The New York Times cuenta ayer cómo hasta hace poco, Jared Taylor, uno de los más prominentes miembros de la supremacía blanca, nunca había apoyado a un candidato presidencial. Pero Taylor encontró ya a quien dará su voto: Donald J. Trump. Este año, la voz de Taylor se escuchó en llamadas telefónicas automáticas para invitar a los votantes de Iowa y New Hampshire a votar por Trump. “No necesitamos a los musulmanes”, decía. Recientemente, el magnate retuiteó una cita de Mussolini: “Es mejor vivir un día como un león, que 100 años como una oveja”. Luego, en una entrevista en la CNN, se negó a condenar al Ku Klux Klan o a David Duke, su otrora “Gran Mago”.

Sí, Donald Trump, el hombre que aborrece a los mexicanos, ha sellado su amistad con los blancos más racistas del mundo “civilizado”. Y hoy podría confirmar, en el “Supermartes”, que es imparable en su camino a la Casa Blanca…

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Ciudad de México (SinEmbargo).- La clase política ha empezado a reaccionar a las posiciones antimexicanas de Donald Trump, el aventajado aspirante a la nominación republicana por la Casa Blanca, mientras él cosecha apoyos de los grupos de mayor raigambre racista en Estados Unidos. David Duke, ex líder del Ku Kux Klan, ha calificado a Trump como “el mejor del lote” y ha prometido su apoyo financiero, en tanto que la organización supremacista hizo campaña todo el invierno, abiertamente, para apoyarlo.

Y mientras Trump responde al ex Presidente mexicano Vicente Fox Quesada por referirse a su muro fronterizo como “una mierda”, el aspirante republicano no se sacude la popularidad que concita entre los grupos de odio a pesar de que el propio Duke ha sido preso por fraude fiscal.

El domingo, durante una entrevista con CNN, Trump evadió varias veces ofrecer una postura respecto sobre el KKK y Duke. Hoy por la mañana, presionado, se dijo harto por “las repetidas preguntas de cuándo, y si ha rechazado cualquier relación con David Duke”. Entrevistado por teléfono en el programa televisivo de ABC, Good Morning America, mientras los votantes se dirigían la mañana del martes a las urnas, Trump dijo que en varias ocasiones había rechazado a Duke aunque lo dejó operar a su favor durante meses.

El Southern Poverty Law Center es una organización no gubernamental que sigue, describe, ubica y denuncia a los grupos extremistas en Estados Unidos y ayer mismo emitió un comunicado cuestionando la ausencia de una postura crítica de Trump respecto del Klan:

“Las declaraciones de Donald Trump esta mañana son sólo el último de una serie de incidentes en que ha utilizado su presencia en los medios masivos, especialmente su cuenta de Twitter con más de 6 millones de seguidores, para elevar las ideas extremistas e individuales. A pesar de estar identificados por periodistas y organizaciones como el Southern Poverty Law Center, estos incidentes continúan. Condenar a David Duke y al Ku Klux Klan en cada oportunidad debe ser lo más fácil que cualquiera puede hacer. El odio en sus ideas y acciones están bien establecidos y debe ser denunciado con fuerza por todos los líderes políticos responsables”.

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MARTES DE DECISIÓN

Este martes hay elecciones primarias en más de una decena de estados, una jornada electoral conocida como “Supermartes” y que ayudará a definir aún más la carrera presidencial en Estados Unidos. Ambos partidos realizan elecciones en: Alabama, Arkansas, Georgia, Massachusetts, Minnesota, Oklahoma, Tennessee, Texas, Vermont y Virginia.

Hoy, el líder de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, dijo que quien desee ser el candidato presidencial republicano debe rechazar a cualquier grupo o individuo racista. El legislador republicano dio un golpe tácito a Donald Trump, el puntero de los aspirantes republicanos, mientras 11 estados se encaminan a las urnas en el “Supermartes”. Ryan dijo que el Partido Republicano es el partido del presidente Abraham Lincoln y “este partido no saca provecho de los prejuicios de la gente”.

