Semanas después de la maldita noche del 26 de septiembre de 2014, en Iguala, Guerrero, los padres de los 43 normalistas desaparecidos exigieron un encuentro con el Presidente Enrique Peña Nieto. Se los concedió el 29 de octubre en los entresijos de la Residencia Oficial de Los Pinos. ¿Qué pasó durante las seis horas que duró este encuentro? A más de un año de la reunión no es posible conocer por completo lo que se dijo. La Presidencia de la República respondió ante el INAI que la transcripción del evento es «inexistente». Lo es también el registro fotográfico de la reunión en la que en la casa de Constituyentes se abordó por primera vez esta tragedia que puso una sombra deforme sobre el Gobierno. Para negar información, hay tres criterios que siguen las instituciones gubernamentales: la reserva, la confidencialidad y la inexistencia. Sobre Ayotzinapa, la Presidencia suele apegarse al último.
Ciudad de México, 28 de marzo (Redacción SinEmbargo).– Hacía tiempo, mucho tiempo, que en la Residencia Oficial de Los Pinos no se escuchaba una voz como la de él. Así de indignada, poco quebradiza, muy fuerte. Era la tarde del 29 de octubre de 2014 y Felipe de la Cruz, padre de un sobreviviente de la tragedia de Iguala, Guerrero, le dijo al Presidente Enrique Peña Nieto:
“Nosotros, definitivamente, ya llegamos al límite de la tolerancia y la paciencia. Estamos con la última instancia, como mexicanos, exigiéndole a usted, como Presidente, respuesta inmediata a la presentación inmediata de los 43 jóvenes desaparecidos …”.
Había pasado un mes de la maldita noche del 26 de septiembre en Iguala, Guerrero, cuando 43 estudiantes de la Normal Superior Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, desaparecieron y otros seis fallecieron. Los estudiantes iban en camiones secuestrados por ellos mismos. Una lluvia de balas les impidió cualquier avance. Estos hechos originarían muchos relatos y en todos, dos serían los denominadores: la confusión y el miedo.
Aquella tarde, los padres de los normalistas ingresaron a Los Pinos después de días sin descanso en los que acumularon evasivas de otras autoridades, como las del entonces Procurador General de la República (PGR), Jesús Murillo Karam, y el Secretario de Gobernación (SeGob), Miguel Ángel Osorio Chong.
Así que los padres de los desaparecidos y el Presidente Enrique Peña Nieto se vieron a la cara. Ahí estaba el Mandatario que apenas el 6 de octubre había llamado «afectados» a los normalistas. De frente, padres con el coraje a cuestas. Conversaron. Aquello duró seis horas. Entre otras cosas, Felipe de la Cruz, quien se transformaría en el vocero del movimiento de búsqueda, le dijo:
“¿A los cuántos días el Gobierno federal toma el caso? O sea que hoy estamos aquí con la intención de ponerle un plazo no mayor de tres días de tener resultados concretos”.
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Los mexicanos no pueden conocer lo que pasó en esa reunión de manera oficial. De hecho, tampoco podrán saberlo los hijos de los hijos de quienes han atestiguado las secuelas de Ayotzinapa, con sus extensas manifestaciones, gritos de protesta, averiguaciones de cientos de fojas y la constante frustración por no dar con el paradero de los 43. A quien en el futuro, se proponga averiguar sobre la tragedia, le espera una minuciosa tarea de reconstrucción de hechos publicados por aquí y por allá. Cuando se remita a la Presidencia de la República no encontrará registro en imágenes ni transcripciones de lo que se dijo esa vez del 29 de octubre, ni de otras reuniones relacionadas.
En su respuesta a dos solicitudes de información en el Instituto Nacional de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos (INAI), la Presidencia sostiene que la transcripción del encuentro entre el Presidente y los padres de familia es “inexistente”. A otra solicitud que pide el registro fotográfico de la primera reunión en la que el Presidente abordó la crisis de Ayotzinapa frente a miembros del Gabinete, le responde lo mismo: “La información es inexistente”. (Folios 0210000106915 y 0210000136015 en el INAI).
Para no brindar datos, las unidades de la Función Pública se apegan a tres criterios: la reserva, la confidencialidad o la inexistencia. A la última categoría se ha apegado la Presidencia cuando debe responder sobre Ayotzinapa. En septiembre de 2015, el Presidente Enrique Peña Nieto volvió a reunirse con algunos de los padres de los normalistas en el Museo Tecnológico de la Comisión Federal de Electricidad en Chapultepec. En esa ocasión, los integrantes del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) entregaron un informe en el que se refutó la llamada “verdad histórica” que indicaba –según el ex Procurador Murillo Karam- un gran incendio en Cocula como sepulcro de los desaparecidos. De ese encuentro, la Presidencia sostiene que tampoco hay “transcripciones”.
La transcripción de la reunión entre el Presidente y los padres de los 43 fue solicitada en 2015. Al peticionario, la Presidencia de la República lo remitió a un par de blogs alternos a la página de la Presidencia que se crearon para que la tragedia de Ayotzinapa fuera consultada. Hoy, el contenido de esas direcciones no existe más:
http://www.presidencia.gob.mx/ayotzinapa/
Así que de la reunión de septiembre de 2014 sólo queda la grabación de una cámara de video que alguien logró utilizar, muy probablemente de un celular. Y sólo por ello, se sabe que esa tarde, Felipe de la Cruz levantó esa voz suya que suele ser pausada, y habló sin detenerse: «Creo yo que si usted no tiene la capacidad para darnos la respuesta ya también debe de estar pensando lo mismo que el gobernador de Guerrero (quien dejó el cargo) porque también tiene responsabilidad por omisión”.
Al ciudadano que solicitó las transcripciones de las dos reuniones del Presidente y los padres de los 43, la Presidencia le respondió lo siguiente:
“Su solicitud fue turnada a la Jefatura de la Oficina de la Presidencia, a la Secretaría Particular, a la Coordinación de Asesores, a la Coordinación General de la Oficina de la Presidencia, a la Coordinación General de Comunicación Social y Vocerías del Gobierno de la República, a la Coordinación de Crónica Presidencial y al Estado Mayor Presidencial, unidades administrativas que respectivamente dieron respuesta mediante oficios números OPR/SPD/112/2015 del ocho de octubre, PR/SP/CRAI/611/15, del primero de octubre, CA/SP-DGAyE/126/2015 del 9 de octubre, CGOP/SPD/36/2015, del treinta de septiembre, CCSVGR/DGPV/153/2015, del seis de octubre, OPRE/CCP/DGEI/194/2015, del treinta de septiembre y No. 1259/15 del catorce de septiembre, todos del dos mil quince …”
“Manifestaron que derivado de una búsqueda exhaustiva en sus archivos, no se localizó información que guarde relación con la “… transcripción de lo dicho por los participantes en los dos encuentros que ha tenido el presidente de México, Enrique Peña Nieto, con los papás de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa.”, por lo que manifestaron la inexistencia de la información solicitada”.
A quien solicitó el registro fotográfico de la “primera reunión en la que el Presidente abordó la agresión de Ayotzinapa”, le llegó una respuesta de la Coordinación de Comunicación Social y Vocería del Gobierno de la República:
“Con fundamento en lo dispuesto en los artículos 46 de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental y 70, fracción V de su Reglamento, le informo que se llevó a cabo una búsqueda exhaustiva en los archivos de la Coordinación de Comunicación Social y Vocería del Gobierno de la República, sin que se localizara la información requerida por el solicitante.”.