De acuerdo con un cúmulo de solicitudes de información realizado por SinEmbargo, Grupo Higa consiguió 895 millones 499 mil 707 pesos con 12 centavos por siete contratos con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, sólo en 2014. Unos seis meses después (la investigación del ICIJ indica que fue en el verano de 2015), el dueño del consorcio, Juan Armando Hinojosa Cantú, creó tres fideicomisos repartidos en varias cuentas bancarias para resguardar su dinero en dólares. A nombre de su madre y suegra –mujeres octogenarias– él quedó como único beneficiario.
Por Linaloe R. Flores, Alejandra Padilla y Daniela Barragán
Ciudad de México, 5 de abril (SinEmbargo).– Seis meses antes de que Juan Armando Hinojosa Cantú lograra resguardar 100 millones de dólares a través de tres fideicomisos en Mossack Fonseca de Panamá; en su país, en México, los negocios no habían ido nada mal. Sólo con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) –la dependencia clave para su emporio de construcción– completó 895 millones 499 mil 707 pesos con 12 centavos en siete contratos en 2014.
Lo anterior se desprende de las 36 solicitudes de información dirigidas por SinEmbargo a 26 instituciones y dependencias del Gobierno Federal para conocer si habían firmado contratos con Grupo Higa, S.A. de C.V. o sus filiales en la década de 2005 a 2015. A cada institución le fue solicitado el número de contratos, la copia de los mismos, el tipo de procedimiento por el que fue adjudicado y las razones para concederlo en caso de que se tratara de una convocatoria o invitación. La SCT, el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), el Banco de Comercio Exterior (Bancomext), así como Pemex Exploración y Producción (PEP) respondieron que sí firmaron con Grupo Higa en ese periodo. Las primeras entidades enviaron sus respuestas a través del sistema Infomex y mediante copias certificadas. Por su parte, PEP entregó sólo contratos de 2011; es decir, firmados por el Gobierno de Felipe Calderón Hinojosa.
En 2014, Guerrero estaba devastado en toda su costa. Los huracanes Ingrid y Manuel azotaron en su territorio y mataron a 105 personas. Poblaciones enteras fueron arrasadas. Para enfrentar la contingencia se creó el Fondo Guerrero, en la entraña del Fondo de desastres naturales (Fonden) y se destinó una bolsa de millones de pesos.
Tres de los contratos del Fonden los consiguió el Grupo Higa a través de la SCT, el 2014-632-CA-FONDEN-010-W-0-2014, el 2014-632-CA-Fonden-005-W-0-2014 y el 2014-632-CA-Fonden-006-W-2014, lo que le dio un monto de poco más de 746 millones de pesos.
En noviembre de 2014, una investigación periodística de Aristegui Noticias dio con una casa de 86 millones de pesos vendida con un crédito laxo a la esposa del Presidente Enrique Peña Nieto. El Mandatario nombró Secretario en la Función Pública a Virgilio Andrade, cuando el cargo había permanecido acéfalo, y le ordenó una investigación de sí mismo. Hasta agosto de 2015, las pesquisas de la dependendencia reconocieron siete contratos que sumaron 774 millones 242 mil 263 pesos en un periodo de dos años y medio entre el Gobierno federal y el Grupo Higa. Esa cifra no coincide con lo obtenido por este diario digital: sólo en la SCT hay siete convenios firmados en 2014 y por un monto de más de 895 millones 499 mil 707 pesos con 12 centavos.
Eso, en cuanto a contratos. Respecto a lo fiscal, esos meses también fueron benditos para el Grupo de Juan Armando Hinojosa Cantú. Si en el verano de 2015, el empresario logró crear fideicomisos para resguardar dólares, para el invierno del mismo año, sus abogados lograron que el Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Sexto Circuito cancelara en definitiva el adeudo de 86 millones de pesos que debía la Constructora Teya, una de la filiales de su Grupo Higa.
En sentencias notificadas en octubre de 2015, ese tribunal determinó que el procedimiento para fincar el adeudo fiscal a la constructora había estado viciado desde el origen.
NADIE SABÍA DE ÉL, PERO EL GOBIERNO SÍ
Banobras –una de las instituciones crediticias más antiguas de la Administración federal con ocho décadas de operación– firmó contratos con Eolo Plus, la filial dedicada a las aeronaves del Grupo Higa en 2013, cuando el nombre de Juan Armando Hinojosa Cantú no decía mucho. La bitácora de Eolo registró seis vuelos de entre una y dos horas de duración, con un costo total de 46 mil 295 dólares.
Los pasajeros de estos viajes fueron Alfredo del Mazo Maza, primo del Presidente Enrique Peña Nieto y quien fungía como Director General del organismo, como Luis Dosal, el Director de Proyectos.
En el mismo año, también con Eolo, Nacional Financiera hizo un contrato para transportación por 46 millones 560 mil pesos, y la SCT solicitó servicios de “taxi aéreo” por 40 millones 493 mil 085 pesos.
La Secretaría de Economía también recurrió a los servicios de Eolo Plus con varios contratos anuales por 211 mil 120 pesos por el arrendamiento de vehículos aéreos. Según facturas que fueron entregadas a la SFP, esos viajes fueron para transportar al Secretario Idelfonso Guajardo, de la colonia Polanco en la Ciudad de México a Toluca, la capital mexiquense.
En 2013, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), estaba a cargo de Jorge Carlos Marín (el ex Procurador Jesús Murillo Karam lo sustituyó; hoy la tiene Rosario Robles Berlanga) y contrató a Publicidad y Artículos Creativos -otra de las filiales de Higa-, para la impresión de viniles, cartulinas y tarjetones por 814 mil 107 pesos y también para la adquisición de tarjetones colgantes de estacionamiento en cartulina opalina por 16 mil 32 pesos (Información en el Portal de Obligaciones y Transparencia, POT).
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“Contratista favorito del Presidente de México” dice del empresario Juan Armando Hinojosa Cantú, dueño de Grupo Higa, el perfil que hizo el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (International Consortium of Investigative Journalists, ICIJ) después de que fueran descubiertas sus operaciones con el despacho panameño Mossack Fonseca para sacar de México 100 millones de dólares. El escándalo fue titulado Panama Papers y el nombre del empresario sobresale entre millonarios del mundo que intentaron poner en “paraísos fiscales” el dinero que ganaron en sus propios países.
Antes de 2014, el de Hinojosa Cantú era de los perfiles más discretos entre los empresarios mexicanos. Pero ese año, en noviembre, se suscitó el escándalo “Casa Blanca”. Seis meses después, el empresario sacó del país millones de dólares mediante la creación de tres fideicomisos en Mosack Fonseca, la firma panameña que durante 40 años ha vendido servicios financieros basados en la secrecía, incluso para clientes relacionados con la delincuencia organizada o notables evasores de impuestos.
«A lo largo del verano y otoño de 2015, no mucho después de la controversia sobre la Casa Blanca, Mossack Fonseca ayudó a Hinojosa a crear tres fideicomisos para quedarse con alrededor de 100 millones de dólares hasta entonces depositados en varias cuentas bancarias. Hinojosa era el principal beneficiario de los fideicomisos, nominalmente controlados por su madre y su suegra. Su esposa e hijos serían designados como beneficiarios en caso de su muerte”, se expone en la página de Internet del ICIJ, a propósito del empresario mexicano.