Ryan fue el nominado republicano a la vicepresidencia en 2012. El martes dijo que trataba de abstenerse de comentar sobre la contienda presidencial, pero tuvo necesidad de hablar.

De acuerdo con Associated Press, México alista un plan para enfrentar las críticas en su contra lanzadas en el proceso electoral de Estados Unidos, y en el que descarta enfrascarse en ataques verbales con aspirantes o candidatos presidenciales. El gobierno de México tiene planeado acercarse a las oficinas de quienes resulten los candidatos para compartirles información sobre cómo la relación bilateral es una oportunidad y no una amenaza para la región, dijo el martes a corresponsales extranjeros el jefe de la oficina de la Presidencia, Francisco Guzmán.

Además, los cónsules mexicanos en Estados Unidos han sido instruidos para comenzar reuniones con diversas organizaciones y líderes de opinión para compartir información sobre la aportación de los mexicanos a esa nación.

Una fuente del Gobierno de México afirmó hoy a la agencia Efe que Trump “cambiará su discurso a medida que se acerquen las elecciones”, si se proclama finalmente candidato, en cuyo caso establecerá contactos con él como con su rival demócrata. “La propia dinámica de la contienda electoral va a llevar a un ajuste en el tipo de discurso”, afirmó una alta fuente gubernamental mexicana a la agencia española.

“Los principales preocupados con Trump son los republicanos mismos”, confió.

Pero, aunque esa puede ser una realidad, también lo es que en Estados Unidos ven a Trump como un tren de carga imparable.

Un marine retirado, el general Bill Weise, dijo a Associated Press –mientras se unía a una docena de personas que esperaban pacientemente en la fila del precinto de Greenspring, Virginia– que sus siete meses de agonía sobre por quién votar se redujeron a los últimos 10 segundos antes de llenar el círculo. Se fue por Ted Cruz, rival de Trump. “Leí la autobiografía de Cruz”, dijo. “No es perfecto, pero nadie lo es… El candidato ideal no existe”.

Michael Kernyat, del condado de Chesterfield, Virginia, votó hoy por el Gobernador de Ohio John Kasich aunque consideró que probablemente desperdició su voto. Consultor retirado de informática, dijo que Kasich es “la persona más razonable en la carrera”, pero probablemente no tiene ninguna posibilidad de vencer a Donald Trump.

“Nadie puede detener a ese tren de carga”, dijo Kernyat.

Tuit racista de Trump, ahora contra los afroamericanos. Imagen: Twitter
Tuit racista de Trump contra los afroamericanos. Imagen: Twitter
Uno de los famosos memes de Trump. Imagen: Twitter
Uno de los famosos memes de Trump. Imagen: Twitter

Nicole Freed, una discapacitada veterana del ejército de 32 años que sirvió en Irak, se describe como una demócrata moderada pero votó en las primarias republicanas de Virginia por Marco Rubio para intentar dejar fuera a Trump.

Aunque está en contra de Trump, no está en contra de todas sus ideas y le gusta su postura ante la inmigración.

En cuanto a las elecciones de noviembre, está en conflicto. «Probablemente termine votando por Hillary Clinton», dijo.

Esos votos castigo podrían frenar a Trump. Pero la inercia, que suele ser poderosa, podría volverlo Presidente.  Tyler Murphy –por ejemplo–, un residente de Boston de 26 años que trabaja como gerente de proyectos en una compañía de construcción, votó el martes por Donald Trump aunque consideró que “definitivamente está mal en muchas cosas”. Para bien o para mal, dijo, el precandidato controversial es la “llamada de atención” que el país necesita.

Murphy indicó a Associated Press que de no haberse convertido Trump en un candidato viable, probablemente le habría dado su voto a Hillary Clinton.

Owen Worley, un residente de Houston que trabaja en finanzas, votó por Ted Cruz porque cree que él está enfocado en temas económicos, incluida la reducción del tamaño del gobierno y el control de la deuda nacional.

