El fundador de la iglesia en Nizhni Novgorod, Mikhail Iosilevich, prometió a los reporteros que los pastafarianos no están fuera para “trolear” a las religiones tradicionales de Rusia.
Por Kevin Rothrock, traducción de Ana Maria Gutierrez
Ciudad de México, 1 de abril (SinEmbargo/Global Voices).– La iglesia del Salvador Misericordioso ha estado en Nizhni Novgorod durante más de un siglo. Fue construida en honor a la supervivencia milagrosa del zar Alejandro III tras el descarrilamiento del tren Borski en 1888, cuando se dice que el zar tuvo sobre sus hombros el tejado derrumbado, mientras su familia escapaba de las ruinas. El desastre alimentó una campaña de propaganda argumentando que el líder ruso había sido salvado por intervención divina.
La semana pasada, la iglesia ha conseguido un vecino nuevo, ubicado justo a la vuelta de la esquina: La primera iglesia rusa del Monstruo del Espagueti Volador. Los “pastafarianos” (nombre que reciben sus adeptos) de Nizhni Novgorod dieron una rueda de prensa el 25 de marzo para anunciar la apertura de su iglesia, donde se realizarán reuniones públicas todos los viernes.
“Podemos decir con absoluta certeza que esta es la primera iglesia del Monstruo de Espagueti Volador en Rusia. Quizá es la primera en el mundo, pero no es algo que podamos confirmar. Normalmente, los pastafarianos se encuentran en las redes sociales, sin darle importancia [a verse en persona],” relata Dmitry Znamensky, uno de los miembros líderes de la iglesia.
El fundador de la iglesia en Nizhni Novgorod, Mikhail Iosilevich, prometió a los reporteros que los pastafarianos no están fuera para “trolear” a las religiones tradicionales de Rusia, haciendo hincapié en que su iglesia solo busca un trato igualitario y un pequeño espacio para ella. Su grupo estaba listo para defender el terreno en el día de la inauguración, también, mediante la contratación de guardias de seguridad para patrullar la ceremonia. Los organizadores dicen que no esperaban ninguna respuesta negativa de los grupos religiosos más tradicionales de la ciudad (señalando a los cristianos ortodoxos), pero expresaron su preocupación sobre que la nueva estación primaveral “activara” a personas con “varias enfermedades mentales”.
Un par de semanas antes de que se inaugurara la iglesia de manera oficial, Iosilevich y algunos de sus feligreses dieron una fiesta en las instalaciones, invitando a un club local de mujeres y al “Club de Degustadores Liberales” de Nizhni Novgorod, cuyo lemaes “¡Libertad!, ¡Igualdad!, ¡Borrachera!”. La fiesta llamó la atención de alrededor de doce personas, quienes se apoltronaron en muebles de IKEA, bebiendo cerveza y kvas, comiendo crepes (“El Monstruo del Espagueti Volador está ofendido” bromea una mujer mientras cocina en una plancha caliente), y leyendo poesía.
La iglesia pastafari del Monstruo del Espagueti Volador, el Club de Mujeres de Nizhny Novgorod y el Club de Degustadores Liberales, en una fiesta juntos señalando el fin del trabajo principal de diseñar las premisas de la iglesia.
En un momento dado de la noche, Iosilevich se levantó y explicó lo que el pastafarismo significaba para él. (Aparentemente, ha hecho tan suyo el Monstruo del Espagueti Volador que casi se olvidó del nombre del estadounidense que creó el movimiento.) Con una cerveza en la mano, sonriendo a su público a la escucha y en burla, Iosilevich dijo que los monstruos de la pasta, los coladores en la cabeza y una porción saludable de sátira le ofrece, como persona no religiosa, los medios para hacer retroceder la criminalización rusa de blasfemia.
La ley rusa que prohibe los insultos en público hacia los sentimientos de las personas religiosas se introdujo el 1 de julio de 2013. Cualquier persona condenada de acuerdo con esta ley, puede ir a prisión por un año. Los legisladores desarrollaron la legislación como consecuencia del juicio de Pussy Riot. Hasta ahora, las cortes han condenado solo a una persona conforme a esta ley: un joven en Izhevsk, quien publicó una imagen en la red que enfadó a los grupos musulmanes. (Fue sentenciado a 200 horas de servicio comunitario).
A principios de año, un hombre en Stavropol llamado Viktor Krasnov fue a juicio porofender a los cristianos al escribir “Dios no existe” en un foro en la red. Antes de que el juicio comenzara, un juez le forzó a pasar un mes entero encarcelado en una clínica psiquiátrica, donde los doctores evaluaron su salud mental. Krasnov, quien también ha realizado varios comentarios antijudíos on-line, se niega a pedir perdón por negarse a aceptar la existencia de Dios. Se enfrenta a un año de cárcel si se le declara culpable.
En enero de 2016, Andrei Filin se convirtió en el primer pastafari de Rusia en tener su foto del el permiso de conducir con un colador en su cabeza. El colador en la cabeza, considerado un atributo obligatorio por la comunidad pastafariana, estaba hecho de hilo, no de metal, y fue tejido por la mujer de Filin.