El avance de Donald Trump ha encendido los focos de la cúpula del Partido Republicano, a tal grado que ya se habla de impugnar la Convención Nacional de esa institución. El plan, de acuerdo con una analista, podría ser más claro el 15 de marzo, pues a partir de entonces se concretarán las alianzas –políticas y económicas– para frenar al magnate. 

Foto: Facebook de Donlad Trump
Los republicanos podrían reconsiderar la candidatura de Trump si gana con mayoría relativa. Foto: Facebook

Ciudad de México, 10 de marzo (SinEmbargo).- La democracia estadunidense le ha permitido a Donald Trump ocupar un lugar dentro de la contienda del Partido Republicano para elegir a su candidato presidencial.

Sin embargo, el mismo sistema político norteamericano podría cortarle la aspiración al empresario neoyorquino de llegar con una mayoría relativa –y no con mil 237 delegados–, por medio de un procedimiento llamado contested convention o contestar la convención, en donde la cúpula republicana podrá reconsiderar la candidatura, explicó Raquel Saed Grego, profesora investigadora de la Universidad Iberoamericana.

La Convención Nacional Republicana se celebrará entre el 18 y el 21 de julio de 2016 en Cleveland, Ohio. Sin embargo, la élite republicana, que ha mostrado su desacuerdo con Donald Trump, podrá reconocer sus logros, pero también tiene el poder para impugnar que el magnate no llegue a las elecciones presidenciales de noviembre.

«Al llegar con una mayoría relativa –porque no va a llegar con una absoluta– a la Convención, la élite del partido puede decir que le reconoce el número de delegados pero nosotros vamos a reconsiderarlo –y puede reconsiderar muchas cosas–. Pero para hacer esto, se tienen que llevar a cabo varias alianzas. Las principales alianzas que se tienen que hacer son entre los candidatos que van quedando dentro del partido, y también los grupos económicos que los apoyan. Además de grupos con tienen intereses dentro del sistema y que tienen una agenda específica. Esto para que puedan interferir e influir en la elección del candidato», detalló Raquel Saed.

La experta en temas internacionales informó a SinEmbargo, que el contested convention ya se está mencionando desde hace unos días, pues los republicanos con mayor influencia están en contra de lo que está sucediendo dentro del partido y en especial con el precandidato Trump.

«El escenario es lo más anormal que hay: dejaron crecer a éste señor [Trump] y ahora el propio Partido Republicano se está arrepintiendo. Primero parecía un chiste, pero ese chiste sirvió para que él no gastara mucho dinero en su campaña, porque todos los días aparece en medios de comunicación, y ahí hay una responsabilidad muy grande por parte de los medios de comunicación», agregó la profesora de la Universidad Iberoamericana.

EL PLAN REPUBLICANO

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Mientras Donald Trum avanza en en las asambleas populares y hasta el momento ha ganado en Louisiana, Kentucky, Michigan, Mississippi y Hawai, miembros del Partido Republicano ya tienen un plan.

De hecho, luego de aquel martes 1 de marzo, donde Trump ganó al menos 192 delegados, los focos rojos se encendieron entre los republicanos. Dos días después, Mitt Romney, el ex candidato presidencial de 2012, advirtió a sus correligionarios de que el magnate es un «fraude» y lo acusó de estar embaucando a los estadunidenses.

«Donald Trump es un farsante, un fraude», dijo Romney, quien agregó: «Sus promesas son inútiles, como una carrera de la Universidad Trump».

El pasado 3 de marzo, la cadena CNN publicó que Romney instruyó a sus asesores para frenar a Trump en la Convención Nacional Republicana por medio de una impugnación.

Un asesor, citado por CNN, reveló:  «Parece que el plan es bloquear la convención».

La estrategia de Romney, detalló la fuente, es poder suprimir los delegados de Trump para que no alcance los 1,237, necesarios para asegurar la candidatura presidencial.

La prensa de EU ha publicado que en este plan no sólo participa el ex candidato presidencial de 2012, sino varios miembros con poder dentro del Partido Republicano.

Tanto el Senador por Texas, Ted Cruz, como Donald Trump no están de acuerdo con una impugnación, pues las encuestas perfilan la contienda sólo entre ellos dos. Sin embargo, en este caso, la gran cúpula republicana no los apoya.

Por eso en aquel Supermartes, las palabras del precandidato Ted Cruz se enfocaron en unir a las corrientes de la institución política.

«Mientras los grupos estén divididos, Donald tiene una ventaja «, dijo el Senador por Texas.

Este 10 de marzo, Trump también cambió el tono de su discurso y pidió que lo apoyaran: «Si aceptamos lo que está sucediendo y nos unimos todos, nadie podrá vencer al Partido Republicano».

Pero los ojos de Romney y otros integrates del partido estaría fijados en el Senador de Florida, Marco Rubio, quien figura como tercero en las encuestas.

«Si los otros candidatos pueden encontrar puntos en común, creo que podemos nombrar a una persona que puede ganar las elecciones generales y que representará los valores y las políticas de conservadurismo», dijo Romney.

Para la académica Raquel Saed Grego la élite republicana apoya de manera política y económica a Marco Rubio, pero el movimiento de piezas del tablero será más claro luego de las elecciones en Florida, este 15 de marzo.

«Es muy probable que Marco Rubio pierda en su estado, es lo que marcan las encuestas, pero podría hacer una alianza con John Kasich, que es el Gobernador de Ohio, y tanto Florida como Ohio son estados decisorios. Eso le daría más fuerza al partido y a la hora de la decisión general, pudieran darle más batalla al Partido Demócrata», opinó Saed Grego.

La catedrática explicó que si Rubio no gana el 15 marzo –en Florida–, «entonces se puede despedir, porque tanto Ohio y Florida tienen el sistema de quien gana el estado, se lleva todos los delegados».