Pero si Trump gana la nominación republicana, Worley lo apoyaría.

Worley dijo que le preocupa que Trump sea demasiado impulsivo, pero que “si al final si es un tipo ejecutivo, es bueno para dejarse aconsejar por gente inteligente”.

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Duke. Fotos: Archivo
Duke. Fotos: Archivo

¿Quién es Duke?

De acuerdo con el perfil del Southern Poverty Law Center, David Duke Ernest, nacido en 1950 e hijo de un ingeniero petrolero de la compañía SheLl Oil, es un neonazi que, por mucho tiempo, ha liderado al Klan —o su “Imperio Invisible”, como en la jerga interna se le llama a su pretendida jurisdicción geogrráfica— y ahora es vocero internacional del movimiento que niega la ocurrencia histórica del Holocausto judío. Duke se ha involucrado activamente en la política de su natal Luisiana, donde ha ejercido en el Congreso local y ha pretendido la Gubernatura y la Presidencia de Estados Unidos en dos ocasiones sin ninguna posibilidad real.

El pasado 24 de diciembre, The Southern Poverty Law Center contabilizó 784 grupos de odio activos hasta 2014, aunque estos números podrían cambiar por un renacimiento de su ideología, alentada por el discurso del candidato presidencial Donald Trump. Varios de estos grupos están identificados con actos de violencia, y la mayoría utiliza un discurso contra afroamericanos, mexicanos, latinos en general, asiáticos e incluso judíos, a quienes no consideran “totalmente blancos”.

De acuerdo con The Southern Poverty Law Center, existen 72 grupos activos del Ku Klux Klan (KKK) operando en Estados Unidos. California, donde viven millones de mexicanos, en la estado estadounidense con la mayor presencia de estas agrupaciones de odio: 57. La organización civil indica que el mayor número de grupos es el de aquellos que profesan la ideología neonazi.

“Las actividades de los grupos de odio pueden incluir actos criminales, marchas, mítines, discursos, reuniones, distribución de folletos o publicaciones”, dice la ONG, que identifica a los grupos neonazis que comparten un odio por los judíos y su amor por Adolfo Hitler y el nazismo alemán, pero que no terminan allí: rechazan otras minorías como a los gays y lesbianas, latinos, asiáticos, negros; también ven una “conspiración en curso” entre judíos y gobiernos, instituciones financieras y hasta medios de comunicación.

Algunos de estos grupos apoyan la idea de un nuevo gobierno “de y para blancos” en Estados Unidos, y allí es donde el discurso de Donald Trump se ancla.

Heidi Beirich, director del Intelligence Project de The Southern Poverty Law Center, dijo recientemente que el llamado de Donald Trump a cerrar las puertas a los musulmanes es simplemente el último ejemplo de la retórica anti-musulmana que ha tocado su cúspide este año. “Llevar a las tribunas el odio y el extremismo es peligroso para millones de musulmanes pacíficos y dañino para el tejido social. Los líderes políticos de Estados Unidos deberían condenarlo”.

En su discurso contra los musulmanes, Trump citó a Frank Gaffney, un intelectual que trabajó en el gobierno del Presidente Ronald Reagan durante la década de 1980. De ahí salió en 1988 para formar el Centro para las Políticas de Seguridad (CSP, por sus siglas en inglés), después de que el Senado rechazara su nominación como secretario asistente de Defensa.

“Alguna vez fue un respetable miembro de los círculos de poder de Washington”, dijo el Southern Poverty Law Centre, citado por BBC.  Pero Gaffney se convirtió en “uno de los islamófobos más notorios del país”. Ha pedido que los musulmanes sean investigados por una nueva “comisión legislativa de actividades antiestadounidenses”, recordando a la controversial entidad anticomunista que en la década de 1950 fue encabezada por el Senador Joseph McCarthy, la misma que dio lugar a la expresión «macartismo» como sinónimo de intolerancia política.

