En su número 120, la revista Artes de México, invita a conocer el misterioso universo de este deporte-espectáculo, desde el arte, fotografía, literatura y periodismo.
Ciudad de México, 27 de abril (SinEmbargo).- “Después de haber visitado dos de las arenas más emblemáticas de la ciudad, la Arena México y la Coliseo, nos hacía falta conocer una lucha callejera. La cita fue el domingo 7 de febrero a las 12:30 horas en la colonia Porvenir. El motivo, la celebración del cumpleaños de Carbono, un joven luchador que desde hace algunos años convoca a un grupo de luchadores a debatirse en un ring, ubicado en medio de la calle, en el que se congregan los más diversos protagonistas de un barrio
Antes de subirse al ring, Lady Maldad compartió con nosotros algunas anécdotas de su trayectoria, y nos presentó a su familia: a su padre, quien fue luchador y réferi, a su esposo, a su cuñado —estos últimos también lucharon esa tarde—, a su madre, a su hermana y a sus pequeños sobrinos, todos ellos familiarizados con el mundo de la lucha.
Además de ellos, el entorno se conformaba por diversos personajes: luchadores tan jóvenes que es probable que no rebasaran los veinte años de edad, luchadores con amplia experiencia, exóticos, enmascarados, técnicos, rudos y rudísimos, entre los que se encontraba Lady y cuya lucha era la estelar”.
Así inicia la crónica sobre Lady Maldad -de Alejandra Guerrero-, apenas un apunte del vasto material con que la legendaria revista Artes de México vuelve a transitar el fascinante universo de la lucha libre, siempre en debate acerca de su valor o no como un rasgo de fuerte identidad nacional, un caro espectáculo para turistas o las dos cosas y muchas más a lo largo de su colosal historia.
¿Cómo llegó a México?, ¿Quién fue la primera mujer luchadora? ¿Quiénes son los creadores de las figuras de plástico de los luchadores?, son algunas de las preguntas que el lector podrá responderse durante la lectura de la edición 120 de la revista comandada por el escritor Alberto Ruy Sánchez y la historiadora Margarita de Orellana.
“La lucha libre es un estilo de vida que atrapa y levanta pasiones”, aseguran los editores, en un número donde el francés Roland Barthes (1915-1980) describe la lucha como “un espectáculo caro con la apariencia inútil de un deporte común y corriente en donde el público se conecta de manera espontánea con el combate”.
“Es un espectáculo de dioses, del dolor, de la tortura, de la derrota, de la justicia, descifrable”, afirma el pensador francés.
Para el documentalista, guionista, editor y curador de exposiciones, Orlando Jiménez, la lucha libre es un espectáculo deportivo, “eterno combate entre el bien y el mal, con una dosis de realidad y fantasía”.
“Es la danza de los madrazos que hace que el público se pregunte: ¿se pegan de veras?, protagonizada por un enmascarado que representa en los diseños de sus apreciadas prendas las fuerzas y pulsiones naturales, sobrenaturales, animales, humanas y cósmicas”, agrega.
La reportera Norma Irene Aguilar Hernández hace hincapié en el mundo de la lucha femenina, que a su juicio constituye un “fenómeno social y cultural digno de atención”.
En el artículo “Las damas el cuadrilátero”, se informa que la participación de las mujeres en la lucha libre se remonta a 1930, aunque en nuestro país las damas empezarían a pelear cinco años después, combatiendo el estigma social que las catalogaba como “un pésimo ejemplo” para las buenas costumbres de la época.
El escritor y ex luchador Rogelio Flores narra en cómo los atletas de la lucha libre han sido retratados en figuras de plástico coleccionables, “juguetes baratos, sencillos y hermosos, muñecos apócrifos, cuyo origen es una incógnita, porque nadie sabe a ciencia cierta ni quién los fabricó por primera vez ni quién los fábrica ahora ni dónde”.
El cuentero chiapaneco Enrique Orozco González en relata cómo en los primeros años de la década de los sesenta conoció, junto con su hermano, a quien le regaló a su hermano su máscara, disfraz que provocó una pelea “a muerte” entre ellos y su madre.
Además de pinturas, fotografías, collages, estampas y programas que acompañan los textos realizados por artistas plásticos y fotógrafos, entre otros, Sergio Arau, Miguel Valverde, Carlos Sánchez, Demián Flores, Francisco Toledo, César Flores, Gabriela Gómez Mont y June Byers.
LA REVISTA ARTES DE MÉXICO
En septiembre de 1988 salió a la venta el primer número de la nueva época de Artes de México. En aquella edición confluían nueve plumas que trataban al Centro Histórico de la ciudad de México, con esa curiosidad respetuosa y esa gran pasión que han distinguido a los autores de la publicación.
“Hemos publicado a más de 600 autores que tratan temas mexicanos, desde la vitalidad vibrante de nuestras culturas populares, hasta el refinamiento estético de nuestra cerámica contemporánea. La brújula para todos ellos y para nosotros ha sido siempre el asombro, al que hemos tomado como una vía de conocimiento”, dicen los editores.
Artes de México es una publicación trimestral y tiene un costo de 200 pesos. Puede adquirirse en Córdoba No. 69, colonia Roma o en www.artesdemexico.com.