los chicos. Cuando entré me sorprendí de lo mucho que le llama la atención a los jóvenes y no he dejado de comprobarlo. Voy a muchas escuelas y hago ejercicios con ellos y siempre que pregunto por el terror, gana por mucho. Uno hace que desde el punto de vista del interés de ellos, la literatura los emocione, pero que además entiendan que todo lo que pasa en los libros queda en los libros; el mundo de la ficción es totalmente seguro, pase lo que pase.
–El terror da mucha libertad al autor, ¿verdad?
–Sí, toda la historia de terror fantástico. Yo aprendí en mi saga a despegar bastante los pies de la tierra, el terror te da mucha tela de dónde cortar y la verdad es que lo agradeces. Todo ese universo que creé obedece a esa posibilidad de no partir casi de nada y no obstante de abrevar de muchas fuentes que ya existen. Muchos monstruos clásicos aparecen en mis libros y simplemente yo los fundamenté, aterrizándolos en mi propio universo. Es una hoja de papel en blanco donde puedes meter prácticamente lo que quieras.
–Guillermo del Toro dice que los monstruos de su ficción lo acompañan, ¿es así?
–Sí, exactamente. Al final esa es una lección, cualquiera de nosotros se sentiría más cómodo en presencia de un vampiro que no de un banquero que lleva traje o de esos desgraciados que con apretar un botón acaban con cientos de vida. El mundo de la ficción fantástica te ofrece esos remansos, que me encantan y los chicos se dan cuenta y lo agradecen.
–¿Habrá película?
–Hubo algunas personas interesadas, pero lo cierto es que me da mucho placer generar esta expectativa solo lectora. Me da mucho gusto generar expectativa desde la letra.
–¿Qué va a pasar contigo?
–Seguiré escribiendo. Estos 10 años no he detenido mi producción literaria en otros renglones, no sé si va a haber otra saga. Por lo pronto, hay que descansar un poco. Ahora escribo cosas unitarias, me gusta mucho la novela juvenil. Dejar a mi personaje de 10 años me ha costado despedirme.
–¿Qué piensas de la literatura juvenil?
–La necesidad de este tipo de literatura aunque yo no sé cómo definirla. La literatura juvenil es aquella que los jóvenes adoptan, sea cual sea. A veces son las editoriales las que ponen los sellos. Me gusta pensar que ponemos este tipo libros en manos de los chicos para ir ganando lectores y que luego se entusiasmen con literatura más compleja.