Gráfico: SinEmbargo con información de The Southern Poverty Law Center
Gráfico: SinEmbargo con información de The Southern Poverty Law Center

El KKK es el grupo vigente extremista más antiguo en Estados Unidos. Fundado en 1865, ha dirigido decenas de ejecuciones por razones de odio tenido como objetivos poblaciones afroamericanas, de inmigrantes, de judíos, de la diversidad sexual. Actualmente cuenta con una militancia de entre 5 mil y 8 mil miembros.

Duke ha sido sujeto de cargos criminales desde 1972 por recaudación ilegal de fondos para campañas políticas y fue detenido en 1976 por disturbios.

En 2002, luego de huir durante dos años, Duke ingresó por 15 meses a una prisión federal por los delitos de fraude fiscal y utilización ilegal del servicio postal.

Como apunte sobre las cárceles y lo que puede ser un conveniente odio a todo lo que se presente como el rostro criminal de México, tal como Trump hace, se puede decir que, en 2010, miembros de la Aryan Brotherhood, supremacistas blancos, y la Mexican Mafia o Eme –nacionalistas chicanos– firmaron un armisticio ante los enviados de Joaquín El Chapo Guzmán Loera.

El FBI demostró que la Aryan Brotherhood en Arizona cometió un fraude fiscal a favor de integrantes de la Mexican Mafia falsificando formatos de devolución de impuestos. Las ganancias en tarjetas de débito distribuidas por ambas pandillas, de las que dependen decenas de clicas en libertad. ¿Qué recibieron los anglosajones? Coca blanca colombiana reexportada desde México.

Los blancos con sus suásticas y los cafés con sus manos negras esqueléticas tatuadas convinieron contrabandear juntos y en calma drogas al interior de las cárceles de California, pasar armas hacia el sur, robar autos en las calles e intimidar rivales de los gánsteres mexicanos.

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¿Cómo piensa Duke, el hombre que apoya a Trump?

La siguiente es una frase suya que bien lo puede describir:

“El idealismo racial, o el realismo, es la idea de que los recursos más grande de una nación es la calidad de su gente. Esto significa que el análisis de todas las cuestiones de gobierno se deben hacer sobre la base si una medida propuesta es bueno o malo para nuestra raza (…) Ni el comunismo, ni capitalismo, ni ninguna otra doctrina materialista puede salvar nuestra raza; nuestra única salvación racial se encuentra en una alianza racial Blanca que una nuestro pueblo con la causa común del idealismo racial”.

Dijo Duke —“El Gran Mago”, título que posee dentro del KKK— sobre Trump el pasado viernes 26 de febrero en un programa de radio que conduce y que está dirigido a los supremacistas blancos:

“El voto contra Donald Trump es, realmente, una traición a su herencia”.

http://davidduke.com/

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Otro grupo extremista que se ha sumado a favor de Trump es American Patrol o American Border Patrol, una organización netamente antiinmigrante fundada en 1992 en Sierra Vista, Arizona.

Antes que el empresario de los bienes raíces y el entretenimiento, American Patrol acusa a los migrantes mexicanos de llevar a Estados Unidos “crimen, drogas y miseria y de practicar la migración a través del canal de nacimiento” y los mexicanos son, en palabras de Glen Spencer, su fundador, “un cáncer social”.

http://www.americanborderpatrol.com/

La emigración mexicana es, según el ideario de Spender, parte de un proyecto secreto llamado “Plan Espiritual Aztlán”, consistente en “reconquistar” el suroeste de Estados Unidos, los territorios de Texas, Arizona, Nuevo México y California perdidos por el país latinoamericano durante las guerras de 1836 y 1847.

American Patrol acusa a los migrantes mexicanos de llevar a Estados Unidos “crimen, drogas y miseria y de practicar la migración a través del canal de nacimiento”. Foto: http://www.americanpatrol.com/
American Patrol acusa a los migrantes mexicanos de llevar a Estados Unidos “crimen, drogas y miseria y de practicar la migración a través del canal de nacimiento”. Foto: http://www.americanpatrol.com/