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La CdMx se olvidó de la ecología, pero es el tiempo de legislar en pro de los animales, exigen ONGs

13/05/2016 - 12:04 am

Paulina Rivero Weber, doctora en filosofía, acusó que en la capital mexicana no se ha sabido legislar y que al hacerlo únicamente para favorecer a los seres humanos, se olvida que la relación con el resto de los seres vivos es la diferencia entre humanizar o deshumanizar.

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Ciudad de México, 13 de mayo (SinEmbargo).– Incluir los derechos de los animales en la Constitución de la Ciudad de México es una oportunidad histórica para sentar un precedente ante el resto del país y del mundo como una ciudad progresista y de vanguardia, coincidieron activistas y autoridades durante el foro «Derechos de los animales no humanos en la Constitución de la CdMx», convocado por la asociación civil Sí Esperanza Animal.

«La protección y el bienestar de los derechos de los animales no humanos son una preocupación creciente en el comienzo de este nuevo siglo. Debemos respetarlos por el simple hecho de estar vivos, de existir», destacó Mónica Hernández Castañeda, vocera de la ONG convocante.

En entrevista para SinEmbargo, Dania Paola Ravel Cuevas, consejera del  Instituto Electoral de la Ciudad de México (IEDF), expuso que para ser congruentes con una Constitución de vanguardia que refleje la sociedad que habita en la capital del país, moderna y abierta, es necesario «incluir los derechos de los animales no humanos, quienes ciertamente son seres vivos, seres sintientes que no se les puede dar tratamiento como si fueran cosas».

Durante su discurso destacó que los integrantes de la Asamblea Constituyente tendrán la responsabilidad de procurar derechos y garantías a los animales no humanos en la Carta Magna, entre ellos, la abolición de las corridas de toros: «está en su poder y en su deber el de una vez por todas prohibir la tauromaquia en la Ciudad de México. Basta ya de circos romanos».

«Esto es un tema de humanidad, yo no concibo una sociedad carente de empatía, yo no quiero vivir en una ciudad que sea indiferente al dolor ajeno. En la Ciudad de México contamos con una oportunidad por demás histórica, pues tendremos la posibilidad de plasmar la protección de los derechos animales no humanos como un mandato constitucional en nuestra entidad», puntualizó.

Paulina Rivero Weber, doctora en Filosofía, acusó que en la capital mexicana no se ha sabido legislar y que al hacerlo únicamente para favorecer a los seres humanos, se olvida que la relación con el resto de los seres vivos es la diferencia entre humanizar o deshumanizar.

Por ello, aseguró que todo homicida o abusador serial ha maltratado en su pasado a animales. «No todo el que maltrata animales se convierte en asesino, pero todo asesino ha sido en su pasado maltratador de animales. Esto nos permite ver que la línea de violencia contra los animales y contra las personas es muy delgada».

Asimismo, acusó que las bandas criminales preparan a sus sicarios matando y torturando animales, cuando lo logran –dijo– «están listos para torturar y matar a un ser humano, sin titubear».

De Izquierda a Derecha Dania Paola Ravel Cuevas Mónica Hernández Castañeda José Encarnación Alfaro Cazares Carlos González Martínez Y Miguel Errastí Arango Foto Twitter i e d f
De Izquierda a Derecha Dania Paola Ravel Cuevas Mónica Hernández Castañeda José Encarnación Alfaro Cazares Carlos González Martínez Y Miguel Errastí Arango Foto Twitter i e d f

SERES SIN OBLIGACIONES

Rivero explicó que los animales, a pesar de no contar con la capacidad de cumplir con obligaciones, deben ser reconocidos con derechos.

«Si queremos una sociedad justa, es hora de comenzar a comprender que todo animal con la capacidad para expresarse y comunicarse debería de tener derechos. Todos los animales se expresan, comprender sus expresiones es el objeto de estudio de la etología. Todos los animales tienen un lenguaje y ahora sus lenguajes son estudiados», expuso.

«No podemos continuar negándoles los derechos más elementales a seres vivos que sienten y piensan, solamente por el hecho de hablar, pensar y expresarse en un lenguaje que nosotros somos incapaces de entender», denunció.

Acusó, además, que basta simplemente con ir al Zoológico de Chapultepec para ver el lamentable estado en que se encuentran los animales, «para darnos cuenta del absurdo al que hemos llegado. Encerramos animales como encerramos a los peores criminales, solamente que ellos no cometieron delito alguno», lamentó.

Hernández Castañeda, dijo, en el mismo sentido, que los derechos de los animales no dependen de las leyes de la naturaleza sino de las leyes del Estado y en el proceso de cambio político y cultural ellos tienen derecho que exige su reconocimiento jurídico, en lo que también radica la calidad de una democracia.

«Los animales no humanos representan un reto moral y de probidad para nuestros juristas y pensadores encargados de la nueva Constitución, por eso, como una ciudad de vanguardia y progresista, que les ha ya conferido algunos derechos y también reconocido ya como víctimas dentro de su código penal, debe ir un paso adelante en el respeto y la protección hacia todos los seres vivientes que la habitan, incluyendo también los derechos de los animales no humanos dentro de la Constitución de la Ciudad de México», comentó.

Ante ello, Rivero destacó que la única manera de cambiar esta situación es con legislación y educación, así que enumeró cuatro puntos para hacerlo realidad:

1. Nuevas leyes para los rastros, donde los animales tengan menor sufrimiento en su vida y en su muerte.

2. Nuevas leyes para las mascotas, donde se incluya la desaparición de los antirrábicos y sean convertidos en centros de adopción.

3. Prohibición de cualquier tipo de maltrato o tortura animal con fines de mera diversión, por ejemplo, eliminar los zoológicos y abolir la tauromaquia. En este punto agregó que «es una vergüenza que México siga siendo uno de los ocho países del mundo que sigue permitiendo esta salvajada que enseña a los niños a divertirse con la muerte y tortura de un animal».

4. Transformación paulatina de los zoológicos en santuarios que protejan a las especies mexicanas en peligro de extinción. «Enseñarles a nuestros hijos a los animales encerrados no educa, eso mal educa, los convierte en seres insensibles al dolor ajeno, es la peor educación que les podemos dar, dijo».

Agregó también que la Constitución de la CdMx es una oportunidad única para sentar un precedente ante el resto del país y ante el resto del mundo de otorgar derechos a los animales.

Tntre tanta violencia, «démosle al mundo algo bueno de qué hablar sobre México, démonos algo a nosotros mismos para sentirnos orgullosos de ser mexicanos. Legislemos con valentía nuestras relaciones con el resto de los seres vivos».

en Sinembargo al Aire

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