Windows 10 no logra hacer crecer el pastel del mercado de PC’s y, para colmo, se muestra incapaz de rivalizar con el ecosistema de apps de Android al que ahora tienen acceso los Chromebook.
Por Marcos Merino
Ciudad de México, 21 de mayo (SinEmbargo/ TICbeat).- Los últimos datos de ventas de los Chromebook evidencian un sorprendente hito: por primera vez en la historia, los portátiles de gama baja de Google (fabricados por las compañías Dell, Lenovo y HP) han logrado batir en ventas a los Mac de Apple: 2 millones de dólares frente a 1.76, según las estimaciones de IDC para el pasado trimestre.
Sin embargo, el principal damnificado de estos datos no es la compañía de Cupertino (la cual, pese a todo, sigue aumentando lentamente sus cifras de ventas), sino Microsoft, que está comprobando que ni siquiera el lanzamiento del excelente Windows 10 estaría reactivando las ventas de equipos equipados con sus sistemas operativos (los Chromebook vienen equipados con el Chrome OS, un sistema operativo basado en la web y dotado de un núcleo Linux).
La clave del éxito de los Chromebook reside, ante todo, en su portabilidad y simplicidad: la mayor parte del software se ejecuta dentro del navegador web, lo que sitúa a estos equipos en la tendencia mayoritaria de uso de la mayoría de PC’s. Además, aligera su funcionamiento (rebajando así sus requisitos técnicos… y su precio) y garantiza la seguridad de sus contenidos gracias al respaldo que proporciona ‘la Nube’. No es sorprendente que parte de su éxito comercial en los últimos tiempos provenga, sobre todo, del ámbito educativo.
Pero si el momento no fuera, de por sí, suficientemente dulce para los Chromebook, ahora Google anuncia otra novedad: el acceso completo de sus equipos a la Google Play Store de Android, lo que abre la puerta a que estos portátiles aumentes de manera significativa su catálogo de software, pudiendo instalar gran parte de las 1.5 millones de apps con que cuenta su sistema operativo hermano para móviles.
Frente a eso, la iniciativa Universal Windows Platform de Microsoft ha sido incapaz, por ahora, de generar un ecosistema de aplicaciones comparable al de Android (sistema que, junto a iOS, acapara los esfuerzos de los desarrolladores móviles).