Lego, sin embargo, no ve un peligro en ese hecho. «No creemos que nuestros productos fomenten la violencia», respondió hoy una portavoz en la localidad danesa de Billund. En algunos mundos de Lego se habla de conflictos, pero éstos forman parte de la vida cotidiana de los niños, alegó.
Canterbury (Nueva Zelanda)/Billund (Dinamarca), 23 de mayo (dpa) – Los juguetes del fabricante danés Lego se han brutalizado considerablemente, asegura un estudio realizado por científicos de la Universidad de Canterbury en Christchurch, en Nueva Zelanda.
El estudio concluye que las figuras de Lego son hoy en día más agresivas de lo que lo eran en los años 70 del siglo pasado. Por ejemplo, ha aumentado la cifra de armas.
Sobre todo en las series de fantasía se combate y se rescata. En el mundo Ninjago se protege al mundo de fuerzas oscuras. Superhéroes como Batman, Spiderman o Wonder Woman se enfrentan con malvados y en la serie de figuras de Star Wars los Jedi luchan contra el lado oscuro.
«En torno al 30 por ciento de todos los sets de Lego tienen algún tipo de armas», señala el estudio. En los años 90 predominaban, por ejemplo, objetos de piratas o caballeros pero desde la introducción de la serie de Star Wars, en 1999, se introdujeron cada vez más armas. También la presentación de las figuras de Lego en los catálogos es cada vez más violenta.
Lego, sin embargo, no ve un peligro en ese hecho. «No creemos que nuestros productos fomenten la violencia», respondió hoy una portavoz en la localidad danesa de Billund.
En algunos mundos de Lego se habla de conflictos, pero éstos forman parte de la vida cotidiana de los niños, alegó.
Además, las armas se encuentran solamente en el mundo de fantasía de la firma. Por ejemplo, en la serie Lego City la policía no lleva pistola ni una sola vez. Las dos series, Lego City y Ninjago, se situaron el año pasado entre los cinco productos más vendidos.
Sin embargo, el estudio no evalúa el efecto en los niños de la violencia en las películas o en los juguetes. Los expertos neozelandeses se limitan a concluir: «Los productos Lego ya no son tan inocentes como lo fueron».
