En la muestra se puede ver cómo se levantan a primera hora de la mañana y se visten con sus uniformes impolutos, o cómo se comportan cuando comen relajadamente y charlan amistosamente en el comedor del Vaticano.
Roma, 1 abr (EFE).- La Santa Sede rinde homenaje al servicio que desempeña cada día la Guardia Suiza en el Vaticano con una exposición que fotografía el día a día de este cuerpo militar y que se puede ver desde hoy en los Museos Vaticanos.
La exposición se ha titulado «The Life of a Swiss Guard. A private view» («La vida de un guardia suizo. Una vista privada») e invita al público a descubrir el lado más humano de los militares helvéticos.
Lo hace a través de una serie de fotografías realizadas por el italiano Fabio Mantegna, que explicó que su intención fue huir de las «imágenes estáticas y quietas de siempre» para exponer su rutina y dejar al descubierto «lo que ocurre en el interior del cuerpo».
«Son jóvenes muy normales, van al gimnasio, se entrenan, cuando tienen tiempo libre dan una vuelta por Roma en moto, son muy amables, educados, preparados», afirmó.
El proyecto comenzó hace dos años y el resultado ha permitido presentar en fotografías, pero también en vitrinas que exponen distintos uniformes y las armas, el lado más íntimo y personal del ejército más pequeño del mundo y con una de las responsabilidades mayores: proteger al papa.
En la muestra se puede ver cómo se levantan a primera hora de la mañana y se visten con sus uniformes impolutos, o cómo se comportan cuando comen relajadamente y charlan amistosamente en el comedor del Vaticano.
También se les puede ver en horas de servicio, en jornadas importantes como el 6 de mayo, día en que los nuevos reclutas juran proteger al papa, o en ceremonias religiosas como las audiencias generales que ofrece el pontífice cada miércoles.
«Se ve la vida cotidiana de la guardia suiza, de estos jóvenes de 20 años que han elegido servir el papa. Esta muestra fotográfica cuenta la vida de estos jóvenes, cuando van al gimnasio, cuando se forman, el modo en el que ejercen su servicio, qué hacen cuando el papa les llama a servir en las grandes ceremonias…», subrayó el director de los Museos Vaticanos, Antonio Paolucci.
Los reclutas, que deben ser varones suizos de entre 19 y 30 años y católicos, tienen que superar los 174 cms de estatura, ser solteros y haber cumplido una instrucción básica con el ejército suizo.
Por su parte, el miembro de la Guardia Suiza Urs Breitenmoser reconoció el valor de la labor que desarrollan estos jóvenes que «abandonan sus hogares» para viajar a un país que no conocen y del que tampoco hablan su lengua.
«Es un trabajo muy prestigioso pero muy sacrificado en muchos sentidos», apuntó al tiempo que describió el día a día de estos trabajadores como una «vida llena de compromisos, llena de momentos de alegría y felicidad, y también de autocontrol».
Los guardias suizos se ven obligados a realizar largas horas de servicio muchas veces en solitario, «bajo la lluvia o bajo el sol», una labor que, destacó Breitenmoser, no puede ser vista como un trabajo sino como «una vocación».
La Guardia Pontificia se creó en 1505 con un contingente de 150 soldados que se trasladó desde el país helvético al Vaticano al servicio del papa Julio II.
El 6 de mayo de 1527 defendieron a Roma del saqueo por las tropas del emperador Carlos V de Alemania y en esa batalla murieron 147 guardias suizos, entonces al servicio del papa Clemente VII.
También tuvo a su cargo la seguridad del palacio de Versalles durante el reinado de Luis XIV de Francia y tiene como función exclusiva la de ejército del estado soberano de Ciudad del Vaticano.
Está compuesta por 100 soldados, de los que 4 son oficiales, 23 mandos intermedios, 70 alabarderos, 2 tamborileros y un capellán.
Están entrenados en procedimientos y manejo de armas modernas, y utlizan el fusil suizo SIG 550, aunque también se les enseña a manejar la espada y la alabarda.
La exposición se podrá ver hasta el 12 de junio en los Museos Vaticanos, un espacio que visitan 6 millones de personas de todo el mundo al año, según cifras de los responsables de la entidad. EFE